Por primera vez desde octubre de 2024, el Banco Central de Costa Rica (BCCR) decidió reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM) a un 3,75%, después de haberla mantenido en 4% durante los últimos nueve meses.
Róger Madrigal, presidente del BCCR, hizo el anuncio este 17 de julio, tras la quinta reunión de política monetaria del 2025. Según dijo, la decisión de la Junta Directiva fue unánime.
“La Junta Directiva reitera su compromiso con una inflación baja y estable, por lo que los cambios en la TPM procurarán ser graduales y prudentes, para responder oportunamente y en la dirección que corresponda, cuando las condiciones macroeconómicas y la valoración de los riesgos lo requieran”, explicó.
La TPM es el porcentaje que la institución cobra o paga a los bancos por préstamos a muy corto plazo, y funciona como una referencia para las tasas de interés que luego aplican los bancos comerciales en sus créditos y depósitos.
Cuando el Central sube esta cifra, lo hace generalmente para contener la inflación, ya que eso encarece el crédito y desincentiva el consumo. En cambio, cuando la baja, busca estimular la economía al abaratar los préstamos para hogares y empresas.
Ya pasaron más de dos años desde la última vez que el país alcanzó su meta de inflación del 3%, la cual fue establecida por el BCCR en enero de 2016 y se ha incumplido desde abril de 2023.
Más aún, la inflación acumula 26 meses por debajo del rango de tolerancia, que es de ± 1 punto porcentual (p. p.) alrededor de ese 3%. En junio, el indicador interanual llegó a -0,22%.
El BCCR mantuvo su estimación de que la inflación general retornaría al rango de tolerancia alrededor de la meta en el segundo trimestre del 2026.
Según Madrigal, entre los factores de riesgo que desviarían la inflación de la proyección central hacia la baja están las expectativas de inflación reiteradamente por debajo de la meta, asociadas a la postergación de la convergencia al rango, así como un crecimiento económico de los socios comerciales inferior al proyectado.
Los motivos del ajuste
El ajuste de la TPM en 25 puntos base se apoya en una disminución de la incertidumbre global generada a inicios del 2025 por las políticas arancelarias de Estados Unidos, aunque el entorno geopolítico sigue siendo complejo, apuntó Madrigal.
“Es un escenario mixto, donde algunas cosas consolidan lo que observamos en el mes de junio, cuando revisamos la situación macroeconómica, pero hay un par de novedades y, en algunos casos, hay una mejora en las tendencias”, dijo el jererca.
“Contrario a lo que se pronosticaba, no se ha observado una desaceleración económica en el país; por el contrario, el crecimiento el régimen especial se ha acelerado a tasas de dos dígitos (12,3%) y el régimen definitivo se estabiliza en torno al 1,9%. También el empleo ha crecido en cantidad y en calidad, pues hay un aumento de la formalidad”, añadió.
El anuncio surge después de que diez cámaras empresariales solicitaran a la Junta Directiva del BCCR aprobar una “reducción significativa” de la TPM, argumentando que una tasa alta limita la obtención de financiamiento a las empresas, según informó el diario La Nación este 17 de julio.
Estas fueron las consideraciones para reducir el nivel de la TPM, según lo resumió el BCCR mediante un comunicado:
A. El artículo 2 de la Ley Orgánica del BCCR establece, como uno de sus principales objetivos, preservar la estabilidad interna de la moneda nacional. Este propósito es interpretado como mantener una inflación baja y estable, lo cual contribuye con la eficiente asignación de recursos en la economía, promueve el crecimiento económico, la generación de empleo y, en general, el bienestar de la población.
B. Desde la reunión de política monetaria de la Junta Directiva en junio pasado, en el entorno internacional ha habido algún avance en las negociaciones arancelarias y los conflictos geopolíticos vigentes se han atenuado; no obstante, los distintos indicadores de incertidumbre global continúan en valores históricamente elevados. Esta incertidumbre ha condicionado la actividad económica y la trayectoria de la inflación, tanto observada como prospectiva.
El proceso desinflacionario se detuvo en las principales economías, influido por la evolución de los precios de alimentos, servicios y energía. En este contexto, las decisiones de política monetaria han sido diversas, en general, unos bancos centrales bajaron sus tasas de interés de referencia, en tanto que otros las mantuvieron.
C. En el ámbito nacional, en mayo pasado la actividad económica creció 3,8% interanualmente, según la tendencia ciclo del Índice Mensual de Actividad Económica; esa tasa es inferior en 0,9 puntos porcentuales (p.p.) a la observada un año antes.
D. En el bimestre mayo-junio la inflación general, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor, registró valores negativos, aunque cercanos a cero, lo que contrasta con la tasa media de los cinco meses previos (1,0%). El promedio de indicadores de inflación subyacente también se desaceleró, aunque se ha mantenido en valores positivos (en junio fue de 0,7%). Ambos indicadores continúan por debajo del límite inferior del rango definido alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 p.p.).
E. Por su parte, las expectativas de inflación han permanecido dentro de ese rango de tolerancia, pero en general por debajo del 3,0%. La mediana de las expectativas obtenidas de la encuesta que realiza el BCCR se ubicó en 2,0% a 12 meses y en 3,0% a 24 meses, mientras que, en igual orden, las estimadas a partir de la negociación de títulos públicos en el mercado financiero costarricense (expectativa de mercado), registraron valores de 2,2% y 2,4%.
F. Con la información disponible al momento de tomar esta decisión, los modelos de proyección del BCCR sugieren el ingreso de la inflación subyacente y de la inflación general al rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación, en el primer y segundo trimestre del 2026, en ese orden.
G. Un nivel de la TPM en 4,0%, junto con la evolución reciente de las expectativas de inflación, sugiere que esa tasa se encuentra en valores ligeramente superiores a los que el Banco Central considera coherentes con una postura de política monetaria neutral. Ello abre espacio para una reducción en la TPM.

Una de las primera reacciones tras el anuncio del BCCR llegó de parte del Grupo Financiero Mercado de Valores.
“Pese a que otros riesgos externos, como las tensiones arancelarias, aún no se han disipado del todo, esta decisión sugiere que todos los miembros de la Junta Directiva del BCCR —la decisión fue unánime— valoraron que esos factores ya no son suficientes para postergar la decisión de reducir el indicador en un entorno de inflación persistentemente baja. Esto también refleja un respaldo a la recomendación técnica de su División Económica, que abogaba por un recorte desde reuniones anteriores“, dijo Mauricio Moya, líder de inversiones de dicho Grupo.
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