Las consecuencias económicas en Francia de la crisis de los “chalecos amarillos”

A mediados de diciembre, el ministro de Finanzas Bruno Le Maire dijo que los problemas relacionados con los “chalecos amarillos” podrían hacer perder a Francia 0,1 puntos de crecimiento en el cuarto trimestre, aunque rechazó rebajar el objetivo anual del gobierno para 2018, de 1,7% del PIB.

Por su parte el banco central francés confirmó el viernes su propia previsión de crecimiento para el cuarto trimestre de 2018, que pasó a 0,2% del PIB frente al 0,4% de la previsión anterior, en un contexto de ralentización general en Europa.

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El banco también indicó que el movimiento de los "chalecos amarillos" continúa afectando la actividad económica en 2019 pero en sectores específicos y de manera menos intensa de la que algunos economistas habían previsto.

Según la ministra del Trabajo, Muriel Pénicaud, las protestas han obligado a poner en paro parcial a los empleados de numerosas pequeñas y medianas empresas y anunció una ayuda de 32 millones de euros para pagar los salarios de 58.000 personas.

Por su parte el presidente de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF), Robert Ophèle, habló el jueves de las posibles consecuencias de las protestas, en algunos casos violentas, para la ciudad de París, que aspira a convertirse en una plaza financiera europea en detrimento de Londres en el contexto del Brexit.

“De momento nadie nos ha dicho que renuncia a venir a París a causa del movimiento de los chalecos amarillos”, dijo a la AFP. “Sin embargo nuestros interlocutores tienen dudas sobre las consecuencias y la duración del movimiento”, explicó.

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Las imágenes de los enfrentamientos violentos en la capital y otras ciudades de Francia también tuvieron consecuencias para el turismo.

Las llegadas aéreas internacionales a París cayeron en diciembre entre un 5% y un 10%, indicó el viernes Christian Mantei, director de Atout France, la agencia que promueve el turismo francés en el extranjero. “Los estadounidenses y los asiáticos son los más afectados, igual que la clientela de gama alta”, asegura.

Según el secretario de Estado del Turismo, Jean-Baptiste Lemoyne, el mayor impacto tuvo lugar en diciembre. “En enero y febrero el decrecimiento se frenó y en marzo volverán a crecer las llegadas internacionales”, aseguró.

Poco antes de Navidad, la federación francesa del comercio y la distribución (FCD) evaluó en 2.000 millones de euros las pérdidas para el comercio minorista, que ahora espera que el periodo de rebajas pueda compensarlas.

El sector agroalimentario se vio afectado sobre todo por los bloqueos de carreteras durante las vacaciones de fin de año, un periodo crucial para su facturación, con pérdidas evaluadas en 13.000 millones de euros, según la asociación francesa de la industria alimentaria.

Un responsable de una empresa que no quiso identificarse denunció a la AFP las “extorsiones” ocurridas en algunas de las rotondas del país, bloqueadas durante semanas por los manifestantes.

“Algunos propietarios de supermercados tuvieron que entregar ensaladas y productos alimenticios a los chalecos amarillos para evitar que les abrieron sus camiones, que los saquearan o que destruyeran sus almacenes”, aseguró.

Desde que empezó el movimiento, las compañías de seguros registraron unos 6.000 siniestros relacionados con las protestas, incluyendo daños en 4.000 vehículos, en varios centenares de viviendas y en 2.000 empresas que sufrieron daños materiales y pérdidas.

Según las aseguradoras, el coste global podría alcanzar entre cien y doscientos millones de euros.

En el sector de los transportes por carretera, las pérdidas de explotación alcanzaron unos 2.000 millones de euros en el sector, indicó en Navidad la Federación Nacional (FNTR).