En la última década, el sistema educativo costarricense ha logrado aumentar la proporción de estudiantes que asisten a la educación formal, y este logro es aún más valioso porque se ha alcanzado en conjunto con la reducción de algunas brechas de acceso: se han cerrado las brechas de estudiantes que asisten a las aulas por zona urbana y rural, por nivel de ingresos de la familia y por nivel educativo de los adultos del hogar.
Sin embargo, las brechas persisten, especialmente las relacionadas con las condiciones propias del grupo familiar, y analizar el efecto de estas condiciones sobre indicadores de resultado del sistema educativo es difícil considerando la disponibilidad de datos producidos en el país, lo que hace aún más complicado la comparación con otros países.
El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes permite hacer esta comparación al disponer de datos de estudiantes de 15 años en muchos países y economías. Según el Informe PISA 2012, Costa Rica, junto con otros nueve, forma parte del grupo de países en los cuales el peso de los factores relacionados con el estatus económico, social y cultural de los hogares de los estudiantes es más alto, incluidos Perú, Chile y Uruguay.
El gráfico aparte muestra a los países participantes en PISA 2012 y los clasifica según la equidad del sistema educativo y el rendimiento. PISA define equidad educativa como la provisión a todos los estudiantes (sin importar su género, factores familiares o estatus socioeconómico) de similares oportunidades de beneficiarse del sistema educativo. Cuanto mayor sea el impacto del estatus económico, social y cultural en el rendimiento, menos equitativo será el sistema educativo.
Esto pone al país en desventaja debido a que, además de formar parte del grupo de países con baja equidad educativa, también se encuentra en la lista de países con bajo rendimiento en la evaluación de matemáticas (cuadrante inferior izquierdo del gráfico), lo cual evidencia fallas estructurales del sistema educativo que no logran compensar factores externos como pobreza, desigualdad de ingresos y desintegración familiar, entre otros.
No obstante, este problema no es único de Costa Rica, sino que de los otros siete países de la región latinoamericana que participaron en la prueba PISA 2012, seis se encuentran en una situación similar de baja equidad del sistema educativo y bajo rendimiento cognitivo.
El caso mexicano
Por esto, llama la atención el caso de México. Según los datos de PISA 2012, es el único país de Latinoamérica que a pesar de que sus estudiantes muestran bajos rendimientos educativos, las diferencias en rendimiento se explican en poca medida por el estatus económico, social y cultural de los hogares de los jóvenes, mostrando un sistema educativo con mayor equidad, desde la definición de PISA, que el resto de países del área.
Empero, lo de México no es casualidad. Desde su primera participación en el programa PISA en el 2003 fueron detectadas las debilidades de su sistema educativo, ya que para ese año se ubicó con los países de bajo rendimiento y baja equidad.
La implementación de varias reformas educativas, incluyendo reformas curriculares, la introducción de un mecanismo de evaluación a través de una entidad independiente de la Secretaría de Educación Pública, el Programa Escuelas de Calidad, el Plan Estratégico de Transformación Escolar, la Estrategia para la Mejora del Logro Educativo, el Programa Escuelas de Tiempo Completo y el Programa Oportunidades son solo algunos de los ejemplos del trabajo realizado.
Por supuesto que no todo es bueno, ni todo se hace con la ingenua intención de mejorar la educación, y no se puede dejar de lado la corrupción a lo interno del sistema educativo mexicano, particularmente lo hecho por Elba Esther Gordillo, la exdirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, conocida como “la Maestra”, actualmente encarcelada. Pero, pareciera que, a pesar de esto, se ha logrado mejorar en algunos puntos clave.
Aunque no es posible argumentar causalidad entre las reformas referidas y los resultados en PISA, la asociación es muy clara: el rendimiento promedio de los estudiantes aumentó de 385 puntos en el 2003 a 413 en el 2012, y el peso de los factores económicos, sociales y culturales en el rendimiento disminuyó de un 17% a un 10% en los mismos años. México es uno de los tres países que han mejorado con cada evaluación de PISA.
Esto no es otra cosa que un claro ejemplo de cómo se puede evaluar en el tiempo un sistema educativo. Aunque unos pocos argumentan deficiencias y fallos, la participación de Costa Rica en las pruebas PISA es sumamente beneficiosa para el país.