Por mi casa el dueño de una vieja vivienda, hoy con locales comerciales y que cubre una esquina en forma de escuadra, reconstruyó la acera.
La acera ahora tiene una franja con relieve de guía para no videntes, que se distingue por el color amarillo.
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A los cien metros otro comerciante también reconstruyó la acera, también en una esquina y en escuadra. Pero no le hizo el relieve.
Inevitablemente uno piensa en cómo algunos negocios se ubican ante las demandas de la actualidad y otros le dan la espalda.
Me recuerda también la novela 1Q84, del escritor japonés Haruki Murakami, con sus dos lunas. O una de Salman Rushdie (Dos años, ocho meses y veintiocho noches) donde hay quienes “se aferran a un pasado hueco y decadente”.
Pasa usted por los centros de ciudad y ve locales vacíos. Antes había tiendas ahí. Son evidencia de la crisis del comercio, otro de los sectores afectados por los cambios de la actualidad más que por otros fenómenos como la informalidad o la situación económica.
Luego escucha las estadísticas de Correos de Costa Rica sobre más de 2.500 negocios usando su servicio de entregas PymeExpress y como la mayoría vende desde redes sociales, otros tienen su sitio web y algunos usan ambos canales.
Pasa usted por los centros de ciudad llenos de basura, sin proyectos de modernización, sin parqueos, abarrotados de letreros, con edificios descuidados, calles inseguras y contaminadas, locales desordenados, atención de último mundo y equipos de sonido en puertas de tiendas que ahuyentan más que atraen.
Luego escucha que más de 800.000 usuarios de Correos compran a sitios web locales, de Estados Unidos y de Asia. Súmele y filtre (no hay forma de hacerlo) los que utilizan otros servicios courier y otras plataformas como Go Pato, Glovo, Hugo, Moovin y Uber Eats.
Sólo esa cifra es más de un tercio de la población económicamente activa.
Escucho las quejas y las medidas del comercio para hacer frente a su situación: todas parecen de los años 80 y algunas se devuelven a los 1930 antes de la creación del Seguro Social. Se parecen a los taxistas contra Uber. Por dicha algunos sí están haciendo el cambio.
Un día sí y otro también recibo información de eventos y concursos de startups, convocatorias para financiamiento de proyectos de innovación y transferencia tecnológica, actividades de transformación digital y de comunidades como WordPress.
Parecen mundos paralelos o uno con dos lunas, una para quienes se aferran al pasado y otra para quienes se conectan al presente y miran al futuro.