Son diversas las fuerzas que mueven la preferencia por ahorrar o invertir en colones, o en dólares. Las dos con mayor relevancia son la incertidumbre y el premio por invertir en cada moneda, es decir, la diferencia entre los rendimientos que ofrecen y lo que hace más atractivo apostar por una de ellas.
En una coyuntura como la actual, surge la duda de si el desbalance fiscal que experimenta Costa Rica, cuyos efectos se acrecentaron en 2018, impactó recientemente las decisiones de los ahorrantes e inversionistas al momento de elegir una moneda. La respuesta indiscutible es sí.
Los agentes económicos se inclinaron por las divisas a lo largo del 2018, ya que buscaron una moneda que les generaría más confianza, justo en una época de temor sobre el rumbo que tomaría la economía costarricense.
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Esto inclusive influyó en el comportamiento del precio que pagaron personas o empresas por cada dólar, principalmente en el segundo semestre del año.
Dólares más atractivos
Por moneda, la preferencia por el ahorro en dólares prevalece. Aún más en agregados como el medio circulante ampliado y la riqueza financiera del sector privado, que alcanzaron el 37,8% y 34,8%, respectivamente, según datos del BCCR.
El medio circulante ampliado incluye el numerario en poder del público y los depósitos bajo las figuras de cuenta corriente, ahorro a la vista, plazo vencido, cheques de gerencia y cheques certificados.
A detalle, los depósitos que registraron los clientes financieros a lo largo del año registraron esa dinámica de ahorrantes que prefirieron los dólares, al menos al revisar su comportamiento a octubre.
Las cifras son claras. El saldo en cuentas de ahorro del sistema financiero creció un 14%, mientras que el de los colones experimentó una realidad muy distinta: decreció.
En el caso de los certificados de depósito a plazo ocurrió algo similar, aunque el repunte fue menos acelerado. El saldo de estos productos en dólares creció 2,6%, pero la tendencia se mantuvo ya que también se contrajo en moneda local.
¿Qué motivó el mayor ahorro en dólares? De entrada, la presencia de una campaña electoral en el arranque de año genera dudas y las personas y empresas procuran asegurar su riqueza.
Las tasas en dólares han crecido más que las de colones y esto reduce el incentivo de apostar por la moneda nacional. El premio por invertir en colones bajó e inclusive entró en la senda negativa.
Asimismo, el dólar toma fuerza como moneda a nivel internacional y algunos factores internos hacen que las expectativas de devaluación aumenten. Por un lado, el ya conocido déficit fiscal y la incertidumbre que genera.
Por otro lado, el cambio en la presidencia del Banco Central con un mensaje de permitir una mayor volatilidad en el mercado, una inclinación hacia la depreciación de la moneda, lo que entonces incentivó la compra de dólares, explicó Adriana Rodríguez, economista de Frecuencia Económica.
Estos factores, a su vez, influyeron en las expectativas de los agentes económicos.
El mercado espera una mayor devaluación. Esto hace que sea mucho más atractivo invertir en dólares que en colones para la mayoría, aseguró el economista Luis Mesalles.
Las expectativas de depreciación a 12 meses iniciaron el 2018 en 3,5%, pero llegaron a 5,8% en octubre.
No hay nada escrito todavía sobre qué moneda preferirán los inversionistas en el próximo año pero mucho de ello dependerá del desenlace de la reforma fiscal y el resto de soluciones que busque el Gobierno para atender el déficit.
La confianza se puede recuperar poco a poco, pero la competencia es fuerte porque el dólar toma poder.
Sin embargo, la falta de liquidez en colones no se nota porque hay muy poca demanda de crédito, añadió Mesalles.
Impacto en el tipo de cambio
El 2018 trajo consigo varios hitos económicos, pero sin duda uno de los más importantes fue la mayor volatilidad en el tipo de cambio, en la segunda mitad del año.
Cuando el precio del dólar mostró un comportamiento más dinámico, los agentes económicos buscaron respuestas para entender qué lo motivó, pero parte de la explicación estaba en ellos mismos y en su mayor demanda de dólares.
“El 2018 ha sido un año particularmente incierto y las personas encontraron mayor seguridad en el dólar. La anterior situación ocasionó una mayor demanda de dólares y, a mayor demanda, se presiona el precio hacia la alza”, explicó María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense (ABC).
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La compra de divisas explica una buena parte del comportamiento al alza que registró el tipo de cambio, ya que generó una presión en el mercado mayorista Monex.
Solo en octubre se demandaron $12,1 millones diarios más que el promedio diario del primer semestre ($68,3 millones), indicó Rodríguez.
El discurso sobre la movida del dólar, por parte del Banco Central va en la misma línea.
La incertidumbre sobre la situación fiscal impulsó que los inversionistas y ahorrantes acudieran a los dólares en busca de una moneda segura para inversión más que todo en instrumentos a la vista, aseguró Rodrigo Cubero, presidente del BCCR, en una entrevista con EF.
La segunda razón expuesta por el BCCR es el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos y la subida en los precios internacionales del petróleo.
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Datos del BCCR muestran, a agosto, que la factura petrolera aumentó en un 25,2%, respecto del año previo, producto de un crecimiento similar en el valor unitario del barril.
Por su parte, las tasas de interés estadounidenses llegaron en setiembre a un rango de entre 2% y 2,25%, su mayor nivel en los últimos diez años.
El aumento de ese mes fue el octavo desde finales de 2015 y se espera uno más en diciembre. La estimación de economistas en Estados Unidos es alcanzar 3,1% para el 2019.
Entre tanto, el incremento en el precio del dólar generó además presiones inflacionarias futuras, y esto llevó a que el Banco Central aumentara la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 25 puntos básicos para ubicarla en 5,25%.
Este aumento al mismo tiempo pretende posicionar mejor el rendimiento que ofrecen los productos en colones.