Hay logros y deudas en relación a las metas asignadas a Fonatel en el Plan Nacional de Desarrollo de las Telecomunicaciones si se revisan las acciones en los programas donde interviernen diferentes entidades y operadores.
Esta adjudicación corresponde a la licitación cuya apelación fue declarada “parcialmente” con lugar por la Contraloría General de la República el pasado 1° de noviembre.
Hay opiniones de todos tipos, colores y sabores. Prácticamente sobre cualquier asunto. Además, con la masificación de los medios y redes sociales, la gente difunde e impone lo que piensa. Así, sin filtros. Sin pensamiento crítico. Sin asumir ninguna responsabilidad. Algunos lo llaman la dictadura de la opinión personal.
¿Es razonable creer que toda esta tecnología al alcance de nuestras manos y sentidos en una forma ubicua y permanente puede agotarnos y desgastarnos en lugar de aliviar nuestras cargas y reducir el estrés de nuestras labores y trabajos?
Diferente a revoluciones anteriores, la transformación tecnológica actual podría no traducirse en más puestos de trabajo para los humanos.
Atrasos en decisiones, en la entrega de listas de beneficiarios, apelaciones en las licitaciones, imprecisión en la información y la complejidad para realizar las instalaciones afectan procesos.
Aún en el marco de estos resultados y desoyendo advertencias de la Contraloría General de la República, algunos insisten en promover proyectos que lleven los fondos hacia otra entidad.
Quizás el mayor problema es que durante décadas los gobiernos se han centrado en aumentar la prosperidad material. Y lo han logrado. Sin embargo, la riqueza material no se ha traducido en abundancia de tiempo.
Sutel reportó 38 reclamos en total en agosto y setiembre por demoras en entrega de equipos y en instalación de conexiones.
¿Qué pensarían si les digo que ya han empezado una serie de señales débiles a cuestionar las ventajas de trabajar masivamente en forma remota?