A 14.000 kilómetros de distancia, varios empresarios costarricenses encontraron en Emiratos Árabes Unidos (EAU) un mercado dispuesto a recibir desde café hasta pupas de mariposa.
Lo que comenzó como un intercambio limitado hoy agranda sus cifras y posiciona a las pymes en un escenario donde comerciantes con alto poder adquisitivo fijan su atención en este país centroamericano.
Según datos de la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer), las exportaciones hacia EAU alcanzaron los $7,39 millones durante el primer semestre de este año. Es decir, casi cuatro veces superior al registro anual de 2020 ($1,91 millones). De hecho, en el primer semestre de este año ya se exportó más que en todo el 2024 ($3,84 millones).
Un 55,5% del monto total recaudado en 2025 por medio de esta actividad comercial corresponde a dispositivos médicos, mismo que presentó un importante crecimiento durante el último año al igual que el total de exportaciones a Emiratos.
No obstante, aunque se observa un aumento considerable y la región empieza a expandir sus relaciones comerciales, del total de exportaciones que realizó Costa Rica en ese periodo, los destinados a dicho país representaron solo un 0,06%. Es decir, aún es un socio pequeño, pero con grandes avances en cuestión de seis meses.
Laura López, gerente general de la Promotora, aseguró que actualmente 20 empresas costarricenses envían 19 productos distintos a ese destino, y varios son pequeños y medianos negocios.
Un impulso del CEPA
A juicio de William Reuben, presidente del Dubai-Costa Rica Business Council, el crecimiento podría haber sido potenciado por la entrada en vigor el 1º de abril del Acuerdo Integral de Asociación Económica en Comercio e Inversión (CEPA).
Dado que apenas transcurrieron cinco meses desde su implementación, todavía es difícil cuantificar sus resultados. Sin embargo, la reducción de araceles a las exportaciones hacia la región, la simplificación de procesos aduaneros y el fomento de participación de pymes pretenden acercar al país a resultados como el que se observa en la actualidad.
Ante la consulta de este medio, el lnternational Business Development & Trade Promotion Department de Emiratos Árabes Unidos respaldó la opinión de Reuben al asegurar que todavía no pasa el tiempo suficiente para determinar los resultados exactos del acuerdo sobre los números de exportaciones.
Con todo, destacó que se produjo un aumento de las exportaciones en productos como el aluminio, petrolíferos y plástico durante mayo y junio.
Ayuda institucional para incursionar en el mercado
Reuben explicó que la organización, fundada hace año y medio, actúa como puente entre empresas costarricenses de Emiratos, especialmente su centro económico: Dubái.
Su forma de operación se basa en el marco de Dubai Chambers, que agrupa a todas las empresas registradas en dicha zona junto a Abu Dhabi, otro de los siete emiratos que también muestra un crecimiento económico notable bajo su perspectiva.
La asesoría a las empresas ticas incluye acompañamiento para establecer presencia local, identificar canales de comercialización y entender la cultura empresarial del país, pues tiene ritmos de negociación distintos a los de América Latina.
No obstante, afirmó que, aunque Costa Rica es un “exportador boutique” frente a gigantes como India, Filipinas y Brasil, su reputación de calidad permite acceder a nichos especializados. Con el aprovechamiento del CEPA y la promoción adecuada de productos, consideró que las exportaciones costarricenses podrían duplicarse en un plazo de cinco años.
Para que una empresa comience a exportar, López, desde Procomer, recomendó aprovechar la información gratuita ofrecida a través de su Centro de Asesoría para el Comercio Exterior (Cacex), donde cada exportador recibe un ejecutivo asignado para aclarar dudas sobre logística, documentación, permisos fitosanitarios y puertos de entrada.
La institución también ofrece programas de capacitación sectorial, que incluyen desde la decisión inicial de exportar hasta módulos especializados para agroindustria, servicios o manufactura avanzada.
Los promotores nacionales y los representantes en el mercado ayudan a establecer contacto con compradores, garantizar el cumplimiento de requisitos y facilitar la inserción de productos en el país.
La participación en ferias internacionales también forma parte de la estrategia de Procomer; la selección de empresas se realiza por orden de inscripción y disponibilidad de cupo, sobre todo aquellas con capacidad de producción suficiente para atender la demanda del mercado internacional.
“Nosotros nos encargamos de montar todo el stand con la línea de marca país, de hacer las activaciones, pero también les hacemos agendas de manera tal que no solo van a la feria a prospectar el mercado y mostrar su producto, sino que también tiene reuniones con potenciales compradores”, dijo.
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El grano de oro entre los favoritos
Catalina Castillo, propietaria de Manural - Costa Rica Specialty Coffee, es una de las empresarias cuyo negocio alcanzó estos horizontes con el apoyo del Dubai-Costa Rica Business Council y Procomer.
La historia comenzó en la finca de su familia en Los Santos, donde desde pequeña observaba cómo su padre lograba sostener a la familia con la producción de café, una actividad que también permitió financiar sus estudios.
La conexión con el mundo exterior se dio años después cuando se mudó a Dubái y, tras varios años de experiencia como tripulante de cabina, decidió procesar café artesanalmente en la finca familiar.
El primer lote se produjo y, junto a otro caficultor de la zona, lograron realizar la primera exportación en 2023. Su iniciativa no buscó grandes volúmenes sino calidad, sostenibilidad y tradición, pero con el tiempo el éxito los llevó a vender sus productos en oficinas, cafeterías y negocios varios de la región emiratí.
La representante de Procomer en Dubái, comentó Castillo, facilitó contactos con empresarios locales y ayudó a encontrar un importador que respaldara la primera importación.
“La cultura local de Emiratos valora la personalización del producto y el café de Costa Rica se distingue justamente por su perfil de sabor único, ideal para un consumo directo sin necesidad de leche o azúcar”, comentó Castillo.
Eso sí, advirtió que la relación con compradores exige comprensión de formas de pago, preferencias de calidad y construcción de confianza, además de atención a diferencias culturales como tiempos de negociación, trato personal y etiqueta comercial.
Manural también recibe acompañamiento del Dubai-Costa Rica Business Council, quienes la mantienen contacto con empresarios nacionales y extranjeros para facilitar tanto oportunidades de conexión como de crecimiento con constancia. Actualmente, la familia reside en Dubái y se dedica de lleno a este negocio.

