Las chocolaterías no solo se valen del tentador sabor del cacao para seducir el paladar de los clientes, sino también de su versatilidad para convertirlo en arte, por medio de productos gourmet que atraen con solo mirarlos.
Varios negocios de venta al detalle, y por medio del servicio exprés, le dan valor agregado a la comercialización del chocolate en medio de un mercado que crece y se expande.
Actualmente, hay 167 comercios de confites y otros productos relacionados (categoría en la que entran las chocolaterías) más que los registrados en el 2010, para un total de 654 en el mercado, según el Ministerio de Hacienda.
Dentro de este negocio, se robustece la oferta que se diferencia con calidad y presentaciones personalizadas, oportunas para regalos y ocasiones especiales; o simplemente, para complacer a los amantes del chocolate.
Chocolarte, La Chocolatería, Chocolate Sibú, Dolce Flowers y Chocolatería Britt son algunas de las empresas que trabajan con este enfoque en el país.
Dichos negocios se especializan en buscar la mejor manera de adecuar las combinaciones y apariencias al requerimiento de cada cliente o regalo solicitado, lo que les ha dado réditos y posibilidades de expanderse.
LEA: Giacomin y Chantilly ajustan su estrategia para proteger su legado
Respecto a los precios, se puede conseguir un chocolate desde los ¢500 hasta preparaciones o artes más elaboradas que van desde los ¢20.000 hasta los ¢100.000.
Lo más buscado
Los ramos de fresas bañadas en chocolate, las trufas de chocolate, tabletas o diversas figuras personalizadas, los bombones rellenos de centros líquidos y otras coberturas finas, son algunos de los productos más demandados.
“El principal valor agregado que ofrecemos es el arte con el que realizamos nuestros trabajos, además de la personalización que el cliente le puede dar al producto que compra con nosotros”, comentó Joaquín Rodríguez, propietario de Chocolarte.
Este negocio –ubicado al oeste del templo católico La Soledad en San José– ha venido afinando su oferta a través de los siete años que tiene de operar y ha logrado mantener un aumento de al menos 15% anual en sus ventas.
Por su parte, Chocolatería Britt, que tiene solo cinco meses con su primer local, en Multiplaza Escazú, informó que ha excedido la expectativa de demanda y aceptación del público.
LEA: Britt inaugura en Multiplaza Escazú su primera chocolatería
“Es un novedoso y moderno concepto enfocado en chocolate gourmet con sabores tropicales, exóticos y extraordinarios”, dijo Pablo Vargas, CEO de Britt.
Este local tiene un chef chocolatero en el lugar para que las personas realicen sus propias combinaciones. También está probando un sistema de envío a domicilio.
En expansión
Hay otras chocolaterías que no solo fortalecen su consolidación en el mercado nacional sino en el internacional, apostándole a la expansión y la exportación.
Tal es el caso de Chocolate Sibú que acaba de abrir su segundo local en Plaza Itskatzú, en Escazú, con el fin de ampliar la oferta que tiene desde que abrió su primer local ubicado en San Isidro de Heredia, en el 2007.
“La expansión se da gracias a la buena aceptación de nuestra propuesta que trabaja con cacao 100% costarricense y orgánico. Además, somos maestros chocolateros”, externó George Soriano, gerente de la empresa.
Soriano resaltó que también están enfocados en fortalecer la exportación de barras de chocolate, que venden a Estados Unidos desde el 2010.
Otras empresas que están en expansión de operaciones con este concepto son Dolce Flowers y La Chocolatería.
Dolce Flowers –ubicado en el Centro Comercial Los Reyes en Santo Domingo de Heredia– abrió en el 2012 y desde ese momento tuvo una fuerte demanda del público, con ventas en el local y exprés, según el vocero, Javier Robleto.
Eso les ha permitido manejar un crecimiendo aproximado del 7% anual en su facturación. Además, hace tres meses, inició operaciones en Panamá, como parte de una cadena de aperturas de locales dentro de la región.
“Ya se tienen planes para aperturas durante este año en Guatemala y Perú”, mencionó Robleto.
Asimismo, en Costa Rica, Dolce Flowers planea generar la venta de minifranquicias, un proyecto que empezó en enero anterior y estaría listo a finales del 2016.
Por su parte, La Chocolatería, que se fundó desde 1996 y se ubica en San Rafael de Escazú, abrirá otro puesto en octubre de este año en Plaza Real de Alajuela.
También, trabaja en la reapertura del local en Pinares de Curridabat dentro de un mes, y trasladará la operación de Heredia centro para un nuevo sector dentro de la misma provincia, indicó su vocero, Enrique Devis.
“Nuestro valor agregado es el buen cacao que usamos en nuestras materias primas y el cumplimiento de nuestros compromisos. Tenemos el servicio de entrega en todo el país; hacemos cosas caprichosas para los clientes y se los enviamos donde quieran”, informó Devis.
Las empresas coinciden en que su público es muy variado, está compuesto por gente de todas las edades, aunque con buen gusto por el chocolate.