El Foro Económico Mundial estima que el mercado laboral global puede absorber aproximadamente 150 millones de nuevos empleos tecnológicos durante los próximos cinco años. Para 2030, 77% de los trabajos requerirán habilidades en tecnología. Y al mismo tiempo que hay una demanda creciente e insatisfecha en el mundo STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas por sus siglas en inglés), el déficit de mujeres en estas áreas es un problema global: en el mundo sólo el 35% de los estudiantes de STEM en la educación superior son mujeres, según el informe de la UNESCO. En la industria del software, la representación femenina no suele superar el 10%.
Con una demanda creciente y una proporción tan pequeña de mujeres que eligen carreras STEM, lo que podría pasar es que la brecha se ahonde aún más. Esto representaría una gran pérdida de talento potencial, una pérdida también para esta industria en materia de creatividad e innovación, la tecnología debe servir a todas las personas por igual, y para que así sea es necesario integrar a todas las personas, talentos criterios y miradas en su diseño e implementación.
Con semejante demanda de talento digital, hay grandes oportunidades en el sector para avanzar en la paridad de género, crear oportunidades de empleos de alta calidad para las mujeres y contribuir a una recuperación económica inclusiva. Pero para que así sea, es necesario que haya una mayor formación de mujeres en los campos de la ciencia, la tecnología y las matemáticas, pues la oferta actual es sencillamente insuficiente. Así que, para comenzar, es fundamental el trabajo de todos los actores para inspirar a más mujeres y niñas a escoger estas industrias, invertir en crear más talento digital en otras áreas que requerirán habilidades digitales, pues el Foro Económico Mundial también estima que más del 70% de trabajos estarán habilitados por la tecnología en 2030.
Pero no basta con formar mujeres en estos campos. Las mujeres que comienzan en puestos de negocios en industrias intensivas en tecnología se van a otras industrias a altas tasas: el 53% de las mujeres (en comparación con el 31% de los hombres), y la deserción para las mujeres en ciencia, ingeniería y tecnología alcanza su punto máximo de alrededor de 10 años después de sus carreras. Esto demuestra que, a pesar de los avances, aún queda camino por recorrer en la paridad en las políticas de reclutamiento de las empresas, y también hay asignaturas pendientes en las políticas de retención del talento femenino en el sector.
Las empresas y el sector privado del país juegan un papel clave y deben crear más oportunidades para mujeres en los campos STEM, no solo porque es lo correcto, pero también porque es conveniente y rentable: cuando se invierte en las mujeres y sus comunidades, los países prosperan y esto genera un efecto multiplicador, además de crear un ejemplo positivo para la próxima generación de niñas. De hecho, el Foro Económico Mundial reporta que cuando las mujeres obtienen ingresos, invierten el 90% en sus comunidades. Sus estudios revelan también que, si los países de América Latina aumentan su participación laboral femenina, el PIB per cápita puede ser hasta un 10% más alto.
Microsoft tiene décadas de estar trabajando en sus políticas de igualdad de género. Desde 2014, hacer parte de un grupo muy reducido -sólo el 3%- de las empresas Fortune 500 en compartir públicamente sus datos demográficos de la fuerza de trabajo. Medirlos con exactitud permite evaluar la efectividad de sus políticas de diversidad y marcar el camino a seguir para continuar y mejorar estos esfuerzos. Este seguimiento cercano permite saber que en Microsoft la participación de mujeres creció 69.1% desde el 2016. Mientras el tamaño de su fuerza laboral a nivel global creció un 25.8%, el número de mujeres aumentó más rápidamente, en un 41%. Según su último reporte de Diversidad e Inclusión, desde 2016 hasta 2021, el rol de mujeres en posiciones ejecutivas en Microsoft aumentó en 64.9%, en roles directivos un 90.8%, en la gerencia en un 79.3% y en roles técnicos el aumento fue del 101%.
Esto es especialmente importante en un contexto donde se prevé que millones de puestos de trabajo STEM quedarán sin cubrir en un futuro próximo: sólo el 33% de los trabajos en áreas STEM están encontrando talento calificado. Sin el aporte de las mujeres en esta industria será imposible cumplir con las necesidades que demanda el mercado y, además, habremos perdido una oportunidad única de cerrar la brecha de género.
En la industria de la tecnología y en los campos STEM la subrepresentación femenina es muy marcada y preocupa sobremanera, porque las soluciones y herramientas tecnológicas no pueden servir bien a una sociedad si no está representada en toda su riqueza y perspectivas, porque existe evidencia de que la diversidad es un detonante de la creatividad y la innovación. Los estudios reflejan los enormes beneficios de involucrar mujeres en posiciones de liderazgo, las empresas diversas e inclusivas son más innovadoras y rentables, son mejores para retener a los mejores talentos. Es una gran oportunidad para potenciar las carreras de estas mujeres talentosas y crear una tecnología que nos sirva y nos refleje a todos, sin distinciones.