Esteban López nació en Costa Rica y vivió cinco años de su infancia en Toulouse, Francia. Al regresar al país hablaba poco el español, lo que le valió continuas burlas de sus compañeros en la escuela.
Debido a ese bullying a él le llamó la atención y comenzó a practicar taekwondo en la academia Jinjiang del profesor Randall Fernández.
Más que utilizarlo para la autodefensa, le sirvió para desarrollar la disciplina personal. Los martes, jueves y sábados en las tardes o en las noches se trasladaba en autobús desde La Uruca, donde vivía, hasta la academia ubicada en Guadalupe. Eran los años 80, una época en la que se viajaba con tranquilidad.
Por su energía y coraje, Randall recomendó que diera el paso al karate de contacto, que era más riguroso. Su padre Álvaro López y su madre Gloria Abraham aceptaron.
La participación en torneos le permitió demostrar sus capacidades, le dio fuerza y nutrió su pasión. Esta misma pasión lo llevó a lograr la cinta negra tres años atrás y a fundar en este 2025 el AL DOJO Power Lab, un centro de nueva generación ubicado en Guachipelín de Escazú.
Ahí combina la preparación para las artes marciales, el entrenamiento funcional multidisciplinario, la recuperación avanzada y el coaching en potencial humano.
“Queremos que cada persona realice el entrenamiento de forma intensa, se recupere de manera inteligente y viva con propósito“, dijo Esteban.
En Costa Rica operan otros centros similares, pero el concepto implementado le permitirá replicar el modelo en otros sitios.
Un dojo es un espacio en el que las personas se reúnen para aprender y practicar karate y, en especial, para transformar su estilo de vida y que sean capaces de enfrentar los desafíos diarios con energía y equilibrio.
No existen datos consolidados de centros de entrenamiento de artes marciales en el país. En 2019 se contabilizaban 24.600 practicantes en 152 escuelas y 38 asociaciones deportivas de taekwondo, 54 de judo, 35 academias de karate y otras 35 de jiu jitsu brasileño y japonés.



Un largo recorrido
Esteban se mantuvo practicando artes marciales mientras estudió administración de empresas y desarrolló su carrera profesional en firmas multinacionales.
En 2003 se graduó del Tecnológico de Monterrey, México, y de 2018 a 2019 obtuvo el Master of Business Administration (MBA). Ahí surgió su inquietud emprendedora, pues llevaba varios programas en esta área.
Se certificó también como desarrollador de ecosistemas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En la actualidad, cursa otro posgrado en inteligencia artificial aplicada a los negocios.
Su carrera profesional también nutrió el espíritu emprendedor.
En México trabajó en una consultoría de franquicias, un modelo muy utilizado en ese país para expandir negocios o iniciar uno.
Asimismo, estuvo en Microsoft, donde fue gerente regional de producto y lideró la división de servicios en línea.
También estuvo en la Promotora de Comercio Exterior (Procomer); en Sykes, como director regional de mercadeo; en Renault México, como gerente de proyectos de franquicias; y en una firma de servicios de tecnología llamada CRG Solutions. A finales de enero de 2025 dejó el mundo corporativo.
Con esa experiencia —que incluye el lanzamiento de agencias de contenido, divisiones corporativas y de una docena de emprendimientos en diferentes actividades— llegó a ser mentor de emprendedores y consultor.
Nada de esto fue en vano. El karate es la “caja de herramientas” que le permite enfrentar cualquier situación adversa. En 2016 sufrió un duro golpe, cuando falleció su esposa Denise.
En 2022 obtuvo la cinta negra, un logro que fue catalizador para su siguiente etapa. Antes, realizó un retiro personal para meditar y definir su futuro.
Recurrió a la misma filosofía del World Kyokushin Budokai (WKB), que es el arte marcial que practica. Esta corriente fue fundada en los años 50 por Masutatsu Ōyama en Japón. Tiene varios principios: honradez, justicia, valor, compasión, cortesía, honor, sinceridad absoluta, servicio, abnegación y respeto a los superiores.
Aquí se enfatiza la aplicación de los valores de las artes marciales dentro y fuera del tatami, que es un sitio simbólico de igualdad y desarrollo personal. Guiados por el Osu, que representa el espíritu de perseverancia bajo presión, el fundamento es celebrar las victorias en silencio y respetando al oponente.

Inauguración
La idea de AL DOJO Power Lab comenzó como una inquietud en 2022.
Esteban investigó y documentó las necesidades en el ámbito del bienestar y la salud. Esta es una tendencia que adquirió relevancia en la última década y, en particular, desde la pandemia.
Con toda esa experiencia, decidió iniciar un centro de nueva generación que combina la tradición del arte marcial, la ciencia moderna y un modelo de negocio sostenible.
Para el proyecto, recibió el apoyo como socias, inversionistas y directoras de su madre, Gloria, y de su hermana, Adriana, “emprendedoras natas”. La inauguración se realizó el pasado 28 de septiembre en el Rocazul Center, en Guachipelín.
Brinda servicios de karate Kyokushin WKB, disciplina japonesa de contacto para transformar cuerpo, mente y espíritu dirigido a personas de todas las edades, incluyendo atletas. Se ofrecen programas adaptados a sus necesidades. También hay sesiones de boxeo y striking (combate), dos disciplinas complementarias.


Los programas de entrenamiento funcional multidisciplinario se orientan a fortalecer la fuerza, la resistencia y la movilidad y sirven tanto para quienes desean competir como para quienes buscan su propio crecimiento, dan prioridad a la longevidad, el manejo del estrés y la salud preventiva.
En el dojo de Guachipelín se tiene una sala de recuperación avanzada con sauna infrarrojo, tinas frías, botas de compresión, fisioterapia, medicina funcional y nutrición deportiva, entre otros. Además, se proporciona coaching en potencial humano siguiendo una guía en hábitos, mentalidad y resiliencia.
Los planes inmediatos son consolidar el centro para luego expandirse a Latinoamérica, seguir apoyando a una asociación que atiende a menores de edad de Sagrada Familia y Cristo Rey para dar clases de karate y rescatar jóvenes de la calle.
Ya recibió el interés de emprendedores en México. La expansión se realizaría mediante el modelo de franquicias, por lo que trabaja en estandarizar procesos y plataformas.
La meta es abrir dos puntos de venta en tres años o, si las condiciones lo permiten, tres puntos en dos años, siguiendo la regla de 3x2 o 2x3.
Su idea es que todo esto sirva como una escuela de emprendimiento y equipar a las personas con herramientas de gestión para que desarrollen los dojos que brinden propuestas de valor sostenibles.
“Que el karate llegue a más gente como un camino de vida, ofreciendo herramientas y respuestas a los desafíos de la sociedad”, dijo Esteban.
| Datos claves |
|---|
| Fundador: Esteban López Abraham |
| Empresa: AL DOJO Power Lab |
| Inauguración: 28 de setiembre de 2025 |
| Ubicación: Rocazul Center, calle Mangos en Guachipelín de Escazú |
| Servicios: karate de contacto de la organización World Kyokushin Budokai (WKB), sala de recuperación, fisioterapia, nutrición deportiva, medicina deportiva y coaching en potencial humano. |
| Grados de karate: de cinta blanca a cinta negra |
| Precios: desde $99 hasta $149 por mes |
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