La sorpresiva caída en la confianza de los consumidores estadounidenses registrada en agosto enciende las alarmas para la economía de Costa Rica, dada la estrecha dependencia del país centroamericano con el mercado norteamericano.
El dato, que se contrapone a las expectativas de los analistas, sugiere una posible contracción en el gasto de los hogares en Estados Unidos, lo que podría tener un impacto directo y negativo en sectores vitales para Costa Rica como el turismo, las exportaciones y la inversión extranjera directa.
El viernes, la Universidad de Michigan publicó su estimación preliminar del índice de confianza del consumidor, situándolo en 58,6 puntos, lo que representa una caída del 5% respecto al mes anterior.
Esta es la primera contracción en cuatro meses y se atribuye, según Joanne Hsu, directora de la encuesta, a “un aumento de la preocupación por la inflación”. El mercado, en contraste, esperaba un ligero aumento que llevara el índice a 62,5 puntos.
El vital motor del turismo, en riesgo
La principal y más inmediata preocupación para Costa Rica radica en el sector turístico. Estados Unidos es el principal emisor de turistas hacia el país, y una menor confianza en la economía personal y futura suele traducirse en un recorte de gastos discrecionales, como los viajes de placer.
Cuando los consumidores estadounidenses se sienten pesimistas sobre su situación financiera, posponen o cancelan vacaciones, buscan destinos más económicos o acortan la duración de sus estadías.
Para Costa Rica, donde el turismo es uno de los principales generadores de divisas y empleo, una disminución en la llegada de visitantes norteamericanos tendría un efecto cascada, afectando a hoteles, restaurantes, turoperadores y a toda la cadena de valor asociada.
Cerca del 25% de los empleos en Costa Rica están ligados de forma directa o indirecta al turismo.
Datos recientes ya muestran la sensibilidad del sector a las condiciones económicas en Norteamérica. La dependencia del mercado estadounidense es un factor de vulnerabilidad que se agudiza en momentos de incertidumbre económica como el que ahora se vislumbra.
Incertidumbre para las exportaciones y la inversión
Más allá del turismo, la economía costarricense está fuertemente ligada a Estados Unidos a través del comercio y la inversión. Estados Unidos es el destino de una porción significativa de las exportaciones costarricenses, incluyendo productos agrícolas y dispositivos médicos. Una caída en la confianza del consumidor puede anticipar una desaceleración económica más amplia, lo que implicaría una menor demanda de estos productos en el mercado estadounidense.
Asimismo, Estados Unidos representa la mayor fuente de Inversión Extranjera Directa (IED) para Costa Rica. Un entorno de pesimismo económico puede llevar a las empresas estadounidenses a posponer decisiones de expansión e inversión en el extranjero, a la espera de un panorama más claro. Esta posible cautela en la inversión afectaría la creación de empleo y el desarrollo de nuevos proyectos en el país.
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Así, el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, aunque es un indicador preliminar, funciona como un termómetro de la disposición al gasto del principal socio comercial de Costa Rica. La caída registrada este agosto, por tanto, no es una estadística lejana, sino una señal de advertencia sobre posibles turbulencias económicas en el horizonte nacional.