El resultado fue mucho peor que lo esperado por los analistas, quienes habían estimado un leve aumento, y se produjo después de que la economía creciera un 6,9% en el último trimestre de 2021.
El 90% del gasto del gobierno central se concentra en 10 instituciones; ¿a cuáles instituciones se destinaron los recursos?
A pesar del crecimiento del gasto público, no hemos visto mejoras en la calidad de la educación, ni en salud, ni en vivienda, ni en infraestructura vial.
La presentación de presupuestos extraordinarios ya elevó el nivel de gastos netos presupuestarios del Estado en unos ¢425.000 millones.
La OCDE destacó que uno de los eslabones de importancia en la estrategia fiscal actual es el plan de reforma al empleo público, que tendría “un gran potencial de reducir las brechas de ingresos” y contener el gasto público.
No solo el diálogo intersectorial se quedó corto, sino que la actitud del Gobierno luego de finalizado el proceso agrava la incertidumbre.
Estamos de acuerdo en una cosa: las finanzas públicas están en un estado crítico y necesitan corregirse inmediatamente, de lo contrario todos vamos a sufrir las consecuencias.
Las economías de mercados emergentes, con mayores limitaciones de financiamiento, deberán reordenar las prioridades del gasto y mejorar su eficiencia.
Esta reducción de gasto se une a la que realizó el Gobierno en el primero y segundo presupuestos extraordinarios por ¢404.438 millones, dentro de los cuales se incluyó la eliminación del contenido presupuestario por plazas vacantes, por un monto de ¢80.534 millones.
Las posibilidades de recorte del gasto del Gobierno pasaron de ¢62.000 millones −en el texto de junio− a ¢327.974 millones en el expediente 22.080 que inició su camino en la Asamblea Legislativa este lunes.