El Covao logró integrar un modelo en el que los profesores hacen giras de campo para ver cómo trabajan sus alumnos bajo la tutela de un mentor que les ayuda a poner los conocimientos teóricos en práctica mientras se enfrentan a diversos casos con niveles progresivos de complejidad.
La oferta académica de este tipo de educación no es rígida. Uno de sus puntos altos es justamente la capacidad para transformarse y ajustarse a las necesidades del sector productivo nacional.
El Gobierno apuesta por la ley de educación dual y fijó en el Plan Nacional de Desarrollo y de Inversión Pública (PNDIP) la meta de graduar 250 personas en esta modalidad al 2022 como una de las acciones contra el desempleo.
La unión entre empresa y centro educativo puede producir el personal necesario