La producción nacional de Costa Rica, medida por la serie tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), registró un crecimiento interanual del 4,6% en julio de 2025, según el más reciente informe publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Este resultado consolida una racha de 32 meses consecutivos con un crecimiento superior al 4,0%, un hito no visto desde 2005.
El dinamismo de la economía costarricense continúa mostrando dos velocidades marcadamente distintas. Por un lado, las empresas bajo regímenes especiales (zonas francas) experimentaron una robusta expansión del 15,6%, la más alta desde julio de 2023. Por otro lado, el régimen definitivo, que agrupa a la mayoría de las empresas que operan para el mercado local, mantuvo un crecimiento moderado del 2,2%.
LEA MÁS: Economía de Costa Rica se transformó en tres décadas, pero se generó una dualidad que divide al país
El motor de los regímenes especiales
El sobresaliente desempeño de los regímenes especiales fue el principal motor del crecimiento general. Este sector se vio impulsado fundamentalmente por un aumento en las exportaciones de implementos médicos, que registraron una notable variación del 50,5%. Asimismo, contribuyeron al crecimiento los servicios de manufactura, desarrollo de software, tecnologías de información y los servicios administrativos y de apoyo a oficinas principales.
La manufactura dentro de este régimen especial creció un 33,4%, destacando la producción de dispositivos como válvulas cardíacas y catéteres.
LEA MÁS: Todas nuestras noticias sobre zonas francas
Régimen definitivo: crecimiento modesto y retos importantes
El régimen definitivo mostró una ligera aceleración de 0,2 puntos porcentuales respecto al mes anterior. Su crecimiento del 2,2% se sostuvo gracias al aumento en la demanda interna de servicios como transporte, financieros, inmobiliarios y comercio, además de una mayor demanda externa de servicios profesionales.
Sin embargo, este régimen enfrenta importantes desafíos que limitan su expansión. Tres áreas principales presentan dificultades:
- Construcción: El sector de la construcción se contrajo un 2,3%, acumulando así cinco meses consecutivos con resultados negativos. La caída se atribuye a una menor ejecución de proyectos residenciales, que se redujo en un 4,3%. Este descenso fue parcialmente compensado por un incremento del 5,9% en la construcción de obras públicas, como carreteras, puentes y acueductos.
- Agro: La producción agropecuaria registró una leve disminución del 0,1%. Esta contracción se debe a condiciones climáticas adversas a finales de 2024 que afectaron el rendimiento de cultivos como el banano de exportación, la papa y follajes. El resultado fue parcialmente atenuado por un aumento en la producción de piña y pollo para el mercado local.
LEA MÁS: El sector agrícola en Costa Rica se debilita cada vez más, ¿se acerca el fin del labriego sencillo?
- Industria manufacturera local: Varias industrias manufactureras del régimen definitivo, como las de papel, textiles y alimentos, experimentaron una desaceleración. En conjunto, la actividad manufacturera de este régimen presentó una contracción interanual del 0,3%.
Desempeño por actividad económica
A nivel general, la manufactura fue la actividad de mayor contribución al crecimiento del IMAE en julio, explicando el 56,4% de la expansión total. Le siguieron en importancia los servicios profesionales y administrativos (12,6%), el transporte y almacenamiento (6,1%) y los servicios financieros (5,9%).
El sector de servicios en su conjunto creció un 3,7%, aunque ocho de las diez actividades que lo componen mostraron una menor dinámica en comparación con julio del año anterior. Los servicios profesionales y administrativos fueron los de mayor aporte al crecimiento del sector.
Por su parte, la actividad de comercio y reparación de vehículos creció un 2,6%, aunque muestra una tendencia a la desaceleración, particularmente en la venta de automóviles.
En resumen, los datos de julio de 2025 reflejan una economía que mantiene un ritmo de crecimiento saludable, sostenido de manera histórica, pero altamente dependiente del dinamismo exportador de las zonas francas. Los sectores orientados al mercado interno, como la construcción y el agro, enfrentan un panorama complejo que modera el desempeño económico general del país.
---
Este artículo fue publicado por un editor de El Financiero asistido por un sistema de inteligencia artificial.