El gas natural se sitúa entre los combustibles fósiles menos contaminantes.
En 2022 Alemania sorprendió al mundo cuando se las arregló para abandonar el gas ruso sin caer en una recesión intensa, pero recuperar la competitividad del país constituye un desafío aún mayor. Hace tres décadas Alemania pasó de ser el país enfermo de Europa al motor económico que conocemos hoy. Para competir en la economía mundial cada vez más despiadada del siglo XXI, debe reinventarse nuevamente.
Hoy la situación energética de Europa se ve algo más sólida. De no haber un invierno particularmente frío o prolongado, la Unión cuenta con un suministro de gas suficiente.