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Cerca de 20 millones de jóvenes en América Latina, entre 15 y 24 años de edad, ni estudian ni trabajan, informó este martes el Banco Mundial.
En su informe, Ninis en América Latina: 20 millones de jóvenes en busca de oportunidades, el organismo asegura que el fenómeno afecta a uno de cada cinco jóvenes en la región, particularmente a las mujeres.
Entre las mujeres jóvenes, el principal factor de riesgo es el casamiento antes de los 18, exacerbado por el embarazo adolescente.
Sin embargo, prácticamente todo el aumento de 1,8 millón de ninis latinoamericanos desde 1992 se debe al crecimiento de casos en hombres.
Entre ellos, es el abandono temprano de la escuela con destino al mercado laboral, seguido del desempleo, las principales causas que los arrastran a esa condición.
"A pesar del sólido desempeño latinoamericano en la década de 2000 —con fuerte crecimiento económico y una reducción significativa de la pobreza y la desigualdad— el número de jóvenes que no trabajan ni estudian creció", se lee en un comunicado emitido por el Banco Mundial.
Dotar a la población jóven de una educación más adecuada y de mejores habilidades laborales se enumeran como los retos más sobresalientes para traer a menos las estadísticas.
"Aquellos países que ofrezcan una educación de alta calidad a una población joven en expansión y que además cuenten con mercados laborales dinámicos y de buen funcionamiento podrán crecer y reducir la pobreza de manera más rápida", agrega Jorge Familiar, vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
El informe ahonda además en que un 60% de los ninis proviene de hogares pobres o considerados vulnerables.
Por país
La proporción de ninis varía de 10,9% en Perú a más de 25% en paíse como Honduras y El Salvador. En números absolutos, la mayoría de los ninis se encuentra en Brasil, Colombia y México. Una amplia mayoría, más del 70% o, vive en ciudades y tiene un bajo nivel educativo.
En el caso de Colombia, México y América Central, la proporción de ninis excede al promedio, y el problema se ve agravado por la presencia extendida del crimen organizado.
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"Existe una nueva evidencia que muestra que el problema nini se correlaciona con el crimen y la violencia, elevando los riesgos que enfrentan los jóvenes y la sociedad en general", continúa el texto.
Así, el Banco Mundial alerta que ser nini puede tener efectos negativos de largo plazo sobre la productividad, reduciendo los salarios y las oportunidades de empleo de por vida y frenando el crecimiento económico en general.
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