
Burger King Centroamérica S.A. no solo no ha pagado sus deudas con el Estado costarricense, sino que, en poco más de mes y medio, estas crecieron un 12%.
Esa persona jurídica, que estuvo a cargo de Burger King Costa Rica hasta su cierre el 5 de octubre del 2015, adeuda un monto superior a ¢335 millones al Estado (alrededor de $610.000) .
A mediados de noviembre, según informó El Financiero, la deuda total estimada por este medio, al menos por esa sociedad anónima, era de ¢302 millones.
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La deuda la componen los más de ¢243,7 millones que debe a Hacienda por impuesto de ventas , los ¢84,3 millones de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y los ¢7 millones pendientes del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) .
El incremento de la deuda total responde, principalmente, a que los deberes no honrados por Burger King Centroamérica ante la CCSS pasaron de ser equivalentes a ¢46 millones a ¢84,3 millones. Ese aumento equivale a 82%.
El proceso de cobro de la deuda al Estado está en diferentes etapas. En el caso de Hacienda, el 11 de noviembre se elevó a cobro judicial , mientras que la obligación con la CCSS se reportó en cobro administrativo.
Como lo informó El Financiero, la falta de liquidez , las grandes deudas acumuladas de anteriores dueños, malos cálculos , el impago de los costos del uso de la marca por la parte costarricense y el hecho de que Burger King Corporation (BKC) fuera al mismo tiempo inversionista en el joint venture y dueño de la franquicia, explican –al menos en parte– el torbellino que dejó, cuando menos, a 462 personas sin trabajo en Costa Rica.