
Las transacciones del mercado cambiario demuestran que, este año, la demanda de divisas ha sido muy superior a la oferta, lo que ha presionado al alza el tipo de cambio del dólar.
Sin embargo, no se espera que el precio de la divisa tenga un cambio abrupto como el que tuvo en mayo en lo que resta del 2017.
De enero a junio pasado, la demanda de dólares total del mercado fue de $9.114 millones, mientras que la oferta fue de $8.605 millones.

Con respecto al año pasado, las ventas por parte de los intermediarios cambiarios (demanda) registraron un aumento del 13,5%, mientras que las compras (oferta) crecieron un 5,9%.
En términos absolutos, la demanda creció en $1.081 millones (en relación con el mismo periodo del año anterior) mientras que la oferta solo subió $193 millones.
Ese aumento en la venta de divisas es seis veces mayor a las compras.

Adicionalmente, el crecimiento de la venta de dólares casi duplicó el incremento absoluto registrado entre el primer semestre del 2017 y el primer semestre del 2016, versus el incremento absoluto entre el primer semestre del 2016 y la primera mitad del 2015.
El crecimiento en la demanda del mercado cambiario registrado este año ha incidido en el tipo de cambio del dólar.
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Cuando la oferta de divisas es mayor que la demanda, el precio del dólar tiende a bajar, pero si la demanda es mayor, el precio sube.
“Si hay mayores flujos de divisas se puede afectar el tipo de cambio, pero también, si sube el tipo de cambio, los agentes económicos tienden a reaccionar por expectativas o temores y realizan más transacciones de compra y eso, a su vez, sube aún más el precio del dólar”, explicó Mauricio Hernández, gerente de Prival Bank.

El mercado cambiario comenzó a presentar desde enero una mayor demanda de dólares y en marzo, se dio la mayor venta de divisas del año, por $1.616 millones.
Para ese momento, ya se comenzaba a sentir las presiones en el dólar.
El precio promedio de la moneda en el Monex en la primera semana de enero se ubicó en ¢561 y al cierre de marzo llegó a ¢567. Durante los dos meses siguientes, subió ¢13 más y en la última semana de mayo alcanzó ¢580, el precio más alto del semestre.
Posterior a ese periodo, se revirtió el efecto creciente de la demanda de divisas y más bien hubo un aumento en la oferta.
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En mayo, la oferta creció 40% respecto de abril; pasó de $1.209 millones a $1.669 millones. Luego volvió al ritmo de crecimiento habitual en junio.
Expectativas de estabilidad
Después del periodo convulso que se observó en mayo, el precio del dólar se ha mantenido entre ¢575 y ¢576 y, en junio, la oferta y la demanda fueron menores que durante el mes previo.
La expectativa es que esta tendencia se mantenga y que el precio de la divisa estadounidense no tenga sobresaltos el resto del año, aunque puede seguir subiendo.
Para Adriana Rodríguez, gerente de Análisis Económico de Scotiabank, se espera que el tipo de cambio se mantenga estable, pero con tendencia al alza.
“Aunque el déficit de divisas del sector privado se modere en los próximos meses, la demanda neta por dólares del sector público es muy estable y el Banco Central deberá aprovechar los excesos de divisas para reponer las reservas internacionales que ha perdido en intervenciones al Monex”, aseguró Francisco Chavarría, subgerente de Negocios de Banco Promerica.
Otro factor que podría mantener la estabilidad es el aumento de las tasas de interés en colones que ha impulsado el Banco Central, como medida para desincentivar la inversión en dólares y, a su vez, la demanda de la divisa.
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Sin embargo, para Chavarría, hasta que las tasas en colones alcancen un nivel que restaure un premio por invertir que resulte satisfactorio para los inversionistas, la dolarización de la riqueza financiera seguiría alimentando la tendencia al alza del dólar.
Tendencias favorables
Empero, existen factores propios del segundo semestre del año que podrían beneficiar la estabilidad del flujo de divisas y del tipo de cambio.
En este periodo ingresan más dólares de visitantes del exterior, por ser temporada alta de turismo.
Además, al cierre del segundo semestre, las empresas extranjeras realizan los pagos de aguinaldos, impuestos y dividendos, entre otros (por lo que cambian dólares por colones).
Esto propiciaría un mayor ingreso de divisas al mercado, lo que aumenta la oferta y hace que el precio del dólar pueda bajar un poco o mantenga la estabilidad mostrada en estos últimos dos meses.