Los estudiantes de las universidades públicas nacionales tienen la opción de hacer su trabajo final de graduación —o parte de él— en centros educativos extranjeros.
El proceso varía de una universidad a otra pero, en general, se trabaja en conjunto con instituciones educativas del exterior que le abren pasantías a alumnos foráneos.
Las mayores posibilidades las tiene el Tecnológico de Costa Rica (TEC), pues aquí los estudiantes pueden realizar de forma completa sus trabajos en el exterior con un programa especial para ello, en la Oficina de Intercambios Estudiantiles.
Para ser parte de él lo que se pide es ser estudiante regular próximo a graduarse, no tener sanciones disciplinarias y conocer el idioma del destino.
Quienes cumplan con esos requisitos deben solicitar el aval de su escuela e identificar a una universidad que les acepte para investigar y defender su tesis allá. Una vez aprobada la prueba, el estudiante regresará a Costa Rica a graduarse.
La UNA, por su parte, trabaja el proceso en su Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa. Tras una consulta de EF, el rector Francisco González, indicó que trámite se realiza mediante una pasantía en la que el estudiante puede hacer “una práctica profesional supervisada para su tesis o colaborar con un proyecto instaurado en la universidad anfitriona extranjera”.
En la UCR el trámite es similar pues se da la opción de hacer intercambios académicos internacionales mientras se trabaja en la tesis, como una forma de acceder a bases de datos, bibliotecas y personal extranjero experto. Esto se gestiona con la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa.
La UNED, finalmente, tiene un programa un poco más pequeño que permite pasantías breves —de una a dos semanas— para investigar, socializar y contrastar resultados.
Estas fueron las opciones que aprovecharon Nazareth Fonseca y Samuel Villalobos, estudiantes de Ingeniería en Construcción y de Biotecnología —respectivamente— en el TEC.
El río Lagarto en Canadá
“Yo siempre había soñado con ir a Canadá”, dijo Quesada en una entrevista con este medio.
La ahora ingeniera regresó al país hace unas semanas, tras haber presentado su trabajo final de graduación en la canadiense York University, y gracias a una beca del Emerging Leaders in the Americas Program.
Su investigación revisó diferentes métodos para reparar el puente sobre río Lagarto, ubicado en la ruta 2 de Golfito.
“Yo toda mi carrera la cursé en el TEC, solo el trabajo final de graduación lo hice en Canadá, gracias a la Oficina de Intercambios Estudiantiles que me ayudó con el proceso, dijo Quesada. La estuiante agregó que para obtener la beca tuvo que tener el visto bueno de un profesor de la universidad canadiense que le acompañara como tutor.
“Allá adaptamos el tema a nuestro país para que en Costa Rica fuese útil”, contó, “por eso elegimos un puente nacional”.

El proyecto analizó el rendimiento estructural de los refuerzos con concreto del puente e indagó cómo reparar sus pilas de concreto:
“Nosotros aplicamos un método de reparación que se llama ‘encamisado’ en un programa computacional. Este encamisado está hecho con un concreto de alto desempeño y al aplicarlo nos dimos cuenta que se aumentaba la resistencia de la estructura y de que se podía mejorar su desempeño, por lo que esa podía ser una buena opción para repararlo. Ese concreto en específico no está en el país en este momento pero esperamos que sea utilizado a futuro”.
El título, para la estudiante, “aporta un grano para estas reparaciones que son importantes para el país”.
Ahora Fonseca cursará su maestría en la misma universidad canadiense, en Ciencias Aplicadas (MASc) en Ingeniería Civil con énfasis en Ingeniería Estructural.
“Me encantaría decirle a todo el mundo que si tienen esa espinita de hacer algo grande, diferente, que se animen, que tomen las oportunidades y que se arriesguen. El conocimiento va a ser distinto a lo que podrían recibir acá y por eso vale la pena”.
Biotecnología en Karolinska
Samuel Villalobos, alumno de Ingeniería en Biotecnología también del TEC, está por iniciar su proyecto de tesis fuera del país.

El joven viajará al Instituto Karolinsk, en Suecia —entidad responsable de otorgar el Premio Nobel de Fisiología y de Medicina— para estudiar la fisiología del tracto gastrointestinal y las glándulas exocrinas, con el fin de entender cómo los distintos órganos del sistema digestivo se relacionan a través de señales moleculares.
La idea es identificar rutas de comunicación que puedan ayudar en el tratamiento de enfermedades gastrointestinales e inflamatorias.
“Todo esto me prepara para, desde la biotecnología, contribuir con soluciones innovadoras en salud y fortalecer la ciencia en Costa Rica”, explicó.