Si usted pertenece a alguna cooperativa de ahorro y crédito o planea ser cliente de alguna de ellas, seguramente le interesará conocer el Índice de Suficiencia Patrimonial (ISP): este brinda información sobre la fortaleza del capital de las entidades financieras y su capacidad para responder a los riesgos propios de su actividad.
La intervención y posterior declaración de inviabilidad de Coopeservidores, en 2024, puso en alerta a los ahorrantes de otras cooperativas. Este y otros casos recientes han reafirmado la importancia de que los ciudadanos tengan acceso a información confiable y oportuna sobre la solidez de las entidades financieras.
El ISP, que se empezó a publicar en abril de 2023, se ha convertido en un importante indicador para que todas las personas puedan conocer la solvencia de los bancos, las cooperativas, mutuales y financieras supervisadas por la Superintendencia de Entidades Financieras (Sugef).

La Sugef establece un 10% como el porcentaje mínimo que deberían alcanzar las entidades. Cuanto más alto sea el porcentaje obtenido por una cooperativa, se interpreta que tiene una mayor capacidad para absorber pérdidas inesperadas y mantenerse estable ante escenarios adversos.
Si una entidad se ubica por debajo de ese mínimo, cae en la categoría de irregularidad e incluso puede llegar a ser intervenida, dependiendo de otros factores, como sucedió con Coopeservidores. Esta cooperativa tenía un ISP de 10,5% a marzo de 2024, que fue la última vez que apareció en el índice.
A junio de 2025, el ISP general de todas las cooperativas financieras es de 18,86%, lo cual refleja una sólida posición, con un margen de 8,86 puntos porcentuales por encima del límite regulatorio del 10%. Así lo destacó la Sugef este martes, al divulgar el índice correspondiente al segundo trimestre del año.
El Financiero revisó el reporte, que incluye datos al 30 de junio, con el fin de conocer la solvencia de cada cooperativa y cómo ha cambiado su posición durante el último año.
Buena solvencia
Los datos muestran que las 18 cooperativas supervisadas cuentan con índice de suficiencia patrimonial por encima del mínimo establecido por la Sugef.
La lista es encabezada por la Cooperativa Antonio Vega Granados R.L. (Coopevegra), del cantón de Palmares, la cual tiene el índice más alto y además alcanzó el mayor crecimiento interanual. Al mes de junio, su ISP era de 28,94%, un aumento de 7,7 puntos porcentuales (p.p.) con respecto al mismo mes de 2024.
En segundo lugar se encuentra Coopejudicial, la cooperativa de los servidores del Poder Judicial, con un ISP de 26,33%; seguida por CoopeAyA, de los empleados del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados, con un 24,13%.
Estas tres cooperativas también lideraban la lista en el primer trimestre de este año. Coopecaja ascendió al cuatro lugar con un 23,07% y en la quinta posición se encuentra Coopegrecia, con un ISP de 22,54%.
En los últimos lugares de la lista se ubican Coocique y la cooperativa universitaria Coope UNA, con 16,99% y 16,98% respectivamente, resultados que siguen siendo positivos.
Al comparar los datos del ISP entre junio de 2024 y junio de 2025, se evidencia que la cooperativa con mayor crecimiento después de Coopevegra es Coope San Marcos. Esta aumentó su solvencia patrimonial en 5 p.p., al pasar de 16,41% a 21,36%.
Otras cooperativas que sobresalen entre las que más crecieron en ese periodo son CoopeAyA, con 3,3 p.p.; Coope Médicos y Coopealianza, ambos con 3,1 p.p.
Si bien Coopejudicial se ubica en el segundo lugar del ISP, esta fue la cooperativa que más decreció en el índice, pues en marzo del año pasado había alcanzado un 29,5%, lo que implica una pérdida de 3,2 p.p.
Otras entidades que tuvieron un resultado interanual negativo son Coopemep, de los funcionarios del Ministerio de Educación Pública (MEP); Coope San Ramón, Credecoop y Coope UNA. Así se refleja en la siguiente gráfica.
El ISP se calcula como el cociente entre el capital base de la entidad supervisada y la medida de la exposición a riesgos inherentes al negocio de intermediación financiera, tales como los de liquidez, tipo de cambio, cartera de crédito y tasas de interés, entre otros.
Según la Sugef, la fortaleza de las entidades individuales contribuye con la estabilidad general del sistema, pues se reduce la probabilidad de contagio entre las entidades supervisadas, la afectación del adecuado funcionamiento de los sistemas de pago, y en general sobre la continuidad del flujo de crédito hacia el sector productivo.
Esto mitiga la posibilidad de que crisis financieras idiosincráticas trasciendan a crisis sistémicas, con afectación en el sector real y a la economía en general.