La inflación, medida por la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), se ubicó en 0,89% en abril del 2020.
Esta es la cifra más baja que registra Costa Rica desde enero del 2017, cuando el indicador llegó a 0,66%. Otro dato similar se presentó en agosto de ese mismo año con 0,91%, según los datos del Instituto Costarricense de Estadística y Censos (INEC).
El resultado de abril ubica a la inflación por sexto mes consecutivo por debajo del rango meta del Banco Central de Costa Rica (BCCR), situado entre 2% y 4%.
Destaca que debido a la pandemia, la recolección de datos se vio impactada, específicamente por la falta de recolección de datos debido al cierre de muchos comercios.
Durante abril, el grupo de transporte fue el que más aportó a la baja de la inflación, seguido de alimentos y bebidas sin alcohol.
Según bienes y servicios, los que más impactaron el indicador a la baja fueron gasolina, tomate y automóvil. Mientras, el efecto positivo lo impulsaron huevos, carne molida de res y limón ácido.
Inflación seguirá baja
El Banco Central prevé una inflación de 1,2% para el término del 2020, cifra que se mantendría por debajo de su meta y que obedecería a esa coyuntura internacional.
La alta volatilidad en el precio de las materias primas en el mercado internacional, sobre todo en petróleo y sus derivados, incide en el comportamiento de la inflación de Costa Rica, como importador de hidrocarburos.
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En 2020 se da una importante reducción en el precio del producto terminado que importa Costa Rica, en alrededor del 30%, respecto al año previo.
Esa caída se da por “la guerra de precios entre los principales productores, una caída inédita en la demanda como consecuencia de las medidas de contención sanitaria por el COVID-19 y la saturación en la capacidad de almacenamiento”, explica el informe de política monetaria del Central, abril 2020.
La autoridad monetaria prevé un ligero aumento en el precio para el 2021 (alrededor de 5%). Esto dependerá de cómo evolucionen los precios del petróleo y la economía mundial.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que la tasa de inflación mundial tenderá a baja en el periodo 2020-2021, “como consecuencia de la reducción en la demanda agregada global, que más que compensaría el impacto sobre los precios de los choques de oferta en las cadenas de producción y suministros”, anotó informe del Banco Central.
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Metodología variada
“Si bien el estado de emergencia nacional por el COVID-19 se decretó desde el 16 de marzo, Decreto Ejecutivo No. 42227-MP-S, el impacto en la falta de precios para el cálculo del IPC de marzo fue leve, sin embargo, en la recolección de datos de abril, sí se registró un incremento de precios faltantes de los bienes y servicios que conforman la canasta de consumo del índice”, apuntó el comunicado emitido por el INEC.
Debido a lo anterior, el cálculo se realizó con algunas medidas que se detallaron en una nota técnica.
¿Por qué hay menos información?
- Artículos no disponibles temporalmente en establecimientos que conforman la muestra debido a una mayor demanda, principalmente de algunos productos alimenticios y productos de limpieza.
- Cierre temporal de establecimientos de atención al público.
- Cierre de fronteras costarricenses y suspensión de vuelos de aerolíneas que operan en Costa Rica.
- Dificultad de ingreso a los establecimientos por la reducción en la capacidad máxima de ocupación; por ejemplo: supermercados, verdulerías, carnicerías, farmacias, entre otros.
Los grupos más afectados fueron; prendas de vestir y calzado, comidas fuera del hogar y servicio de alojamiento, entretenimiento y cultura, transporte y educación.
Ante la menor cantidad de información disponible, el INEC acudió a la imputación de precios.
La imputación, explicó la institución, es un procedimiento que se aplica para estimar el precio de un bien o servicio cuando no se logra recolectar la información; esto se puede realizar mediante el arrastre del último precio observado, es decir, repetir el último precio, o por medio de la estimación de un factor que muestre la variación observada en los precios recolectados del mismo bien o servicio en otros establecimientos.
Además, el INEC utilizó dos fuentes de encuesta: presencial y telefónica.