Ante los cambios que se implementarán a nivel de navegadores y redes sociales, las empresas deben contar con sus bases de datos y sistemas de análisis.
Aumentan iniciativas ante el desafío de involucrar a más mujeres en profesiones STEM; pero está pendiente también generar oportunidades para que desarrollen emprendimientos tecnológicos.
Se debe entender primero cuáles actividades se realizan y con cuáles equipos, analizar el consumo de energía de cada uno y realizar ajustes para reducir costos, incluyendo cambio de hábitos.
La velocidad para crear servicios y aplicaciones digitales es fundamental en un mundo que cambia rápidamente. Durar más de seis meses es un crimen.
Las aplicaciones almacenan los datos y las páginas web usan pequeños archivos (cookies) que observan y determinan las preferencias, hábitos de consumo, relaciones, intereses y gustos del usuario.
Las grandes promesas de la 5G y de la "supremacía cuántica" y las batallas sobre la protección de la vida privada y contra la desinformación son algunos de los principales retos para la tecnología en 2020.
Como todos los saltos tecnológicos, las máquinas cuánticas son un arma de doble filo: algún día podrían impulsar grandes avances en el campo de la inteligencia artificial, pero también podrían superar el cifrado que protege a las computadoras vitales para la seguridad nacional o incluso a los sitios de comercio electrónico que usamos todos los días.
Hay que cerciorarse que la empresa que le ofrece esos servicios cumpla con las condiciones requeridas.
La computación en la nube con servicio al público, ofrecida por compañías como Amazon Web Services, Microsoft Azure y mi empleador, Google Cloud, sigue siendo vista por muchos como una forma más barata y eficiente para que las compañías almacenen y procesen la información.
La idea es capacitar a las próximas generaciones de tecnólogos y legisladores para que consideren las consecuencias de las innovaciones —como las armas autónomas o los vehículos inteligentes— antes de que los productos salgan a la venta.