
Microsoft lanza oficialmente este miércoles 29 de julio su sistema operativo Windows 10, con el cual enfrentará varios desafíos si quiere hacer olvidar los errores de las versiones precedentes de su sistema operativo y los problemas en el mercado del smartphone.
Al mismo tiempo, deberá de una vez por todas unirse a las tendencias que están moviendo el mercado tecnológico, en especial la integración a través de los servicios en la nube.
Lo hará con una perspectiva optimista, pues a nivel de consumidor el reporte financiero presentando la semana pasada muestra que el Office 365 aumentó en 3 millones de usuarios y ya tiene 15,2 millones de suscriptores.
A nivel comercial también aumentó las ventas de servicios corporativos en la nube un 88%, incluyendo ahí los servicios de Office 365, Azure y Dynamics CRM Online.
La firma había reportado que al finalizar su año fiscal 2015 había alcanzado ventas por $93.600 millones (un 8% más que un año atrás) y utilidades por $18.200 millones (un descenso del 35% respecto al 2014).
El lanzamiento de la nueva versión vendrá en un momento de reestructuración de la firma que incluye el nombramiento de una nueva cúpula y el cese de más de 7.800 posiciones en especial en su área de móviles.
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Con las versiones anteriores –aparte de errores desconcertantes como la eliminación del menú de inicio en el Windows 8– a Microsoft le costó seguir los cambios en el consumo de tecnología y ninguna de sus anunciadas "revoluciones" se ha materializado de manera convincente.
Microsoft esperaba responder a la demanda de movilidad con el lanzamiento del Windows 8 a fines de 2012 y su integración con los smartphones Lumia y de otros fabricantes.
Pero la falta de apps y la fuerte competencia en esta industria mantienen a la compañía con apenas 3,2% del mercado global de smartphones, por sistema operativo.
Aunque IDC dice que podría llegar al 5,4% en el 2019, eso sería muy lejos de lo que alcanzaría en ese momento Android de Google (79%) y menos que el iOS de Apple (14%).
En tabletas tampoco le ha ido muy bien a Microsoft. En este mercado Windows apenas estaba presente en el 5% de las tabletas vendidas en el 2014, según IDC, y se estima que la participación de mercado apenas llegaría al 7,5% a finales del presente 2015.
Aunque para el 2019 el Windows tendría el 14% del mercado de tablets, estaría aún lejos del 24,4% de Apple y del 61,50% de Android.
La compañía reportó que en su año fiscal recién finalizado en junio su tableta Surface creció 117%, para generarle $888 millones, de la mano de la Surface Pro 3 y del lanzamiento de la Surface 3.
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En el mercado de computadoras personales (PC), se espera que el Windows 10 sea instalado en 1.000 millones de aparatos en el mundo de aquí a 2018.
En la actualidad el sistema operativo de Microsoft, en sus diferentes versiones, es utilizado en 1.500 millones de PC, mas éste es un mercado inestable y afectado por el auge de los smartphones y las tabletas, así como por fenómenos coyunturales.
Microsoft dijo en su reporte financiero publicado la semana anterior que las ventas en la división de consumo y dispositivos decreció, impactada por el declive del mercado de PC que hizo caer en 22% los ingresos generados por la el sistema operativo instalado en los equipos.
"El ecosistema del PC ha estado recientemente bajo presión, pero Windows 10 va a ampliar nuestras oportunidades económicas", aseguró la semana pasada el presidente de Microsoft, Satya Nadella.
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Más allá de las novedades específica, el Windows 10 es "universal" y se adapta tanto a las PC como a los smartphones, pasando por las consolas de juegos Xbox (que crecieron 27% en el año fiscal 2015) o por las gafas de realidad virtual.
"La esperanza es atraer a creadores de aplicaciones, especialmente para teléfonos, donde Microsoft lo lleva peor", estimó Rob Enderle, un analista independiente del sector tecnológico.
A falta de un catálogo suficientemente convincente de aplicaciones, los teléfonos Windows no tienen hoy el peso suficiente como para hacer frente al iPhone de Apple o a los smartphones de múltiples marcas que funcionan con Android, el sistema de explotación de Google.
"Están muy retrasados en el mercado de móviles y tomaría muchísimo esfuerzo y tiempo, y un auténtico cambio de mentalidad de otros actores (como los creadores) para que los teléfonos Windows ganen terreno realmente", explicó Steve Kleynhans, un analista de la consultora estadounidense de investigación de tecnologías Gartner.
Microsoft, por su parte, se muestra "pragmático", abriendo ciertos productos a ecosistemas de la competencia, como por ejemplo su aplicación Office para iPad, recordó Kleynhans.
Otra novedad del Windows 10 es que tendrá actualizaciones permanentes y automáticas, sin tener que esperar –como hoy– a que salga la siguiente versión.
Frank Gillett, un analista del gabinete Forrester, dijo que el objetivo es construir una relación con el consumidor teniendo a Windows como un servicio permanente que evoluciona.
Para acelerar su adopción, Microsoft ofrece por primera vez Windows 10 como una actualización gratuita para los usuarios de las versiones precedentes (Windows 7 y 8). Los fabricantes de equipos seguirán pagando para instalarlo en sus aparatos.
Steve Kleynhans destacó que con Windows 10 se podría incentivar las compras de nuevos PC, pues Microsoft proporcionará a los consumidores una "muestra gratuita del nuevo sistema de explotación".
Además, acelerará las tendencias a dotarlos de funcionalidades como la identificación biométrica, los comandos táctiles, el asistente vocal Cortana (equivalente de Siri en Apple) o el navegador Edge (sustituto de Internet Explorer).
Sin embargo, algunos analistas consideran que la gente cambia su PC cuando tiene un motivo para hacerlo y Windows 10 "por sí mismo, no es una razón", por lo menos a corto plazo.
En el caso de las empresas –que siguieron con Windows 7 y normalmente siempre esperan a que los nuevos sistemas se estabilicen– tendrán que hacer frente al fin del soporte técnico a esa versión, por lo que aquí se podría ver una leve mayor migración a Windows 10.