La venta de excedentes estará sujeta a la tarifa que establezca la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) cuando finalice la reglamentación de la ley.
Empresa diseña, financia, instala y opera soluciones en energía solar, un mercado que sigue creciendo a nivel local y regional.
Hacer cambios en su cartera de actividades y promover un remozamiento en el marco jurídico son dos caminos que debería seguir la institución para ser una empresa clave en la era digital.
Muchos abogan por dejar libre la posibilidad de crear sistemas de generación en los que la energía producida sea usada para autoconsumo y los sobrantes se inyecten en la red eléctrica a cambio de un pago, otros creen que es una amenaza directa para las empresas eléctricas. Son discursos que empiezan a superarse fuera de Costa Rica.
La torre de 21 pisos de altura que albergará a partir de el nuevo Congreso de la República tendrá en su techo 169 paneles solares con los que generará 65 kilowatts (kW) y abastecer el 49% de la demanda que se producirá tras el traslado de los diputados al nuevo recinto. Este sistema de paneles es capaz de generar la energía equivalente al consumo promedio de 456 casas.
La nueva iniciativa de ley presenta algo nuevo a la generación distribuida permitida en Costa Rica: la venta de excedentes de la producción eléctrica. Algo hasta ahora imposible en el país.
Un nuevo reglamento pretende cambiar las reglas de la generación distribuida en el país y está a menos de un mes de hacerse oficial. En sencillo, la generación distribuida lo que plantea es que un usuario particular puede convertirse en un pequeño generador eléctrico, se convierte en consumidor/generador, para producir electricidad de autoconsumo.
El problema de la institución no son solo sus números en rojo. La generación distribuida, cada vez más accesible, hace que el ICE deba dejar de confiar en la electricidad como su sostén principal y mueva la vista hacia nuevos negocios y nuevos clientes.
Con reglas claras, poco a poco más hogares y empresas podrán implementar la generación distribuida
País atiende consumo con energía hidroeléctrica en su mayoría; reto está en diversificar la matriz