La decisión de Florida Ice and Farm Company (Fifco) de vender su participación mayoritaria en el negocio de bebidas, alimentos y retail a Heineken por $3.250 millones marca un hito histórico que reconfigura por completo el perfil de la compañía enlistada en el mercado organizado por la Bolsa Nacional de Valores (BNV).
El anuncio no solo significa el cambio de manos de marcas icónicas como Imperial, Pilsen, Tropical o Musi, sino que obliga a los inversionistas a revaluar a Fifco: pues de ser una acción estable de una productora de bienes de consumo masivo, pasará a ser una acción enfocada en bienes raíces y hospitalidad.
La gran pregunta ahora es qué camino seguirá el valor de sus títulos en el mercado costarricense.
La magnitud de la venta es tal que deja a la “nueva” Fifco con activos concentrados en tres áreas: bienes raíces (Reserva Conchal y proyectos residenciales), hospitalidad (Hoteles Westin Reserva Conchal y W Costa Rica en Guanacaste) y la división de vidrio (Comegua S.A.). Esta metamorfosis, al menos a día de hoy, obliga a los analistas bursátiles a cambiar las métricas de valoración.
Antes de la venta, la acción de Fifco era valorada bajo los múltiplos de la industria de consumo masivo. Esta es una categoría estable, con flujos de caja predecibles y una demanda saludable.
Ahora, la valoración deberá ajustarse a los múltiplos del sector de servicios, real estate y turismo. Este sector es intrínsecamente más sensible al tipo de cambio, a la estacionalidad del mercado y a los ciclos económicos globales.
¿Cómo se traslada el monto de la transacción al precio de la acción?
El precio total de la transacción, $3.250 millones o aproximadamente ȼ1,6 billones, es el punto de partida para entender el impacto en la acción. Este valor no se transfiere directamente al precio del título, sino que se traduce en una ganancia neta por acción.
El mecanismo utilizado por Fifco fue la valoración por valor patrimonial (equity value). Este proceso determina cuánto dinero neto recibirá la compañía por sus activos luego de descontar sus deudas y obligaciones.
El precio final por acción se obtiene al tomar ese valor patrimonial neto y repartirlo entre el número total de acciones en circulación. Esto da como resultado una distribución extraordinaria a los accionistas.
Fifco estimó que esta distribución neta a los accionistas se realizará en un rango de $3,25 y $3,55 por acción. Esta es la cifra que el mercado absorbe y que dicta, en principio, el nuevo valor fundamental del título.
La información se desprende de un folleto que circuló la empresa costarricense a sus accionistas previo a la próxima Asamblea General que se llevará a cabo el 7 de octubre. Lograr la aprobación de la venta en esta sesión es uno de los pasos fundamentales para continuar la venta a Heineken.
Esta distribución es “extraordinaria” porque es un pago único que proviene de la venta de un activo principal, distinto a los dividendos regulares que salen de las ganancias operativas. Es decir, las que producen las ventas de cervezas o de los puntos de venta Musi cada año.
“La operación pactada con Heineken contempla el pago de aproximadamente $3.250 millones, lo que se traduce en un dividendo extraordinario estimado entre $3,25 y $3,55 por acción. Si se convierte a colones con el tipo de cambio actual, el rango estimado ronda entre ȼ1.640 y ȼ1.790 por acción. Ese cálculo es el que ha llevado a que en el mercado se hable de un precio de referencia cercano a los ȼ1.700. Es importante aclarar que el valor final en la Bolsa Nacional de Valores puede moverse en función de impuestos, tiempos de ejecución y del valor residual de los negocios que quedan en la compañía (inmobiliario, hospitalidad y vidrio)”, explicó Malberth Cerdas, docente de la Universidad Fidélitas, especialista en temas financieros.
Para Adriana Rodríguez, gerenta del Puesto de Bolsa del Grupo Financiero Acobo, el precio al cual podría gravitar la acción debería estar en el rango de la expectativa y valor presente del monto de ese dividendo a recibir más el valor que se le atribuya al negocio residual, que es el inmobiliario, en términos de activos y valor presente de su flujo de utilidades.
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“Entre los elementos a considerar está que, una vez distribuidos los réditos de la venta, el precio de la acción debe caer hasta el valor que le corresponde a la nueva realidad de la empresa, y otro es que, si bien hay un rango estimado de dividendos por la venta, el mismo es incierto en cuanto a valor final ante costos legales y similares. Esa incertidumbre tiene un costo, por lo que también es razonable esperar que haya inversionistas que prefieran vender durante el proceso de ajuste alcista”, explicó Rodríguez.
Comportamiento de las acciones
De acuerdo con la información de la BNV, el precio de la acción de la compañía costarricense empezó el año a un precio de ȼ799,99 hasta llegar a su pico de ȼ936,25 la semana pasada, una vez que se confirmó el anuncio con Heineken.
Durante la primera parte del año, el valor estuvo pegado al límite de los ȼ800, pero después de julio comenzó a revalorizarse hasta alcanzar el valor máximo a finales del mes pasado.
El riesgo remanente
Tras la ratificación por parte de los accionistas, la atención del mercado se traslada a los riesgos regulatorios (aprobación de Coprocom y entidades internacionales) y al valor del negocio residual. Hay que recordar que el visto bueno de la Comisión para Promover la Competencia y órganos similares en la región es clave para que se materialice la transacción.
De acuerdo con Rolando Carvajal, CEO de la empresa costarricense, el movimiento quedaría en firme a mediados del próximo año.
De cara al futuro, el valor de mercado de la acción se compondrá de dos elementos clave: el valor intrínseco del negocio de bienes raíces y hoteles, y el valor presente neto de la distribución extraordinaria. Se espera que la volatilidad persista mientras el mercado asimila esta nueva estructura.
Los accionistas están ante una decisión financiera crucial que depende de su aversión al riesgo y su necesidad de liquidez. Si bien la junta directiva proyecta una distribución extraordinaria de ganancias de entre $3,25 y $3,55 por acción, este pago está sujeto a que el acuerdo se concrete y a que se recuperen los fondos de garantía estipulados —dados a conocer en el folleto para accionistas— en los próximos años.
Por lo tanto, los analistas sugieren que el inversionista que prioriza la liquidez inmediata debe considerar vender ahora, mientras que quienes apuestan por la máxima ganancia deben mantener sus títulos y asumir los riesgos de ejecución del acuerdo.
El futuro de la acción, una vez pagado el dividendo, dependerá de la capacidad de Fifco para rentabilizar su nuevo y más volátil modelo de negocio basado en hoteles y bienes raíces.
“Si se mantiene pública Fifco con sus empresas remanentes, el riesgo de ambas actividades es muy distinto a cuando tenía la parte de alimentos y bebidas, y puede ser que algunos inversionistas no tengan el apetito para entrar a estos sectores solamente. Lógicamente, si no hay apetito, afectaría a la baja el valor del remanente”, aportó Mauricio Moya, líder de inversiones de Grupo Financiero Mercado de Valores.
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El perfil del inversionista de Fifco podría experimentar una transformación significativa. Anteriormente, atraía a inversionistas conservadores que priorizaban la estabilidad.
Sin embargo, ahora buscará inversionistas de crecimiento y capital de riesgo, interesados en el potencial inmobiliario de Guanacaste.
Es importante señalar que el nuevo negocio residual estará considerablemente expuesto al riesgo cambiario, dado que los ingresos de hoteles y bienes raíces se generan en dólares, así como a la estacionalidad inherente al sector turístico.
