Cuando de pedir un crédito se trata, una fuerte devaluación parece desincentivar la solicitud de préstamos en dólares mucho más rápido que un incremento de las tasas en colones frena la demanda de préstamos en moneda local.
Así lo demuestra un análisis realizado por EF de las cifras entre el 2012 y el 2016, cuando ocurrieron ajustes en la Tasa Básica Pasiva (TBP) y el tipo de cambio.
Se aclara que dicho análisis no sugiere una correlación única y una causalidad, pues existen otros factores que inciden en la decisión de solicitar un crédito.

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En esa ocasión, el crecimiento interanual del crédito en moneda extranjera pasó de 16% a un mínimo de 6% en 10 meses.
Anteriormente, entre julio y octubre del 2012, la Tasa Básica Pasiva (TBP) alcanzó niveles relativamente altos, que superaron los 10 puntos porcentuales. Un año más tarde, el crecimiento del saldo de préstamos en colones había caído del 12% al 7%.
Más recientemente, del 2015 en adelante, el valor del dólar tendió a bajar y estabilizarse, mientras que la TBP tuvo una tendencia paulatina a la baja.
Dada la situación, los préstamos en dólares retomaron su ritmo de crecimiento, incluso por encima de los de colones.
Para la economista de Scotiabank Adriana Rodríguez, la devaluación impacta la demanda de dólares en la medida en que el demandante juzgue o crea cuánto durará el fenómeno, pues de esto dependerá si toma o no un préstamo debido a la variación que puedan tener las cuotas.
“En Costa Rica, la trayectoria del tipo de cambio de los últimos cinco años, y la ausencia de volatilidades cambiarias importantes en el periodo anterior, incita al consumidor a pensar que no habrá movimientos bruscos en su contra hacia adelante y a sentirse cómodo con el riesgo cambiario que asume”, añadió.
Edna Camacho, economista y presidenta de Academia de Centroamérica, considera que la preferencia de las personas y empresas por la moneda de los créditos dependerá de la magnitud de la devaluación esperada y cómo esta les favorezca más.
Según esas expectativas, los deudores más sensibles son los que no generan dólares como ingreso principal.
Según datos de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef), el 78% de los actuales deudores en dólares no tiene ingresos en esa divisa y enfrentan el riesgo cambiario.
El Banco Central de Costa Rica (BCCR) reconoció que esa mayor demanda por el financiamiento en moneda extranjera podría responder a la relativa estabilidad cambiaria y porque el costo de las operaciones en dólares es menor a las de colones.
Lo anterior dado que la tasa de interés media en colones, en mayo pasado, fue superior 3,2 puntos porcentuales.
La diferencia de las tasas con respecto a las de colones es otro de los argumentos suscritos por el exbanquero Gerardo Corrales.
“Por ejemplo, los bancos del Estado reportan tasas para vivienda de 10,8% y la inflación es negativa, por lo que la tasa real es 11,8%, contra una tasa en dólares de 8%; por lo que si el tipo de cambio es fijo, sin duda las cuotas en colones son casi un 30% más altas”, explicó.
Correlaciones
Desde enero del 2011 hasta mayo del 2015, el porcentaje de devaluación interanual tiene correlación negativa con el movimiento del crédito en dólares.
Con los créditos en colones, la correlación más bien es positiva e, incluso, con un impacto en un menor plazo.
Lo anterior significa que cuando hay un aumento en el valor del dólar, pocos meses después aumenta la preferencia por las operaciones en colones.
Mientras tanto, se desincentiva la escogencia de los dólares a un plazo un poco mayor.
Por otro lado, en las operaciones en colones, la TBP tiene una relación inversa con los préstamos en moneda nacional.
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No obstante, para los meses observados, la correlación más fuerte de la tasa en colones tiene una mayor fortaleza hasta un año después.
El BCCR ha insistido en que el proceso de transmisión de los descensos aplicados a la Tasa de Política Monetaria continúa y un ejemplo es la tendencia a la baja de los cambios de la TBP.
Luis Diego Herrera, economista del Grupo Acobo, aseveró que las decisiones de preferencia de moneda en el crédito dependen de múltiples factores y no solamente del porcentaje de devaluación que ocurra.
El nivel del tipo de cambio, las tasas de interés, el ingreso y las perspectivas de la economía en el futuro son parte de lo que en teoría debería afectar la decisión de la moneda en que se tome el financiamiento.
El exbanquero Carlos Fernández dijo que, entre el 2012 y parte del 2015, la correlación directa entre los saldos de la cartera en colones y los movimientos de la TBP es más clara, pero que más recientemente el descenso en la tasa de referencia aún no se refleja en el crecimiento del crédito en colones.
Según su opinión, la información de esas variaciones muestran el indicio de que el aumento del saldo en el 2014 no necesariamente se produjo por una reducción de las tasas en colones y más bien pudo ser por el fuerte golpe que tuvo el tipo de cambio.