Con enormes inversiones y objetivos ambiciosos, España ha visto multiplicar sus proyectos en el sector del hidrógeno verde, considerado indispensable para descarbonizar la economía. Un fenómeno que llena de optimismo a Madrid, en momentos en que esta energía cotiza al alza.
"A muchos países les interesa el hidrógeno verde, pero el sector ha tenido un impulso particularmente importante en España" en los últimos meses, dice a la AFP Rafael Cossent, investigador en la Universidad Pontificia Comillas en Madrid.
En el primer trimestre del año, un 20% de todos los nuevos proyectos de producción de hidrógeno verde anunciados en el mundo se ubicaron en España, segundo país más activo del sector por detrás de Estados Unidos (51% de los nuevos proyectos), según el gabinete Wood Mackenzie.
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"España se ha vuelto un país muy atractivo para el hidrógeno verde", afirmó en mayo en la capital española la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, al saludar un sector "competitivo a gran escala".
El desarrollo del sector, en realidad, está en sus inicios. Pero la guerra en Ucrania le dio un empujón, con la Unión Europea duplicando sus objetivos de producción para 2030, para reducir su dependencia energética y acelerar su transición medioambiental.
El hidrógeno llamado "verde" es producido mediante la electrólisis del agua (separación de las moléculas del agua gracias a una corriente) utilizando electricidad de origen renovable, ya sea eólica, solar o hidroeléctrica. A diferencia de los combustibles fósiles, solo libera vapor de agua.
Este gas podría ser usado, por ejemplo, para reemplazar el carbón en las industrias que necesitan mucho calor, como la siderúrgica. También puede servir para fabricar fertilizantes y se le considera una solución a futuro para el funcionamiento de autobuses, trenes e incluso aviones.
Por mucho tiempo, su producción se vio frenada por su alto costo, más elevado que el del hidrógeno llamado “gris”, fabricado a base de gas o petróleo. Pero los avances tecnológicos y el alza de los precios de los carburantes lo ha hecho poco a poco más competitivo.
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“Gran potencial”
Para Madrid, esta situación es una bendición. "España tiene un gran potencial" toda vez que cuenta con un "sector de energía renovable ya muy importante" y "unos recursos solares y eólicos tremendos", explica Javier Brey, presidente de la Asociación Española del Hidrógeno (AeH2).
Una opinión compartida por Rafael Cossent, que enumera ventajas, como "una red gasista bastante desarrollada" en el país, que cuenta con numerosos terminales de regasificación, que "se podrían transformar pensando en una exportación de hidrógeno verde".
Consciente del potencial, el gobierno español lanzó en mayo de 2021 un plan de ayudas por $1.583 millones para el sector, financiado gracias al plan de recuperación europeo.
Integrando las inversiones privadas, se espera que se movilicen hasta $9.390 millones para el 2030.
Todas las grandes empresas energéticas han movido ficha, como Iberdrola, Repsol o Enagas, esta último con un gigantesco proyecto en asociación con el gigante siderúrgico ArcelorMittal y el fabricante de fertilizantes Fertiberia, bautizado HyDeal España.
La iniciativa, instalada en la región de Asturias (norte), incluirá una quincena de parques solares con potencial para producir 330.000 toneladas de hidrógeno para 2030.
Será el mayor proyecto de este tipo en el mundo, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena).
Ese tipo de iniciativas muestra que "el sector está maduro", señala Javier Brey.
El año "2030 parece lejos, pero está a la vuelta de la esquina", subraya el responsable de la AeH2, para quien "España tiene todas las cartas para convertirse en un 'hub' energético".
El país tiene no obstante tareas pendientes.
"Para ser un líder, España va a tener que acelerar el despliegue de los parques solares y eólicos, porque la electrólisis consume mucha electricidad. Y hoy en día, hay un gran cuello de botella en la tramitación de los permisos", considera Rafael Cossent.
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A esto se suma una falta de interconexiones con el resto de Europa. "Si queremos exportar", hay que "invertir mucho en las infraestructuras", agrega.
El gobierno español recientemente relanzó un proyecto de gasoducto hacia Francia, que busca adaptar al transporte de hidrógeno. Un proyecto de gran “importancia geopolítica”, según Ursula Von der Leyen, pero que todavía espera por financiación.
Esfuerzos en Costa Rica
Costa Rica también quiere insertarse en este sector. Desde hace algunos años hay iniciativas que proponen usar el hidrógeno verde como una alternativa para eliminar, al menos en parte, la dependencia de los combustibles fósiles.
En Costa Rica, la producción de hidrógeno verde es apenas modesta. La empresa Ad Astra Rocket, del ingeniero y astronauta Franklin Chang, desarrolla proyectos relacionados desde hace más de 10 años a pequeña escala. No obstante, las condiciones actuales de mercado costarricense desincentivan su generación industrial.
Una de las limitantes actuales es que el precio de la electricidad inicial tiene una mayor incidencia en el costo final, y ese es un problema en Costa Rica y en muchas otras naciones del mundo.
En la corriente legislativa está en proceso el proyecto de ley 22.392 que busca crear una economía del hidrógeno verde en el país, aprobado en primer debate a finales de abril de este año, por lo que requiere de la votación final.
Datos de la Alianza por el Hidrógeno de Costa Rica indican que para suplir la demanda proyectada de hidrógeno en el país solo se necesitaría disponer del 10% del potencial total de producción, es decir, alrededor de 600 kilotoneladas al año.