A inicios de este año tuve la oportunidad de usar una nueva tecnología que genuinamente me asombró tanto como cuando era un niño: una tecnología me permitió dibujar figuras en un espacio de tercera dimensión, utilizando el sistema Tilt Brush de Google, mediante una app de realidad virtual que utiliza el hardware HTC Vive y dos controles de mano.
Con una mano pude dibujar en un lienzo virtual y con la otra era posible seleccionar las diferentes opciones de colores, tipo de pincel, fondo del espacio de trabajo y otros detalles.
Además, pude ir fotografiando trabajo para, posteriormente, compartirlo con mis amigos.
Expectativas El potencial que tienen aplicaciones como Tilt Brush de Google para aspectos educativos, creativos y de experimentación es enorme. Para beneficio de los usuarios, los precios y disponibilidad de este tipo de aplicaciones son cada vez más accesibles.
En Costa Rica deberíamos entrar de lleno y aprovechar una primera etapa de experimentación con herramientas de realidad virtual, creación de aplicaciones, prueba en contextos tradicionales y novedosos, y puesta en marcha de soluciones útiles para la población.
Existen también aplicaciones muy poderosas, por ejemplo: un dispositivo de realidad virtual que permite experimentar la forma en cómo lo tratarían a uno en la calle simulando diversos escenarios o condiciones, como ser un inmigrante o un indigente. Otra aplicación permite visualizar el aspecto con que podría llegar a verse una persona después de fumar por 40 años.
Sin temores. Como es usual con las tecnologías innovadoras, existen ciertos miedos para probar nuevas experiencias; sin embargo, esto debería traer consigo oportunidades interesantes.
Lo que propongo es que volvamos a asombrarnos de estas nuevas tecnologías, como lo haría un niño.