
Aunque la producción nacional lleva 13 meses seguidos de desaceleración, para el último trimestre del año se espera mejores resultados, en especial porque empezaría a desaparecer el efecto de la salida de Intel de las cuentas nacionales.
Mientras la firma de microprocesadores permaneció en el país, sostenía las cifras de producción, pero una vez que su salida se hizo efectiva –a finales del 2014–, las cuentas nacionales dejaron de registrar su actividad y, por lo tanto, el 2015 quedará como el año en que se sintió el cese de sus operaciones.
El Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE) así lo demuestra.

En abril del 2014 alcanzó su valor más alto de los últimos meses con un 4,1% en la serie de la tendencia ciclo interanual, que es la que elimina los efectos cíclicos.
Posteriormente, el indicador fue perdiendo fuerza paulatinamente hasta que en mayo pasado tuvo uno de los valores más bajos de los últimos años, un 1,3%.


Sin embargo, no existe un único motivo del descenso de la producción. La agricultura, el otro sector con un peso relevante en el cálculo, también pasa por un mal momento originado en una menor actividad en el cultivo del banano y la piña.
El efecto Intel
El BCCR confirmó que el deterioro de la producción está siendo afectado por Intel.

“La industria manufacturera registró una caída interanual de 3,1% debido al traslado de operaciones de la empresa Intel hacia el mercado asiático”, dice el comentario publicado por la entidad.
Otra forma de observar el efecto es tomar el IMAE sin zonas francas, régimen con el que operaba la empresa estadounidense. Esta clasificación tenía un comportamiento casi idéntico con respecto al índice general desde mayo del 2014, pero en diciembre pasado comenzó a separarse y en el dato más reciente más bien reporta una mejoría con respecto a periodos anteriores.
¿Cuánto tiempo perdurará el efecto de Intel? El Central prevé que este comportamiento disminuya durante los últimos tres meses del año, precisamente cuando el cálculo de los porcentajes de variación se haga sobre una base más baja.
“En sentido estricto, (el efecto sería) todo el año pero significativo hasta setiembre; esperamos que en octubre el crecimiento de otras actividades de manufactura compensen la caída de Intel”, dijo Roger Madrigal, director de la división económica del BCCR.

El Programa Macroeconómico publicado el 31 de enero incluyó una proyección de crecimiento real de 3,4%, pero ante menores niveles de producción, es probable que esa estimación descienda para la revisión que se dará a conocer a más tardar el 31 de julio próximo.
Madrigal confirmó que en el Central esperan una mejoría de la producción en general para el cierre del 2015, aunque advirtió que se presentaron algunos efectos que no esperaban como las inundaciones en la zona caribeña que afectaron algunos cultivos.
Sobre el impacto de Intel, José Luis Arce, economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), afirmó que el efecto de la firma se percibe según el periodo que se analice.
Un ejemplo es el crecimiento del IMAE en el corto plazo, puntualmente en la variación trimestral anualizada en donde la caída del indicador tuvo más fuerza entre diciembre del año pasado y marzo pasado, ya en abril mostró una elevación.
Así, en febrero el cambio era de -0,8%, mientras que el mayo fue de 1,8%, agregó Arce.
El economista Luis Mesalles también considera que a finales de este año se pueda observar una mejoría.
Además, agregó, otras empresas dentro del régimen de zona franca sí han tenido buenos resultados en su actividad, caso de los fabricantes de los dispositivos médicos y las firmas proveedoras de servicios.
Vidal Villalobos, economista del Portfolio Advisory Group de Scotiabank, dijo que la caída en el IMAE está magnificada por elementos adicionales como las condiciones climáticas y el fortalecimiento del dólar en los mercados internacionales.
“Una vez que se descuente el efecto Intel, el IMAE tendrá una nueva base a partir de la cual se medirán las futuras producciones mensuales por lo que esperamos en los próximos meses una recuperación”, dijo.
Villalobos añadió que para el segundo semestre se estima una mayor actividad interna, específicamente en la construcción de obras públicas, el comercio y los servicios financieros.