
Ayer martes descargué la aplicación móvil de la Liga Deportiva Alajuelense y por supuesto me fui directamente donde un liguista y un saprissista para que la vieran.
Evidentemente el saprissista sacó su móvil, abrió la del Deportivo Saprissa y de inmediato empezó la réplica de cuál fue el primer equipo que lanzó una app móvil en el país y cuál tenía funciones más originales.
Y aunque el vacilón se mezcla con la disputa futbolística, en realidad las dos apps son muy similares.
La de la Liga viene con secciones de noticias, próximo juego, para el fanático ("Soy manudo"), para escuchar el programa oficial del equipo en radio Actual 107.1, los himnos y canciones del liguismo, para ver los partidos que se disputan en el Alejandro Morera y otras informaciones de la televisora Repretel y redes sociales, con las páginas en directo de Facebook, Twitter e Instagram.
Además, un check-in para cuando el aficionado llegue al estadio, información de los jugadores, vídeos, los beneficios de ser socio del club, su historia y la parte de configuración. Incluso tiene un link para compra de entradas a la página web de ligatickets.com con los números telefónicos del call center.
La de Saprissa viene con la información de los partidos, noticias, media (con fotos, wallpapers, videos y cantos), y estadísticas del campeonato. Y efectivamente esta fue la primera app, lanzada hace unas dos semanas.
Se nota, a la vez, que sus creadores, administradores y el departamento de mercado no está dormido, pues esta mañana mi pantalla estaba repleta de mensajes que repetían aquello de "no repartirse nada" (de la Liga recibí notificaciones hasta casi mediodía).
En ambos casos los aficionados ahí encontrarán material suficiente para tomar confianza durante este miércoles, que se juega el segundo partido de la semifinal. Seguro mañana también habrá material para compartir.
Además de jugar el clásico en ese nuevo encuentro, la rivalidad también se ve en este tipo de aplicaciones, llenas de wallpapers (imágenes que pueden servir de fondo de pantalla) y fotos con lemas para el juego de hoy y esta fase final del Torneo de Verano.
Con esto los equipos de futbol que más campeonatos locales tienen se ponen a tono con las nuevas tecnologías.
El partido también se vivirá en redes sociales y no solo por lo que los community manager compartirán con sus seguidores.
Los aficionados estaremos tan prendidos del partido ya antes de las 8 p.m. como de cada incidencia durante y después del juego como si estuvieramos en una de las graderías, con toda la mordacidad y el conocimiento para comentar las jugadas y los fallos de los árbitros.
Al final la mayoría de aficionados de uno de los dos equipos dejará el dispositivo a un lado y ser irá a dormir.
Tanto en las apps como en redes será bueno ver el grado de madurez con que se gestionarán estas tecnologías para detectar necesidades y nuevas betas, así como escuchar las opiniones de seguidores y rivales.
Al menos, por ahora, las apps quedan debiendo con la falta de funcionalidades: para hacer compras desde la misma app de entradas a un partido y otros eventos hasta camisetas oficiales y souvenirs; además, podrían incluir la lista de restaurantes o sodas en el estadio y sus menús; y hasta recomendaciones de seguridad (incluyendo qué no deben llevar los aficionados a los estadios y que si lo llevan les será decomisado en las puertas de entrada).
Y en redes sociales sería bueno ver más interactividad y comunicación con los seguidores, no solo que sea comunicación de una vía.
Por ejemplo, no hubo respuestas oficiales sobre observaciones y consultas tanto en el Facebook de la Liga (un aficionado que llamó la atención de que se debía tenerse una app para Windows Phone) como de Saprissa (una aficionada preguntó si un menor podría empadronarse).
Aunque se les respondiera en privado —en el supuesto que sí lo hicieron vía los mensajes en esa red social— la información es útil para otros aficionados y no estaba publicada.
La lección que den ambos equipos de lo que se puede hacer con las apps y las redes sociales será muy valiosa, porque se trata de organizaciones donde —a diferencia de muchas empresas e instituciones— la comunicación con sus mercados siempre está al filo de la navaja pues, por encima de lo racional que pueda ser el deporte, sin duda en estos dos casos se venden pasiones al por mayor.