Por su parte, en Pérez Zeledón, la empresa Café Rivense del Chirripó, logró posicionar el café de sus fincas en EAU. Ahora no solo procesan su propia producción, sino que también compran a otros agricultores de la zona para enviarlo.
El acercamiento a Dubái, puerta de entrada a Emiratos Árabes y la región de Medio Oriente, comenzó con la participación en ferias y competencias especializadas en el producto organizadas por Procomer.
“Con el apoyo y la asistencia a estos eventos conectamos con tostadores y logramos entender sus preferencias: cafés dulces, con sabores frutales más que ácidos”, explicó Ricardo Ureña, uno de los propietarios. Actualmente, sus cafés se venden en Abu Dhabi, Dubái y Sharjah, donde trabajan con tostadores locales desde 2021.
La estrategia de exportación a Medio Oriente no fue inmediata, pues si bien comenzaron a venderle en 2019, la consolidación se dio a partir de 2021, impulsada por la sacudida económica que provocó la pandemia por Covid-19 y la reducción de la demanda en mercados tradicionales como Europa y Estados Unidos.
“Nos animamos a diversificar y buscar oportunidades en un mercado creciente que valora cafés de especialidad con perfiles únicos y procesos adicionales, como fermentación controlada”, agregó Ureña.

El acercamiento a los tostadores y compradores fue mixto, pues se dio por medio de conexiones directas a través de redes sociales y la mediación de la oficina regional de Procomer, quien les facilitó reuniones, visitas y contactos estratégicos en cinco de los siete emiratos.
Ureña, al igual que Castillo, destacó que la incursión requiere inversión y tiempo, pues se necesita de constantes negociaciones, viajes, adaptación cultural y la construcción de relaciones personales.
Este último punto lo posicionó como una de las principales diferencias al tratar con comerciantes emiratíes, pues para ellos el contacto humano es clave y no acostumbran manejar las interacciones laborales a la distancia.
Además, afirmó que la estabilidad de la región y la disposición de los actores locales para asumir riesgos hacen de Emiratos “un mercado dinámico y con potencial para empresas costarricenses que busquen consolidarse internacionalmente”.
De Puerto Jiménez a Dubái
En Guadalupe de la Palma, una comunidad de Puerto Jiménez en la Península de Osa, nació un emprendimiento que conecta el trabajo de cinco mujeres con Dubái.
Se trata de un mariposario familiar que produce pupas de mariposa las cuales, tras un proceso de cría y selección, viajan miles de kilómetros para exhibirse en mariposarios de lujo.
Todo empezó cuando una de las hermanas de este negocio, Lidieth Fernández, aceptó participar en un curso sobre mariposas solo para completar el cupo que necesitaba la capacitadora. Sin embargo, durante el proceso aprendió desde la siembra de las plantas hospederas hasta la construcción de jaulas y el manejo de especies de forma responsable.
Con el apoyo de su padre, quien les cedió un terreno para poder empezar, decidió involucrar a sus hermanas y juntas levantaron una primera estructura con techo de plástico y herramientas básicas. Al inicio apenas producían unas cuantas pupas semanales, pero la experiencia les sirvió para adquirir confianza y retomar sus objetivos.

Poco a poco se sumaron más integrantes de la familia: algunas que al principio solo sembraba plantas porque le temían a las orugas, pero las dificultades económicas suscitadas por la pandemia les llevaron a descubrir en su mariposario una nueva fuente de ingresos. Hoy pueden afirmar que cuatro hermanas y una sobrina forman el corazón del negocio.
Cada lunes se dedican a la siembra y al cuidado de las plantas, indispensables para alimentar a las orugas. Los martes, miércoles y viernes son días de cosecha, clasificación y empaque de pupas.
Posteriormente, se encargan de organizar envíos en autobús hacia San José, donde empresas intermediadoras se encargan de exportarlas a EAU, y ahí se exhiben en mariposarios de museos, atracciones y hasta llegan a ser parte de celebraciones temáticas.
Para operar, aseguró Fernández, requieren llevar una contabilidad formal y cumplir con regulaciones ambientales y de exportación. Además, el trabajo es constante, pues deben garantizar la calidad sanitaria de cada pupa, evitar plagas y mantener el ciclo de vida de las mariposas de forma sostenible.
Las pymes ganan terreno en zonas comerciales no tan frecuentadas hasta años recientes, por lo que aún es un área pendiente de explorar en su totalidad.
En algunos casos, la dificultad de mantener un comercio fluctuante con regiones habituales por factores como la pandemia detonaron la necesidad de buscar nuevas opciones. Y pese a que los dispositivos médicos se posicionan como el mayor emergente en la región emiratí, los sectores se diversifican poco a poco para ampliar sus límites.