Según el informe de Deloitte titulado “Tendencias globales de capital humano 2018: el auge de la empresa social”, los entornos laborales seguirán cambiando en estos aspectos principales:
1. Inteligencia artificial. Aunque la IA, la robótica y la automatización se ha expandido a pasos acelerados, los verdaderos pioneros están reconsiderando radicalmente cómo maximizar el valor humano y de las máquinas en el lugar de trabajo.
2. People data. Al mismo tiempo que la cantidad de información confidencial sobre los colaboradores aumenta, las organizaciones deben esmerarse por custodiarla con mayor privacidad para hacer un uso ético de ella.
3. De planes de carrera a experiencias de aprendizaje. Las necesidades y requerimientos de los nuevos colaboradores se enfocan en buscar experiencias profesionales, de manera que los modelos de aprendizaje y desarrollo deben adaptarse a esta tendencia.
4. Sinfonía en el equipo directivo. Los líderes de las organizaciones deben dejar de lado el esquema de equipos funcionales, a modo de silos, para gestionar ágilmente la combinación de individuos entre unidades de negocios.
5. Bienestar. Los colaboradores esperan que las organizaciones amplíen sus ofertas de salud física, mental, financiera y espiritual. Lo anterior como una estrategia de retención del talento, incremento de la productividad y gestión del estrés.
6. Edad. El aumento de la esperanza de vida ha permitido que la edad media de la fuerza laboral también incremente. Esto requiere diseñar carreras con propósito en diversas etapas y dimensiones de la vida, y que las diversas generaciones se involucren entre sí.
7. Ciudadanía responsable. Las expectativas de los colaboradores con respecto a la empresa crecen y, con ella, el deseo de generar un impacto positivo en la sociedad. Cualquier acción que socave el bien común, puede resultar en un deterioro de la reputación y el balance de resultados.
8. Lugar de trabajo hiperconectado. La variedad de tecnologías de comunicación sigue expandiéndose, lo mismo que el deseo de hacer más productivos y eficientes a los colaboradores. Esto seguirá transformado las dinámicas de los equipos, los espacios físicos, los enfoques de liderazgo y las prácticas de trabajo.
9. Nuevas recompensas. Los sistemas de compensación y beneficios habían sido una fórmula sencilla de resolver. Ahora las organizaciones deben continuar ideando propuestas personalizadas, ágiles e integradas, que permitan la atracción y retención del talento.
En general, el reporte propone que, en los mercados maduros, los profesionales jóvenes seguirán cuestionando las premisas del comportamiento corporativo, así como las propuestas económicas y sociales. Su capital social les llevará a decidir dónde trabajar.
