El pasado 14 de agosto, el Ministerio de Hacienda anunció los resultados fiscales del primer semestre de 2025, destacando con optimismo que la deuda del Gobierno Central se redujo a un 57,4% del Producto Interno Bruto (PIB) al mes de junio, ubicándose 2,4 puntos porcentuales por debajo del 59,8% registrado al cierre de 2024.
Sin embargo, esta cifra omite un importante monto de ₡4,43 billones que corresponden a la deuda del Estado con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y que no es reconocido oficialmente por el gobierno.
¿Cuáles serían las implicaciones de incluir esa cifra en el balance financiero del país? ¿Por qué no se ha avanzado en la búsqueda de acuerdos para el pago de dicha deuda?
El Financiero conversó con el ministro de Hacienda, Rudolf Lücke, para aclarar estas dudas y conocer su visión sobre las posibles soluciones para hacer frente a las obligaciones del Estado con la CCSS. A continuación, un extracto de la entrevista.
–La deuda del Estado con la CCSS tuvo un incremento de casi el 50% entre 2022 y 2024. ¿Cuáles son las razones técnicas, financieras y políticas que han permitido este crecimiento?
-Lo primero es aclarar que el Estado, como patrono, está al día en sus obligaciones con la Caja. Lo que se señala como deuda está en el Seguro de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y el Seguro de Salud, que corresponde a las personas aseguradas por el Estado y representa el 83% de toda la deuda.
Cuando nosotros llegamos, vemos que el monto del IVM es bastante pequeño y se puede conciliar. El problema está en lo que se menciona impagable, que son esos ₡4 billones que corresponden al Seguro de Salud.
En 2023 se hace una negociación y se llega a un acuerdo por un monto de ₵51.738 millones que se pagó en dos tractos, una parte en 2023 y el resto en 2024.
O sea, lo que se ha logrado conciliar se ha pagado, pero lo demás ha sido muy complejo de conciliar porque tenemos diferencias en cuanto a la información.
Recibimos las bases de datos de la Caja con ciertas falencias y ahí empieza el problema, porque cuesta mucho analizar la información, de manera que podamos darle el visto bueno.
Había problemas metodológicos en la conformación de esa base y además problemas de casos particulares, en donde los datos de algunos asegurados correspondían a personas que ya habían fallecido, por ejemplo. Este tipo de cosas levantan las alertas.
- Usted menciona las discrepancias con las bases de datos, pero anteriormente se ha dicho que la raíz del problema está en que nunca se estableció una fuente de recursos para cubrir el pago de los asegurados por parte del Estado.
-Exactamente. Para presupuestar esto, uno puede ir haciendo un plan, pero primero necesitamos estar de acuerdo en cuánto es la deuda. Y ahí es donde nace el problema.
El pago de esos ₵51.738 millones que se logró acordar en 2023 correspondía a la cuota del Estado al Seguro de Salud del periodo 2015 a 2018.
Tuvimos las mesas técnicas para ver la información del 2018 en adelante y allí se detectó que las bases de datos tienen muchos problemas.
-¿Se ha logrado algún avance desde entonces en esas mesas técnicas y se ha dado seguimiento a la actualización de las bases de datos?
-Las últimas reuniones fueron el año pasado, pero hicimos una solicitud de la información y la entrega se dilató mucho.
Cuando por fin nos llega la información, empezamos con temas más técnicos. Por ejemplo, nosotros necesitamos que las cifras vengan divididas en un esquema de base de datos, pero ellos nos envían un archivo donde todo viene en una sola línea, entonces a nivel informático es muy complejo trabajarlo.
Los equipos técnicos tienen que ponerse de acuerdo en que las bases de datos están bien para revisar cada caso e ir sumando los montos para definir cuánto es y, si estamos de acuerdo, hacer un arreglo y pagarlo, así como se hizo en 2023 y 2024.
- La gerencia financiera de la CCSS sostiene que la deuda sigue creciendo porque Hacienda asigna un presupuesto mucho más bajo de lo que ellos proyectan para cada año. Para este 2025 existe una brecha de ₵373.793 millones entre lo solicitado por la institución y lo asignado en el Presupuesto de la República. ¿Por qué se asignó un presupuesto tan inferior a los requerimientos?
-Básicamente es por esa diferencia en los asegurados por parte del Estado, donde hay casos que nosotros no validamos.
La Caja proyecta un monto de aportes del Estado, pero hay que ver lo que realmente podemos financiar dentro del presupuesto y además estar de acuerdo en que esa asignación es correcta.
La Caja registra como deuda lo que no se giró contra su proyección y ahí surge la controversia: Hacienda ocupa un ajuste presupuestario y la Caja lo ve como un nuevo saldo por cobrar.
-¿Por qué esta deuda del Estado con la CCSS no se integra en las cifras oficiales de la deuda pública del país?
-Justamente porque no estamos de acuerdo con el monto. Como no hemos llegado a estar de acuerdo, no se incorpora dentro de la deuda total.
En algún momento uno puede evaluar esto e incorporarlo, pero, para explicar lo que eso implica: nosotros logramos bajar la deuda a 57,4% del PIB, y lo que la Caja aduce de la deuda anda en ₡4 billones, más o menos. Con eso la deuda llegaría al 63% o 64% del PIB.
Es algo complicado asumir que es correcto cuando hemos encontrado diferencias y cuando la capacidad del Estado de financiar esto en un único momento es imposible.
