La economía de Costa Rica exhibió un robusto dinamismo en agosto de 2025, registrando un crecimiento interanual del 4,8%, según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) publicado por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Este resultado representa la mayor aceleración interanual de los últimos 21 meses y extiende a 33 meses la racha de crecimiento superior al 4,0%, un hito no visto desde 2005.
Sin embargo, el informe revela una marcada disparidad en el desempeño económico. El motor principal de esta expansión son las empresas ubicadas en regímenes especiales (zonas francas), cuya producción se disparó un 18,1%. En contraste, la producción del régimen definitivo, que engloba al resto de la economía nacional, avanzó a un ritmo moderado del 2,8%.
La pujanza de las zonas francas fue tan significativa que aportaron el 54,5% del crecimiento total de la economía en agosto y explican la aceleración general del IMAE.
Un crecimiento de dos velocidades
El detalle de los datos evidencia una economía que avanza a dos ritmos distintos:
- Régimen Especial (RE): El crecimiento del 18,1% fue impulsado principalmente por la industria manufacturera. La fabricación de implementos médicos y dentales fue un factor clave, con un aumento del 48,9%. A esto se sumó el desempeño positivo en la fabricación de productos metálicos y maquinaria. En total, la manufactura de los regímenes especiales creció un 32,4%.
- Régimen Definitivo (RD): El crecimiento del 2,8% representa una leve desaceleración en comparación con el año anterior y refleja una serie de desafíos. Las principales causas de este ritmo moderado son la ralentización en actividades como alojamiento y restaurantes, la contracción en la industria manufacturera local y la caída en la producción agrícola.
Sectores clave: luces y sombras
El desempeño por actividad económica subraya esta divergencia. La manufactura en su conjunto fue la de mayor contribución al crecimiento general (49,0%), con una variación interanual del 12,.1%. No obstante, este número oculta la caída de 0,7% en la manufactura del régimen definitivo, afectada por una menor producción de alimentos como carne de pollo, bebidas y café.
Otros sectores clave para la economía local mostraron un comportamiento mixto:
- Agropecuario: La producción disminuyó un 0,9%, afectada por condiciones climáticas adversas que impactaron principalmente el rendimiento del banano.
- Construcción: Registró un crecimiento marginal de 0,7%, sostenido únicamente por proyectos de destino público. La construcción privada acumuló su sexto mes con resultados negativos, con una caída interanual de 3,9%.
- Comercio: La actividad comercial creció un 3,1%, gracias a la venta de productos alimenticios, farmacéuticos y de ferretería. Sin embargo, la comercialización de vehículos presentó una contracción de 0,9%.
- Servicios: El sector de servicios en general creció un 4,4%. Los servicios profesionales y administrativos destacaron con un aumento del 7,8%. En cambio, actividades como hoteles y restaurantes (1,7%) e información y comunicación (3,5%) mostraron una reducción en su ritmo de crecimiento.
A pesar de las brechas internas, el BCCR señala que el dinamismo general es sólido, lo que sugiere que la estimación de crecimiento para el 2025 podría ser revisada al alza en el próximo Informe de Política Monetaria.
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Este artículo fue publicado por un editor del El Financiero asistido por un sistema de inteligencia artificial.