El restaurante Novillo Alegre —especializado en cortes de carne al estilo argentino— está próximo a cumplir un cuarto de siglo de operar en Costa Rica. En paralelo, la marca se prepara para inaugurar su primer punto de venta fuera de Costa Rica, específicamente en El Salvador, gracias a una alianza con Grupo Cireba.
Esta expansión representa un paso internacional que sienta las bases para una fase de expansión y notoriedad en la región. Para conocer la actualidad del negocio y los planes de la marca de cara al futuro, EF conversó con Leandro Aldaburu, gerente general del Novillo Alegre.
P: El Novillo Alegre cuenta con más de una decena de locales en Costa Rica, ¿cómo ha evolucionado el negocio en el país en los últimos años?
R: Hoy contamos con 12 locales, 11 en el Gran Área Metropolitana (GAM) y uno en Jacó. Abrimos nuestro primer local en el año 2001, por lo que tenemos más de 20 años de trayectoria. El crecimiento ha sido desafiante pero afortunadamente el consumidor costarricense es carnívoro y le gusta mucho el perfil de steaks o bifes.
Al principio, la expansión fue lenta, luego, tuvimos una fase de crecimiento rápido donde nos enfocamos mucho en la estandarización de productos y calidades. Actualmente, seguimos trabajando intensamente en capacitaciones con nuestros franquiciados, una tarea que ha dado frutos, pues empresas muy serias fuera de Costa Rica nos están buscando para franquiciar, como en el caso de El Salvador.
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P: ¿Cuáles fueron los factores que motivaron la llegada de la marca a El Salvador? ¿Por qué se escogió este país para la primera franquicia internacional y no otro de la región?
R: Siempre hay otros países en la mira; de hecho, existen contactos con otros empresarios gastronómicos para futuras aperturas. Pero para concretar, deben darse varios factores. Por nuestra parte, nuestra franquicia debe estar lista para operar fuera y para brindarle todas las herramientas al franquiciado. Por otro lado, es esencial que el franquiciado cumpla con los estándares y requerimientos de El Novillo Alegre.
Grupo Cireba, que manejará la marca allá, presentó la propuesta para llevar la marca a su país, donde encontró un terreno propicio para crecer gracias al dinamismo económico y al auge turístico que vive esa nación.
P: ¿Cuáles son esos estándares que solicitan para operar una franquicia fuera del país?
R: Investigamos a fondo la trayectoria del franquiciado en su país: es vital que conozcan su mercado interno, que entiendan la dinámica de las carnes, y que sepan qué demanda el consumidor local y también evaluamos cómo trabajan con sus distribuidores y su gestión laboral. Por ejemplo, observamos su rotación de empleados porque una baja rotación es un indicador de que es una empresa seria, que lleva tiempo en el mercado y que mantiene un equipo de trabajo contento.
P: Sobre la franquicia de El Salvador, ¿cuántos puntos de venta se están visualizando en ese país?
R: Tanto para nosotros como para nuestro franquiciado, consideramos que El Salvador podría llegar a tener tres locales sin ningún problema. La primera ubicación se inaugurará en diciembre en el distrito de San Benito, San Salvador, un área reconocida por su significativo desarrollo corporativo y turístico en la capital.
P: Una vez que el modelo esté establecido en El Salvador, ¿tienen otros mercados en la región con interés de expandirse?
R: Sí. Ya estamos conversando con grupos gastronómicos en Panamá y Guatemala, y existe una posibilidad con México.
P: Hablando a nivel operativo del negocio, ¿cómo se maneja la dinámica de proveedores y los cortes importados? ¿Cuánto cambiarán los estándares al tener presencia fuera de Costa Rica?
R: Nosotros trabajamos con proveedores que, afortunadamente, también tienen una fuerte presencia regional. Esto nos facilita replicar el producto, ya que las proteínas y otros productos clave de la cadena de suministro logran trasladarse de manera efectiva. Esto asegura que la calidad de nuestros cortes sea consistente en la nueva sede.