-En otras palabras, incorporar esa cifra oficialmente en la deuda pública tendría un gran impacto en el balance financiero del país.
-Claro, y afectaría a la regla fiscal. Cuando se crea la regla fiscal y se genera todo este esquema de cómo se van a ir comportando los incrementos de los presupuestos, se hace bajo un análisis de la deuda interna y externa, sin incluir la deuda con la Caja.
Entonces, por ejemplo, los límites de regla tendrían que revisarse y eso implica un proyecto de ley para que los límites se determinen tomando en cuenta la deuda con la Caja.
Si se asume la deuda como tal y la incluimos dentro de la deuda total, lo que vamos a tener es un efecto de regla tan fuerte que va a contraer el presupuesto de todas las instituciones. No podríamos hacer las inversiones en capital que tenemos pensadas para el próximo año.
Bajo ese escenario, sería una contracción completa.
-La Contraloría General de la República ha señalado que el desafío no sólo radica en que el Estado pague sus obligaciones y deudas con el Seguro de Salud, sino que lo haga sin comprometer las finanzas públicas a mediano y largo plazo. ¿Es esto posible?
- Creo que esto se puede resolver, no asumiendo que ese monto de la deuda es correcto y que se va a presupuestar para los próximos años, sino más bien definiendo cuál es la necesidad que tiene la Caja y en qué forma podría el gobierno hacer aportes anuales programados.
Básicamente partimos de que es una deuda enorme y no es factible pagarla en el corto o mediano plazo. Una opción es llegar a un acuerdo de hacer una transferencia fija anual, tal vez ajustada por inflación, que cumpla con el objetivo de ayudar al financiamiento de la Caja y desaparecer la deuda que existe hoy en día pero que se va a transformar en este ejercicio que puede ser a 40 años, 50 años o no tener un fin.
Es una forma de evitar que se contabilice esa deuda a nivel de la deuda del gobierno central y también es una forma de darle sostenibilidad al Seguro de Salud sin que la Caja tenga que usar sus reservas.
-Esta posible solución que usted menciona, de establecer una transferencia fija anual, ¿se ha planteado oficialmente? ¿Es viable llegar a un acuerdo de ese tipo?
-En las mesas técnicas se ha valorado y a nivel más político existieron esas conversaciones, pero no ha avanzado mucho. Sí es algo, creo yo, que debería retomarse.
- ¿Qué fuentes de ingresos se podrían plantear para financiar esas transferencias? ¿Habría que crear nuevos impuestos, por ejemplo?
- No, no vamos a crear nuevos impuestos y la idea es no incrementar la deuda por encima del 60%. El único componente que tenemos es el gasto, pero ya por regla fiscal está bastante restringido.
La mejor opción es identificar las exoneraciones que existen y que tienen componentes regresivos, o sea, que benefician a los hogares de mayores ingresos. Por ejemplo, las exoneración de boletos aéreos, tal vez el monto es pequeño, pero es un componente importante en términos de progresividad.
Si no queremos subir impuestos ni incrementar la deuda por encima del 60%, y el gasto está muy restringido, lo que nos queda es revisar todas esas exoneraciones que se han ido otorgando. Así podríamos encontrar recursos para hacer una transferencia que no nos afecte presupuestariamente y que contribuya a la sostenibilidad de la Caja.
-¿Cuál es la posición del presidente de la República, Rodrigo Chaves, con respecto a buscar posibles soluciones a la deuda con la Caja?
-Eso sería bueno verlo directamente con don Rodrigo, pero claramente la posición de él ha sido que no vamos a crear ni a aumentar impuestos, y ha estado convencido de que la deuda tiene que bajar por debajo del 60%.
Si uno toma estos dos objetivos, que han estado claros desde el inicio de la administración, se puede decir que el enfoque no sería ni por medio de nuevos impuestos ni por medio de endeudamiento.
-Existe una propuesta de la gerencia financiera de la CCSS que plantea crear una obligación unificada para que el Estado cubra el costo total del primer nivel de atención en salud. ¿Le parece viable una propuesta de este tipo?
-No la conozco, pero suena razonable hacer una unificación de la deuda y establecer un solo pago. Lo que me preocuparía es que ese pago se establezca como un porcentaje del PIB, porque el PIB crece mucho, pero no necesariamente la recaudación crece igual.
Entonces, si le asignamos un destino específico a un porcentaje del PIB, nos puede generar este tipo de situaciones en donde tenemos que hacer una transferencia muy grande que sobrepasa nuestras capacidades presupuestarias.
Yo evitaría hacerlo con un porcentaje del PIB y buscaría otro mecanismo, pero me parece razonable que sea una unificación de los componentes de la deuda y un pago anual que se vaya ajustando. Es algo que podríamos valorar.
-¿Qué puede esperar la CCSS del Presupuesto de la República que se está preparando para el año 2026?
- (El ministro solicitó tiempo para revisar los datos del prespuesto en preparación y responder esta pregunta después de la entrevista. Posteriormente, por medio de la oficina de prensa del Ministerio, se envió la siguiente respuesta: “indica la Dirección General de Presupuesto Nacional que, si bien no pueden precisar el dato porque el presupuesto aún no se ha cerrado, sí habrá un aumento importante en la asignación de recursos a la CCSS para el próximo año, con respecto a lo asignado en 2025”).