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Colón. Un extenso terreno dentro de una zona industrial de la ciudad caribeña de Colón, en el norte de Panamá, albergará la primera planta de gas natural de Centroamérica a partir de 2018.
Se trata del primer proyecto en la región para generar energía a base de gas natural licuado, construido por la empresa estadounidense AES en asociación con Inversiones Bahía, del magnate panameño Stanley Motta, a un costo de $1.150 millones y que creará 2.000 empleos en su construcción y unos 200 en su operación.
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La planta de Gas Natural Colón estará ubicada en la Isla Telfers, en la provincia de Colón, unos 80 kilómetros al norte de la capital del país y tiene previsto que a partir del primer trimestre de 2018 aportará 381 megavatios de energía limpia, menos contaminante que otros combustibles fósiles y también menos onerosos.
La nueva central de generación de energía utilizará la tecnología de ciclo combinado, que reutiliza el calor de los gases de escape de las turbinas de gas para obtener vapor que será usado por una turbina de vapor, que solo requerirá un tercio de agua de lo que las centrales convencionales demandan.
El gerente general de AES Panamá, Miguel Bolinaga, dijo, tras iniciar la fase de construcción de la planta de procesamiento, que la empresa ha sido muy exigente al medir el impacto ambiental en el área donde se levantará.
"El estudio de impacto ambiental indica cada una de las actividades que tenemos que hacer para evitar cualquier accidente con el gas; estamos conscientes de las comunidades y fauna que hay a nuestro alrededor", aseveró.
Dentro del perímetro donde se construirá la planta se encuentra el principal vertedero de basura de la provincia y manglares que han sido devastados por el crecimiento imperante de las empresas.
El directivo dijo que los desechos que genere la planta generarán cero partículas sólidas y un 80% menos de emisiones de CO2 al medio ambiente y destacó que tendrá un nivel de seguridad superior al que posee la cercana termoeléctrica Bahía Las Minas, en Colón.
"Cualquier persona podrá verificar el consumo de combustible, así como ver todo lo que tienen que ver con el entorno ambiental cuando la planta esté lista en el 2018 mediante nuestra web" , relató el vocero de la compañía.
Bolinaga explicó que el complejo de gas representará el 17% de la matriz energética cuando comience a funcionar, y que ayudará a que se reemplace el uso de diesel y búnker, contribuyendo a un entorno saludable.
La planta se levantará junto con una terminal portuaria de importación, que tendrá un tanque con capacidad de 180.000 metros cúbicos para almacenar el gas natural, cerca de la nueva esclusa de Aguas Claras del Canal de Panamá ampliado, que se inaugurará el próximo 26 de junio.
Esta será suficiente para abastecer a AES Colón y otras que se construyan para el mismo combustible fósil, potenciando el desarrollo de otros usos como el gas natural vehicular, el reabastecimiento de embarcaciones que transiten a diario por la vía acuática y la exportación de excedentes a Centroamérica.
El presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, que acudió al inicio de las obras, informó de que el proyecto convertirá a su país en un centro de distribución de gas natural licuado para Centroamérica.
A su vez, el presidente ejecutivo de AES Corporation, Andrés Gluski, destacó que el combustible será más económico con respecto a los demás derivados fósiles, y que el país reducirá la dependencia de la generación hidroeléctrica y el riesgo asociados a fenómenos climáticos.
Recordó que AES opera desde hace doce años una planta de gas natural en República Dominicana, que sirvió como modelo inicial para AES Colón.
Actualmente, la capacidad instalada de generación eléctrica del país es de alrededor de 1.770 megavatios y la demanda máxima roza los 1.400 megavatios. Se calcula que cada año aumenta la demanda de energía en 8%, por el dinamismo económico y el crecimiento de la población.
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AES proyecta que se reducirá el 15% el costo de la energía a partir del aporte del gas natural.
El Estado ha puesto en marcha el Plan Energético Nacional 2015-2050 que ha incluido al gas natural como nueva fuente, suplementaria a la hídrica, de la que actualmente proviene el 53 % de la energía que se produce en el país y los hidrocarburos como el búnker y el diesel (40%).