P: En el nicho de mercado en el que ustedes están, ¿cómo miden el nivel de competencia? ¿Cuál es el elemento diferenciador que caracteriza a El Novillo Alegre frente a otros negocios en este mismo segmento?
R: Consideramos que toda la gastronomía en el mercado es una competencia sana para nosotros. No nos enfocamos en salir a quitarle clientes a otros, sino en que haya público para todos.
Aunque mis competidores más directos podrían ser los steakhouses y los restaurantes que buscan hacia la clase media, yo veo a todos los restaurantes abiertos como competencia, con sus excepciones, claro, por ejemplo, si una familia decide salir un domingo y la hija quiere una hamburguesa de cadena, automáticamente salimos de ese nicho. Por eso, no vemos a otros steakhouses como una competencia tan directa como a toda la oferta gastronómica disponible en el mercado.
P: A nivel nacional, con 12 puntos de venta, ¿dónde ven potencial de crecimiento para establecer un nuevo restaurante? ¿Seguirán mirando zonas costeras?
R: Las zonas costeras son más complicadas porque la temporada baja afecta mucho y a veces nos desmotiva para llegar. Creemos más en mercados estables con economías regionales sólidas, donde exista comercio, agricultura, ganadería y turismo. Vemos a Liberia como un punto muy interesante, también a Pérez Zeledón en un perfil más pequeño como un punto llamativo. A mediano o largo plazo, estamos evaluando la zona de Grecia, que proyecta un buen crecimiento en los próximos 5 a 10 años y sería una buena zona.
P: ¿Tienen previsto alguna inauguración en el corto plazo (uno o dos años) aquí en el país?
R: El punto más cercano que estamos analizando es Liberia. Todavía no está definido, pero tiene un primer visto bueno nuestro.
P: El formato de los restaurantes ha cambiado. ¿Han valorado explorar formatos más pequeños en centros comerciales, tomando en cuenta el auge también de las plataformas de entrega de comida, o esto podría cambiar la experiencia de marca?
R: Estamos trabajando para que, a mediano plazo, los restaurantes El Novillo Alegre estén fuera de centros comerciales, más ligados a formatos estilo casas con parqueos propios y zonas verdes para niños.
Además, estamos trabajando en una nueva marca, un poco más ligada a El Novillo, que ofrecerá un perfil de comida rápida para familias y amigos, con un ticket más económico. Aún se está “cocinando” esta idea, queremos movilizar algunas líneas de negocio que tenemos en centros comerciales para convertirlas en una línea de comida rápida, de paso.
P: Como líder del negocio, ¿cuál es su visión y su sello para llevar a El Novillo Alegre a su mejor versión?
R: El sello de El Novillo Alegre es ser una cocina confortable para familias y empresarios, con una excelente relación precio-calidad. Buscamos que esta relación permita a la clase media visitarnos varias veces, a la clase media baja conocernos al menos una vez, y que a la clase alta también le ofrezca cortes ambiciosos para una buena experiencia.
P: ¿Qué tan importantes son las alianzas con entidades bancarias que pueden ser la llave para que más personas conozcan el restaurante a través de descuentos?
R: Las alianzas con los bancos siempre ayudan mucho para que el consumidor que no nos conoce, y que quizás nos percibe fuera de su alcance económico, pueda visitarnos con una promoción estratégica. Esto ayuda a que nos tengan en cuenta entre sus opciones para salir a comer.
P: ¿Tienen planes de continuar fortaleciendo estas alianzas?
R: Esas negociaciones no tienen una garantía de continuidad para siempre. La marca está creciendo y es sólida. Si bien es muy interesante que la gente pueda venir a conocernos, no necesariamente vamos a seguir toda la vida con promociones bancarias activas como hoy.
P: ¿Dónde ve a la marca El Novillo Alegre en los próximos 5 a 10 años en el mercado nacional y regional?
R: A nivel regional, nos gustaría estar en cinco años con presencia en Guatemala y México, que consideramos son los mercados más interesantes para steakhouses o parrillas argentinas. En el mercado nacional, creo que en cinco años, como máximo, veo dos puntos nuevos abiertos.