
Este 2021 la economía mundial crecería en 5,7%, según la última edición del informe de Perspectivas Económicas Provisionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Esta cifra es 0,1 punto porcentual menor a la que se proyectó en mayo anterior.
Para el 2022 también se actualizaron las proyecciones y se espera que crezca en 4,5%; en este caso, se ajustó al alza respecto a mayo, cuando se informó sobre un posible crecimiento del 4,4%.
Pese a que la economía mundial está creciendo a un ritmo mayor a lo que se esperaba hace un año, la OCDE destacó en su informe que la recuperación continúa siendo desigual y que expone a los mercados, tanto avanzados como emergentes.
El informe también resalta el apoyo de los gobiernos y los bancos centrales en el globo, que ayudaron a evitar consecuencias mayores cuando la pandemia afectó las actividades económicas, a través de sus políticas monetarias y programas de asistencia.
Según la organización, pese a que en algunos países la producción ha recobrado sus niveles anteriores a la pandemia, la recuperación es incompleta y los puestos de trabajo y las rentas siguen estando por debajo de lo que se mantenía antes de la crisis.
Este es el caso de Costa Rica, que ha visto una mejoría en su nivel de producción, que incluso ya alcanzó niveles prepandemia; sin embargo, el desempleo entre mayo y junio reportó una tasa del 17,4%, de acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC).
El informe publicado por la OCDE no incluye la previsión de crecimiento económico para Costa Rica, pero sí de algunos otros países, principalmente los desarrollados o pertenecientes al grupo G20.
Para Estados Unidos la organización prevé un crecimiento del 6% mientras que para China de un 8,5%; el país asiático es el que más crecería este 2021, según las proyecciones del informe.
Otros países de la región como Argentina, México y Brasil podrían ver un crecimiento de sus productos internos brutos en 7,6%; 6,3% y 5,2% respectivamente.
Desigualdades en vacunación
Asimismo, las perspectivas de inflación presentan diferencias notables, ya que han aumentado considerablemente en Estados Unidos y en algunas economías de mercados emergentes, pero continúan siendo relativamente bajas en muchas otras economías avanzadas, en particular de la eurozona.
El rápido aumento de la demanda conforme se reabren las economías ha incrementado los precios de materias primas esenciales como el petróleo y los metales, así como los precios de los alimentos, lo cual tiene un efecto más acusado en la inflación de mercados emergentes. Los costos del transporte, principalmente el marítimo, también presenta un aumento considerable.
No obstante, al igual que la Reserva Federal de Estados Unidos, la OCDE espera que estas presiones inflacionistas se desvanezcan con el tiempo. La previsión para la inflación de los precios al consumo en los países del G20 es que alcance un punto de inflexión máximo hacia finales de 2021 y se desacelere a lo largo de 2022.
Por otro lado, las grandes disparidades en las tasas de vacunación entre países contribuyen a la heterogeneidad de la recuperación. Los nuevos brotes del virus están obligando a algunos países a restringir sus actividades, ocasionado cuellos de botella y agravando la falta de disponibilidad de suministros, señaló la OCDE.
El informe advierte que, para que la recuperación siga su curso, se requieren mayores esfuerzos internacionales dirigidos a proporcionar a los países de renta baja los recursos necesarios para vacunar a su población, tanto en beneficio propio como mundial.
Mathias Cormann, secretario general de la organización, señaló que el mundo está experimentando una fuerte recuperación gracias a las medidas decisivas adoptadas por los gobiernos y los bancos centrales en el momento álgido de la crisis. Sin embargo, al igual que en el caso de la distribución de vacunas, los avances están siendo dispares.
“Para garantizar que la recuperación sea sostenida y generalizada es necesario actuar en varios frentes, que irían desde programas de vacunación eficaces en todos los países hasta estrategias de inversión pública concertadas orientadas al futuro”, dijo Cormann.
Asimismo, el apoyo de la política macroeconómica sigue siendo preciso, ya que las perspectivas son inciertas y el empleo aún no se ha recuperado plenamente, pero hace falta una orientación clara por parte de los responsables de la formulación de políticas con el fin de minimizar los riesgos de cara al futuro.
En Costa Rica, el Banco Central anunció que continuarán manteniendo la tasa de política monetaria en 0,75%, la más baja en la historia.