En tiempos de incertidumbre, todas las personas están a merced de las decisiones de negocios, las tensiones del mercado laboral y las tendencias económicas. Muchas veces, la opción se halla al alcance de la mano. En otras, se requiere imaginación. O ir a YouTube.
Fiorella Hidalgo y su madre Rosa Emilia Ballestero trabajaban en la misma compañía, pero de la noche a la mañana quedaron sin empleo. No tardaron mucho en decidir qué hacer y fundaron Velas Nubela.
Por curiosidad, en redes sociales les llamaron la atención los videos sobre un producto doméstico que se vende para hogares y oficinas.
“Vimos cómo elaborar las velas aromáticas”, cuenta la joven, sentada en el pequeño sofá de la sala de su casa en Vargas Araya, mientras mira de reojo las que colocó en la mesa, cubierta con un mantel blanco, todas de diferentes formas y presentaciones, la mayoría con motivos navideños por la época.
Lo que ellas viven no es exclusivo. En Costa Rica el número de personas desempleadas disminuyó, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), al tiempo que la fuerza laboral se contrajo con la salida de personas del mercado laboral. El fenómeno afecta de manera particular a las mujeres.
A muchas personas no les queda otra opción que iniciar alguna actividad productiva. De las 2,2 millones de personas ocupadas a setiembre, casi 500.000 lo hacen en iniciativas de cuenta propia. Es 0,3% menos que un año atrás. Buena parte de esas iniciativas son de sobrevivencia y solo algunas logran crecer en ingresos y operaciones.
Del cole a trabajar
Viniendo de un hogar humilde, Rosa estudió en el colegio de Cedros, en Montes de Oca. Se graduó hace 17 años y, sin más opciones, se incorporó al mundo laboral.
Trabajó en diferentes lugares y puestos, incluyendo en cajas de supermercados y en tareas misceláneas. Esto le permitía obtener un ingreso para su hogar, donde convive con su padre y su madre, dos adultos mayores que en la actualidad tienen más de 90 y 70 años respectivamente y que se mantienen muy activos.
Además, está su hija Fiorella, una joven con mucha iniciativa que también estudió en el Colegio de Cedros hasta hace poco tiempo y cuando se graduó hace dos años se incorporó a la misma empresa.
Ahí Rosa realizaba tareas de limpieza y de recepción, pues le correspondía recibir a los clientes que llegaban a sus citas y a eventos.
Para Fiorella este primer empleo formal significó una oportunidad para incorporarse al mercado laboral y desarrollar sus competencias. La encargaron de los perfiles de redes sociales del negocio, para lo cual recibió capacitación de una firma especializada.
Como todas las personas jóvenes, a ella le atrae la tecnología, las plataformas sociales e Internet. La tarea le permitía ahora desarrollar sus habilidades en diferentes plataformas y en algo que, según el estudio de Shift Porter Novelli para Red 506 de El Financiero, les es habitual a las nuevas generaciones.
El mundo estaba al alcance de un clic.
Lo vieron en YouTube
Un día Fiorella estaba navegando y encontró en YouTube videos sobre cómo hacer velas aromáticas. Se los mostró a su madre, sin pensar que pronto tendrían que dedicarse de lleno a producir y vender este tipo de productos.
Puede ser que la casualidad tuviera que ver con haberse interesado por este tipo de productos. O la intuición.
En las viviendas y en las oficinas se usan cada vez más para ambientar y para la decoración, al mismo tiempo. También es una tendencia de negocios.
La demanda de productos de relajamiento y de terapia creció en los últimos años, impulsada por el interés creciente hacia la tranquilidad y la salud personal.
En el mercado, otras iniciativas como Azahar, Oganem Natur, Essential Nature, Crate & Barrel, Aromas y Bé Tawá ofrecen desde almohadillas, sacos y velas, también orientadas al bienestar físico y emocional. Como este mercado crece, hay oportunidades para todas ellas.
Y pudo ser que Fiorella y Rosa vieron que algo no marchaba bien en la empresa, como pasa siempre para cualquier buen observador a quien no le hace falta ver los números. Seguramente, pensaron en un plan B.
Tras ser despedidas, no tenían tiempo para echarse a morir y menos para tirar la toalla. Sin esperar mucho, adquirieron los insumos necesarios en tiendas del centro de San José.
También habilitaron un pequeño espacio en un pasillo de la casa que da al patio. Instalaron una mesa, una silla y aprovecharon un armario para colocar los materiales, los instrumentos de producción y los productos que iban sacando. De inmediato, se pusieron manos a la obra.
Así nació Velas Nubela, un emprendimiento artesanal ubicado en Vargas Araya, que utiliza cera vegetal, esencias suaves y materiales sostenibles.
Empezaron a crear las velas con diferentes figuras según la ocasión (por ejemplo, en la actualidad con motivos navideños), wax melts (que se derriten en un quemador para liberar su fragancia) y otras con forma de postres (por ejemplo, una copa de helado). Los precios van desde ¢1.200 hasta ¢15.000.
Las fabrican de manera manual derritiendo la cera a cierta temperatura. La remueven en taza y agregan la esencia, que genera el aroma. Luego le dan forma utilizando moldes. La esencia que genera el aroma puede elegirse según el gusto y la solicitud de cada cliente.
La siguiente tarea fue crear las cuentas en redes sociales.
Fiorella asumió la tarea de abrir los perfiles y realizar los post. Con trípode que mantiene a un lado en su taller y la cámara del celular, más las velas, le sobra y basta.
La primera publicación la realizó en setiembre anterior y desde entonces le llegan pedidos tanto del vecindario en Vargas Araya como desde otros sitios del Área Metropolitana.
La entrega la realiza un primo que tiene motocicleta y se dedica a mensajería o mediante Correos de Costa Rica si hay que enviar un paquete a algún sitio más lejano. Se las piden tanto para hogares como para oficinas.
También ofrecen velas con motivos distintos, incluyendo recuerdos para eventos (como baby showers) y de figuras variadas, desde querubines hasta cactus, cereales, mascotas y postres.
Desde el inicio inscribieron la actividad ante la Dirección General de Tributación, del Ministerio de Hacienda, y se encuentran en proceso para hacerlo en el Registro Pymes del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Ambas esperan que el negocio se consolide y que su mercado se amplíe. La apuesta al emprendimiento es definitiva. O así lo parece. Y predican con el ejemplo.
Ellas mismas las utilizan para cuando reciben visitas y quieren generar un ambiente agradable y de confianza.
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