Una auditoría técnica realizada por el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) confirmó incumplimientos en la calidad de los arreglos realizados en la pista del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber Quirós en Liberia, conocido a nivel aeronáutico como Guanacaste Aeropuerto. Los hallazgos del Laboratorio señalan que la pista presenta deterioro prematuro y falla en el valor clave de resistencia (PCR por sus siglas en inglés), lo que podría comprometer la seguridad operacional de la terminal aérea.
Eventualmente, si no se cumple con los valores de PCR, esto podría ocasionar la suspensión de operaciones en la segunda terminal aérea de importancia en Costa Rica. Además, para las aerolíneas es primordial que las pistas donde aterrizan y despegan estén en buenas condiciones.
Mediante correos electrónicos, este medio pudo confirmar con las aerolíneas Air France-KLM e Iberia que recientemente solicitaron a las autoridades de aviación del país una certificación del estado de la pista del aeropuerto guanacasteco. De hecho, hace algunos años, la ruta que operaba KLM entre Liberia y Amsterdam se suspendió debido precisamente al estado de la pista.
Maristella Rodríguez, gerente del grupo Air France - KLM para Costa Rica, señaló que recientemente se reunieron con representantes del sector aeronáutico del país y otras aerolíneas, donde se les informó que las obras de reparación habían concluido, pero que aún estaba pendiente la certificación técnica de la pista.
“Este estudio debe ser realizado por una empresa especializada y, hasta el momento, no se ha comunicado una fecha específica para su entrega. Dichos números certificados son fundamentales para determinar la resistencia de la pista y el tipo de aeronaves que puede recibir con seguridad”, señaló Rodríguez.
Por su parte, Iberia también solicitó la certificación de la pista de Liberia, ya que esta terminal está designada como aeropuerto alternativo en caso de que el Juan Santamaría no pueda recibir vuelos. Ambas compañías confirman que, para ellas, la certificación oficial es un requisito indispensable para operar con tranquilidad.
Igualmente, las dos compañías aéreas concuerdan con que su operación en Costa Rica está bien cubierta volando a San José porque así conectan de mejor manera a nivel internacional.

Las claves del informe
El estudio del Lanamme, entregado al jerarca del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Efraím Zeledón, como presidente del Consejo Técnico de Aviación Civil (Cetac), es contundente. Evaluó los trabajos realizados por la empresa MECO entre marzo de 2024 y marzo de 2025 y encontró que las deformaciones en la superficie de la pista son “manifestaciones significativas de deterioro prematuro”.
Para este proyecto la inversión rondó los $40 millones.
El problema central radica en el PCR. Según Lanamme, existe una “tendencia significativa a incumplir con el valor del PCR esperado” para permitir operaciones aéreas sin restricciones.
El 75% de los puntos medidos (331 de 439) incumplen con el valor requerido, una condición que los ingenieros califican de “inadecuada para una intervención tan reciente” y que compromete la seguridad estructural y operativa del pavimento.
Los expertos del Lanamme también emitieron una alerta sobre la resistencia al deslizamiento de la pista. Sus análisis concluyeron que, en algunas secciones, la capacidad de frenado se encuentra reducida, especialmente bajo condiciones húmedas.
Esta reducción de la fricción superficial está directamente relacionada con las deformaciones en la zona de contacto de las aeronaves. El informe advierte que ciertas áreas de la pista “representan un riesgo significativo de deslizamiento, particularmente durante aterrizajes en pista mojada.
La empresa MECO, a través de su presidente, José Alfredo Sánchez, negó enfáticamente la existencia de deterioro prematuro en la obra. La constructora refutó los hallazgos del Lanamme alegando errores técnicos en la metodología del laboratorio.
MECO argumenta que el Lanamme basó su análisis del PCR en una proyección de desempeño de la pista a 20 años, lo cual, según la empresa, no se ajusta a la vida útil de diseño de la ingeniería de valor, que fue definida en 10 años para este proyecto.
LEA MÁS: Estas son las 21 ciudades con vuelos directos desde el aeropuerto de Liberia, en Guanacaste
La empresa también cuestionó que el Lanamme utilizara “insumos errados” para sus análisis, señalando que las calicatas (perforaciones) utilizadas corresponden a datos de 2022 y a sondeos realizados en los márgenes de la pista, fuera de la zona central de operación.
El contexto en el que se entregó el informe agrega controversia. El Lanamme remitió el documento al Cetac el 5 de septiembre, a pesar de que su contratación había sido suspendida en agosto a raíz de una denuncia planteada por MECO por supuestas irregularidades en el proceso.
El director del Lanamme, Rolando Castillo, justificó la entrega del informe señalando que los trabajos de campo y laboratorio ya estaban completados al 100% al momento de la suspensión. Además, argumentó que “retener información técnica esencial” que revela datos críticos sobre la seguridad y la capacidad estructural de la pista sería irresponsable y podría conllevar riesgos.
Los hallazgos del Lanamme refuerzan la investigación judicial conocida como el Caso Pista Oscura, que indaga si cambios en los diseños de la reparación (ingeniería de valor) provocaron una intervención deficiente a un costo millonario. El caso involucra a exjerarcas del MOPT y Aviación Civil.
El ministro del MOPT manifestó que no se referiría al informe específico de Lanamme, alegando que la contratación se encuentra bajo investigación. No obstante, recordó que la obra cuenta con pólizas de garantía vigentes y que aún “no se ha hecho la recepción definitiva”. Esto significa que cualquier corrección necesaria deberá ser atendida por el contratista, MECO, quien insistió en que el proyecto tiene una garantía de cinco años y que solo se trató de un desprendimiento puntual de asfalto ocurrido el 3 de septiembre.
Mientras tanto, el aeropuerto sigue operando con normalidad a la espera de los próximos pasos y las diferencias y se planifican eventuales reparaciones y mejoras para subsanar las falencias detectadas.
