Costa Rica atraviesa un momento complejo en materia de comercio internacional. Su principal socio comercial impulsa medidas restrictivas, mientras el país intenta conservar su atractivo para la inversión extranjera directa (IED), procurando que las decisiones empresariales no se definan solo por el peso arancelario.
En medio de una dinámica global marcada por tensiones sociopolíticas y por una industria que exige talento cada vez más especializado, los mercados redefinen sus estrategias. En el caso costarricense, este posicionamiento se sostiene sobre tres pilares: people, planet and prosperity (personas, planeta y prosperidad), según indicó el Programa Estado de la Nación (PEN) en 2024.
Esos pilares engloban la propuesta de valor que trazó la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) para ejercer la atracción de IED: talento humano (people); estabilidad política y social, así como una plataforma comercial a través de los tratados de libre comercio que tiene el país permite que las empresas inversoras y exportadoras desde Costa Rica tengan acceso a dos terceras partes del PIB mundial (prosperity) y normas de conservación y producción limpia (planet).
Aunque existe la estrategia para ser competitivos, los flujos de IED al cierre del primer semestre del 2025 generaron un ingreso de $2.066 millones, lo que equivale a un descenso del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En particular, la inversión bajo el régimen de zona franca sumó $1.099 millones en los primeros seis meses del año, la cifra más baja de ese régimen en un primer semestre desde hace tres años.
Expertos coinciden en que el país debe replantear su propuesta de valor tras estos resultados parciales, la salida de filiales como Qorvo e Intel y la creciente tensión comercial internacional.
La transferencia tecnológica efectiva, la creación de un Consejo Nacional de Productividad y la reducción de los costos operativos figuran entre los principales ajustes señalados. Es decir, los cambios recaen en la forma de ejecutar los pilares existentes, no en sustituirlos.

Dinámica mundial que afecta el flujo de IED
Laura López, gerente general de Procomer, aseguró que los préstamos que hacen las filiales a su casa matriz son la causa del descenso en el monto en el primer semestre. En cuanto a la baja en el flujo generado a través de proyectos nuevos, la jerarca indicó que la incertidumbre arancelaria puede ser una de las razones.
Mientras los proyectos de reinversión presentan un crecimiento de 13,9% en el primer semestre del 2025 en relación con el año anterior, las inversiones nuevas (también conocidas como greenfield) experimentaron un desempeño negativo al caer sus flujos en un 25,6% entre el periodo analizado.
Esa variación semestral negativa en proyectos nuevos ha sido la más baja de los últimos tres años, solamente superado por el resultado del primer semestre 2021-2022, donde el efecto de la pandemia provocó un descenso de 52% en la inversión nueva.
“Para este año es probable que veamos un crecimiento en la inversión extranjera directa mucho más moderado de lo que hemos visto en años anteriores o en 2024, que fue un año extraordinario”, dijo López.
La representante de la promotora asegura que desde la entidad ya han hecho ajustes necesarios para responder a la reestructuración del mercado y a las necesidades de los inversores mundiales. La estrategia se centra en la diversificación de mercado y la presencia en giras internacionales para promover al país ante los inversores extranjeros.
“Costa Rica no puede dar por sentada su posición: debe anticiparse, fortalecer su base tecnológica y definir qué papel jugará en esta nueva revolución”, enfatizó Federico Quesada, director de la Escuela de Ciencias de la Administración de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
Necesidad de ajustes
Ricardo Monge, presidente de la Academia de Centroamérica, consideró que los esfuerzos hechos por la Promotora son insuficientes para mejorar el clima de inversión. Para Monge, es necesaria la creación de un Consejo Nacional de Productividad que facilite el diseño, coordinación, monitoreo y evaluación de las políticas de capital humano, infraestructura, instituciones y acceso financiero para empresas locales.
De hecho, Procomer tiene alianzas con los Colegios Técnicos Profesionales (CTP) para potenciar la formación de futuros empleados. Esta labor se enlaza con el pilar people, ya que el talento humano es uno de los ejes estratégicos que muestra el país a nivel internacional.
No obstante, esta articulación no resuelve las brechas de aprendizaje originadas por el apagón educativo producto de la huelga docente de 2018 y posteriormente la pandemia. La falta de habilidades científicas, lógicas, matemáticas y de comprensión lectora continúa afectando la preparación de los jóvenes.
La tarea del país es dar las herramientas a los jóvenes para capacitarse en tecnología, inteligencia artificial y semiconductores. Como muestra del reto —ante la carencia de talento con habilidades de análisis y tecnología—, la empresa ServiceNow aplica sus propios procesos de capacitación con sus colaboradores para que puedan responder a las necesidades de la empresa.
“A pesar de que Costa Rica ha sido capaz de atraer un buen número de universidades privadas internacionales al país, todavía queda pendiente aprovechar los activos locales y sus capacidades de investigación, para atraer centros de innovación internacionales que pretendan desarrollar su agenda de investigación global, en asociación con centros de investigación locales”, agregó el representante de la Academia de Centroamérica.
Esa propuesta también es apoyada por Quesada, quien señaló que los desafíos del país son promover investigación, desarrollo e innovación conjunta con el sector académico para generar transferencia tecnológica efectiva.

Retos de competitividad
El tema tecnológico no escapa entre los académicos, ya que el país tiene como meta replicar en la industria de semiconductores el éxito que representa el clúster de los dispositivos médicos que con sus exportaciones representan el 13% del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
Sin embargo, el camino para igualar el resultado del sector de ciencias de la salud parece cada vez más lejano. La salida de Qorvo y del Centro de Ensamblaje y Prueba de Intel —ambas empresas del mundo de los chips— empezó a mostrar las primeras adversidades a las que se enfrentan las autoridades ante la redistribución global de la producción de chips y componentes electrónicos.
“El tema de cómo los países resultan ser aliados estratégicos en la transformación de estos modelos de negocio va a ser lo que determine los próximos cambios inmediatos. Las empresas necesitan disminuir los costos de operar en un país porque ya el costo de los aranceles les resta competitividad; necesitan que se resuelvan problemas logísticos y de infraestructura”, aseguró Vanessa Gibson, directora de clima de inversión de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde).
Las exportaciones costarricenses afrontan un arancel punitivo del 15% para ingresar a Estados Unidos. Además, Washington investiga si las importaciones de dispositivos médicos representan un riesgo para su seguridad nacional, lo que podría desencadenar nuevos gravámenes.
El panorama se complica aún más si se concreta la advertencia del presidente de EE. UU., Donald Trump, sobre gravar hasta con un 100% las importaciones que se realizan de semiconductores.
Por su parte, López acepta la importancia que tiene el reducir los costos de producción en el país, pero afirmó que para lograrlo es necesario aprobar el proyecto de ley de jornadas 4x3.
En este escenario, Costa Rica se enfrenta al desafío de sostener su posicionamiento internacional mientras redefine cómo ejecutar su propuesta de valor.
