La presencia y el liderazgo femenino en los negocios y su estilo de liderazgo pueden generar diferencias importantes en el retorno del capital, el crecimiento y el éxito empresarial.
Según un estudio del 2012 de la Credit Suisse, el retorno promedio del capital para aquellas empresas que contaban con por lo menos una mujer en su junta directiva fue de un 16% entre los años 2005 y 2011.
Esto significó un 4% adicional frente a aquellas empresas que no contaban con mujeres en sus directivas.
Contar con una mujer en una junta directiva también reduce la posibilidad de caer en bancarrota en un 20%, de acuerdo con la investigación británica Gender Balance and Insolvency Risk: An Empirical Study.
Sin embargo, a pesar de que un 50% de la población mundial está compuesta por mujeres, para el 2013 apenas tenían un 11% de cargos en juntas directivas, de conformidad con el GMI Ratings 2013 Woman on Boards Survey.
Estos fueron algunos datos que utilizó Kattia Chacón, consultora senior de Ernst & Young (EY), durante su exposición Emprendedurismo Femenino: uno de los motores de la economía nacional en la que subrayó la necesidad de incorporar a más mujeres en puestos de liderazgo dentro de las empresas.
¿Cómo está el panorama en Costa Rica?
Según la Encuesta Pulso Empresarial realizada en el 2013 por la Unión Costarricense de Cámaras y Asociados del Sector Empresarial (Uccaep), el 44% de las empresas indicó que, del total de sus planillas, las mujeres representanban entre 0% y 25%.
En el área de finanzas, el 56% de empresas informó que había entre 26% a 50% de mujeres laborando.
Las empresas contratan y mantienen en sus planillas principalmente mujeres de 25 a 29 años. En menor medida contratan trabajadoras de 30 a 39 años y de 40 a 49 años.
El sector privado es en el que hay mayores porcentajes de mujeres que están laborando.
Chacón destacó que el trabajo y liderazgo femenino se caracterizan por ser interactivo (se orienta hacia las personas y al trabajo en equipo), multitarea (capacidad de realizar varias actividades a la vez), conciliador (otorga información y no pretende acaparar el poder) y es inclusivo (promueve que otros participen).
Sin embargo, las mujeres enfrentan varios obstáculos que imposibilitan que crezcan y avancen en las empresas: estereotipos, falta de modelos femeninos de alto nivel o exitosos, falta de experiencia gerencial significativa y falta de mentores.