El alto asesor del presidente Donald Trump para Latinoamérica Mauricio Claver-Carone es el único candidato a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), una elección que genera resistencias en la región pues rompe la tradición de 60 años con latinoamericanos al frente de la institución.
El BID informó que la junta de gobernadores recibió una sola nominación presentada por Estados Unidos, El Salvador, Guyana, Haití, Israel y Paraguay.
El jueves cerró el periodo para presentar candidaturas y la elección para nombrar al sucesor del colombiano Luis Alberto Moreno se desarrollará este fin de semana en una reunión virtual entre los 48 miembros de la institución.
La decisión del gobierno de Trump de presentar a un candidato generó especial urticaria en Argentina, Costa Rica, Chile y México, que buscaron que la votación, que ya había sido postergada por la pandemia, fuera aplazada nuevamente, a menos de dos meses de unos comicios presidenciales muy reñidos en Estados Unidos.
Claver-Carone, un abogado de ascendencia cubana conocido por su firme oposición a La Habana y a Venezuela, acusó a los países que presentaron resistencia de “querer robarse el balón”.
Estas declaraciones fueron consideradas “agresivas” por el canciller chileno, Andrés Allamand, quien señaló que “confirman que su elección sería muy inadecuada”.
Moreno está en el cargo desde 2005. El próximo presidente del BID tendrá un mandato de cinco años con posibilidad de reelección.
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Para ganar, un candidato debe tener el apoyo de al menos 15 de los 28 países americanos y el respaldo de un número de países miembros del BID que le den mayoría de 75% del poder de voto, el cual está vinculado con las acciones en el organismo.
Estados Unidos tiene el 30% del poder de voto en el directorio del BID, mientras que Argentina, México, Chile y Costa Rica suman poco más de 22%.
“Agresión a la dignidad latinoamericana”
El principal contendiente de Claver-Carone, tras el retiro de la candidatura de la exmandataria costarricense Laura Chinchilla a principios de mes, era el argentino Gustavo Béliz, pero Buenos Aires bajó su postulación el jueves y la Casa Rosada anunció que se abstendrá en la votación.
"Dejamos asentada nuestra coincidencia con las múltiples y respetadas voces de las más varias procedencias políticas, académicas, sociales e ideológicas que han expresado la inconveniencia para América Latina y el Caribe de vulnerar una tradición de gobernanza regional", indicó la presidencia de Alberto Fernández en un comunicado.
Argentina −que invitó al resto de países a abstenerse también− se hizo eco de varias críticas al gobierno de Trump por proponer un candidato para el BID.
Una declaración conjunta a fines de agosto de los expresidentes Fernando Henrique Cardoso (Brasil, 1995-2002); Ernesto Zedillo (México, 1994-2000); Felipe González (España, 1982-1996); Ricardo Lagos (Chile, 2000-2006); Juan Manuel Santos (Colombia, 2010-2018); y Julio María Sanguinetti (Uruguay, 1985-1990 y 1995-2000) acusó a Trump de querer "imponer" un candidato.
Los mandatarios señalaron además que la postulación estadounidense constituye una "agresión a la dignidad latinoamericana".
El BID, principal fuente de financiamiento para el desarrollo de América Latina y el Caribe, nació en 1959 en el seno de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y ha tenido cuatro presidentes: el chileno Felipe Herrera (1960-1970), el mexicano Antonio Ortiz Mena (1970-1988), el uruguayo Enrique Iglesias (1988-2005), y Moreno.