Tras más de dos años de mantener la inflación por debajo de su meta, la economía de Costa Rica podría experimentar un cambio de rumbo en 2026. Según un reciente análisis de BofA Securities —la división de banca corporativa y de inversión del Bank of America— es posible que se produzca un repunte inflacionario en el país, lo que podría influir en el poder adquisitivo de los costarricenses.
Como lo indica el informe, la inflación general en Costa Rica ha permanecido por debajo del rango objetivo desde 2023, e incluso acumula varios meses en territorio negativo. Esta situación se ha visto impulsada principalmente por la apreciación del colón y la baja en los precios de los combustibles a nivel internacional.

Sin embargo, las proyecciones indican que este periodo está por terminar: para 2026, la entidad prevé que el colón se deprecie alrededor de un 1% frente al dólar estadounidense. Aunque esta depreciación es mínima, marcaría un cambio significativo después de un periodo prolongado de fortalecimiento de la moneda nacional.
Los analistas pronostican que la inflación anual se mantendrá por debajo del rango meta en los próximos dos trimestres, pero regresará al rango a mediados de 2026 y luego repuntará hasta alcanzar el 3,5% a finales del próximo año.
Según BofA Securities, la dolarización de la economía costarricense hace que la inflación sea particularmente sensible a las fluctuaciones del tipo de cambio.
“Las fluctuaciones cambiarias en economías abiertas con regímenes cambiarios flotantes suelen tener un impacto en los precios al consumidor. Esto se conoce como el traspaso del tipo de cambio a los precios al consumidor. El efecto puede variar si la economía presenta un alto grado de dolarización, como es el caso de la economía costarricense”, dice el informe.
Así, estiman que una variación del 10 % en el tipo de cambio podría tener un impacto de 195 puntos base a la inflación general después de 12 meses. Este impacto sería más notable en los precios de los bienes importados, como los electrónicos y los vehículos, en comparación con los servicios locales.
TPM no bajaría más
“Creemos que después de 28 meses con una inflación por debajo del objetivo y la mayor parte del tiempo en territorio negativo, los riesgos están sesgados al alza”, indicaron los analistas.
El análisis de BofA Securities contradice la última proyección del Banco Central de Costa Rica (BCCR), que el pasado 18 de septiembre decidió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) al 3,50% anual y anunció que la inflación general regresaría al rango meta a inicios del 2027.
Más aún, el posible repunte de la inflación el próximo año podría llevar al BCCR a mantener la TPM sin cambios para asegurar la estabilidad de precios.
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El análisis proyecta que los precios del petróleo crudo podrían subir gradualmente durante 2026, alcanzando los US$72 por barril para finales de año.
Este incremento, que representa un aumento de aproximadamente el 13% desde los precios actuales, podría añadir unos 43 puntos base a la tasa de inflación anual para finales de 2026.
“No prevemos grandes presiones inflacionarias derivadas de la depreciación de la moneda, pero no esperamos que 2026 sea otro año en el que la economía se beneficie de una moneda significativamente más fuerte”, añade BofA.
El análisis señala que, aunque el BCCR no tiene un nivel objetivo para el tipo de cambio, varias organizaciones empresariales del sector turístico y exportador han presionado al ente emisor para evitar una mayor apreciación del colón costarricense.