
Con los cambios del Impuesto al Valor Agregado (IVA), los negocios, profesionales y trabajadores independientes pueden tener dificultades de efectivo entre el momento que cancelan el impuesto a Hacienda y el momento cuando sus clientes cancelan las facturas.
El buen manejo del flujo de caja se debe complementar con otras medidas en las empresas, especialmente las de menor tamaño y a nivel de servicios independientes, para no afectar la operación, la producción y la entrega de productos.
“Lo primero es estar muy informado de estas nuevas reglas, lo cual pueden lograr a través de capacitaciones, consultas y foros en colegios profesionales y asesorías externas”, recomendó Alejandra Arguedas, gerente de impuestos y legal de Deloitte.
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Arguedas recordó que, desde este mes de julio, las empresas deben presentar las declaraciones del IVA cada mes, el formulario D-104.
También deberán presentar y pagar las declaraciones del impuesto a las rentas de capital, en caso de generarlas.
Las declaraciones se entregan obligatoriamente en los primeros 15 días del mes siguiente, por lo que el próximo 15 de agosto a más tardar se presenta la primera declaración correspondiente al mes de julio.
En el caso del IVA, debe cancelar el resultado del impuesto que cobró a los clientes (débito fiscal) menos el IVA que le cobraron sus proveedores (crédito fiscal).
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“Si el crédito fiscal es mayor que el débito, no habría impuesto por pagar, y se generaría un saldo a favor, que podría utilizar en los periodos siguientes”, explicó Arguedas.
Para saber cuál es el saldo y cuándo habría que pagar la especialista recomendó llevar un buen control del IVA que pagan, porque esto les generará el crédito fiscal, y es lo que les permite tener que desembolsar menos dinero al momento de pagar el IVA cada mes.
También es importante que revisen si los clientes gozan de algún tipo de exoneración, para que apliquen correctamente el IVA.
“Debe ser muy ordenado con el flujo de caja”, indicó también Guillermo Varela, director ejecutivo de la asociación comercial GS Uno Costa Rica.

Varela señaló que se debe tener orden, aparte de los ingresos y egresos del negocio, con el manejo de los estados financieros y así tener claridad sobre las cuentas por cobrar, los plazos de recuperación de las facturas y el disponible de efectivo.
Todo esto ayudará a administrar de forma adecuada las cuentas por pagar y entender los compromisos que hay que cumplir, son de alto riesgo y hay que cumplirlos en el corto plazo: planilla y cargas sociales, agua, luz, pago a proveedores, pago de deudas y otros.
Valera también recomendó no llenarse de inventario. La cantidad de productos debe ajustarse a la demanda de un mes y no ser mayor a dos meses, lo que además propicia una mejor rotación de los productos e insumos.
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Otra tarea que se debe realizar es tener muy visible y planificada la cartera de créditos. Hay que saber muy bien y administrar los plazos de los créditos que otorga a cada cliente.
Para todo esto las empresas puede recurrir a asesores propios o a la misma GS Uno, la cual tiene un servicio de asesoría en logística y acompañamiento a través de un programa de Aceleración Pyme.
Otra herramienta es contar con sistemas que permiten generar una mejor administración financiera.
No descarte capacitarse tanto en estos temas como en factura electrónica.
“Las empresas deben entender que hoy más que nunca requieren generar cultura y educación tributaria y financiera, no sólo para actuar conforme a la ley sino que también para ordenar sus procesos internos y llevar a este orden a sus proveedores y clientes”, dijo Varela.