¿Vale la pena invertir en actualizar sus certificaciones de tecnología cada año?

“El conocimiento en software y el uso de la tecnología se perfilan como las carreras del futuro con más oportunidades laborales”, dice Karina López, gerente de ManpowerGroup Costa Rica. “Lo mismo sucede con las certificaciones, principalmente en las áreas de ciberseguridad, desarrollo de software y ciencias de datos”.

LEA MÁS: ¿Cuál certificación en tecnología debería elegir en 2022?

A nivel internacional las certificaciones más valiosas van desde las que demuestran dominio de plataformas de Amazon Web Services (AWS), Google Cloud, Azure de Microsoft, VMware, Project Management Professional (PMP), de infraestructura multi nube, de seguridad informática y de auditoría informática, entre otras. Estas certificaciones implican salarios anuales entre $133.568 y $168.080, según una encuesta de Skillsoft.

El 66% de los gerentes indicaron que las habilidades adicionales de un empleado certificado —en comparación con un empleado no certificado— tienen un valor económico anual de más de $10.000. El 22% de los 2.557 ejecutivos encuestados sitúa este beneficio en $25000 o más.

Así, la vigencia técnica y profesional, en un mercado tan cambiante y competitivo, no debería representar una desventaja y más bien debería traer beneficios. ¿Ocurre así en todos los mercados e industrias?

Dos caminos

Copiado!

En la actualización profesional, una persona puede seguir dos opciones.

Una es realizar un posgrado para profundizar el conocimiento y las competencias cuando se tienen aspiraciones a cargos ejecutivos, a participar en programas de investigación y desarrollo para la innovación y a ocupar puestos de alto desempeño.

A nivel local, sin embargo, la mayor demanda laboral es a nivel técnico y profesional, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

La segunda opción es capacitarse y certificarse en áreas técnicas específicas de alta demanda en las empresas.

Contar con personal actualizado y certificado representa para las empresas una ventaja, ya que asegura que la persona que contrata posee los conocimientos y habilidades que requiere. Además, en contrataciones públicas y privadas es usual que se les pida demostrar que cuentan con personal certificado en determinadas áreas, lo que debe incorporarse en los documentos que se presentan junto con la oferta de servicios.

Para las personas las certificaciones deberían generar un respaldo de los conocimientos adquiridos, optar por puestos con salarios competitivos y continuar actualizándose con los siguientes cursos o programas. Sin embargo, se requiere una inversión “importante”, tanto de recursos como de tiempo, la mayoría de las veces con financiamiento propio.

Miguel Pérez Montero, director de la escuela de ciberseguridad de la Universidad Cenfotec, indicó que los costos varían, dependiendo de la entidad que brinda la certificación internacional. Por ejemplo, una certificación de ISO 27001 anda en el orden de $300 (el más barato en ciberseguridad) y una de Ethical Hacker, del EC Council, tiene un costo de $2.200.

Por lo general, casi la totalidad de los cursos que se ofrecen incluyen el examen de certificación. Si el estudiante lo perdiera, algunas permiten un segundo intento dentro del mismo costo y otras tienen un costo adicional por cada intento.

La mayor parte de estas organizaciones internacionales de certificación obligan a que el examen sea supervisado, ya sea a través de un Proctor internacional o de uno local. Realizar el examen con un Proctor vía web tiene un costo aproximado de $100, pero en casos de centros de entrenamiento autorizados se incluye la supervisión de estos exámenes en sus instalaciones sin costo adicional.

Pérez indicó que no es necesario estar certificándose todos los años. Lo importante es certificarse y seguir cumpliendo con los requisitos para que la certificación se mantenga vigente.

La mayor parte de las certificaciones se realizan una sola vez y el mantenimiento es a través de la asistencia a seminarios, cursos, webinars o actividades que permitan que el profesional certificado se mantenga al día con sus conocimientos.

Pérez aseguró que muchas de estas actividades no tienen costo y son válidas para puntos de actualización profesional que se exigen con el fin de mantener la certificación activa.

La desventaja podría ser si se deja perder la certificación, por lo cual —si a futuro se requiere demostrar ese conocimiento— tendría que volver a pasar por todo el proceso de capacitación y prueba.

Algunas certificaciones solicitan una cuota anual de renovación, pero la cuota sería “muy baja” comparada con el costo del curso o de dejar de actualizarla y tener que volverse a certificar de cero en el futuro.

Mantener vigencia

Copiado!

Actualizarse y certificarse dependen de los objetivos laborales de la persona. Por lo general, las actualizaciones profesionales las buscan las personas que ya se encuentran empleadas, que buscan superación en su puesto o migrar a otro puesto dentro de la organización que requiere conocimientos superiores.

Las buscan las empresas que requieren colaboradores con el conocimiento necesario y también los profesionales que trabajan por su cuenta, quienes ofrecen esas certificaciones para garantizar un trabajo más profesional y apegado a estándares internacionales, de forma que puedan calificar mejor en los concursos de servicios externos.

“Los cursos de actualización son necesarios para mantenerse al día”, recalcó Ignacio Pérez, socio de tecnología de PwC Interamericas. “Mantener la actualización efectivamente es cara”.

La actualización y certificación podría generar beneficios en empresas que se preocupan por el capital humano. El mercado también manda en este caso.

“Si pretendemos ser competitivos y personas que se adaptan al cambio, que es una de las habilidades blandas más deseadas por los empleadores, debemos asumir el compromiso de mantenernos actualizados”.

—  Karina López, Gerente País de ManpowerGroup Costa Rica

Las empresas están compitiendo por contratar técnicos y profesionales que estén certificados con las últimas versiones en las diferentes plataformas y tecnologías. Para atraer ese talento, las firmas ofrecen condiciones atractivas tanto como aquellas que quieren retenerlo.

“Sea lo que sea, al final esto abrirá las puertas a mejores puestos, incrementos salariales e incluso contar con un perfil profesional más integral que se puede acoplar a diversos puestos de trabajo”, dijo López.

La vigencia en el mercado laboral depende de la actualización constante y la adaptación a los cambios tecnológicos, de procesos y de operación en las compañías e instituciones.

“Si pretendemos ser competitivos y personas que se adaptan al cambio, que es una de las habilidades blandas más deseadas por los empleadores, debemos asumir el compromiso de mantenernos actualizados”, reitera López, de Manpower. “Mantener frescos nuestros conocimientos nos permitirá especializarnos y continuar vigentes”.

La certificación es la garantía de los conocimientos con los que la persona cuenta, lo cual tiene peso al considerar a diferentes candidatos en los procesos de contratación, de calificación o de ascensos. No actualizarse y no contar con las certificaciones implica perder relevancia y conocimiento en las nuevas tendencias.

“Es un excelente complemento al conocimiento formal universitario recibido por los profesionales. Un título y las certificaciones que tenga el profesional complementan de forma excelente el currículum en todos los campos”, insistió Pérez. “Un profesional certificado en un área, por un organismo internacional, es una garantía razonable de que su trabajo va a ser de calidad y apegado a los más altos estándares del mercado”.