La actual cohorte de legisladores protagonizó un hecho histórico este 1.° de mayo al elegir al mismo presidente por cuarto año consecutivo, algo que ocurre por segunda vez en el país desde 1949.
Rodrigo Arias Sánchez (del Partido Liberación Nacional, PLN) recibió el apoyo de 33 legisladores para mantenerse en la presidencia del Congreso en el último año de labores. De esta manera, se repite lo que aconteció entre el 2006 y el 2010 con el también liberacionista Francisco Antonio Pacheco, quien era el único con ese precedente.
La votación actual marca otro hecho histórico: por cuarto año seguido la oposición preside el Directorio Legislativo. Esto puede desencadenar la ausencia del nombramiento de un nuevo ministro de la Presidencia -vacante desde enero-, tal como advirtió el mandatario Rodrigo Chaves al estar en desacuerdo con el apoyo hacia Rodrigo Arias.
La negativa a nombrar el cargo ministerial repercute directamente en la comunicación entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo, ya que esa figura mantiene el enlace entre los legisladores e incluye proyectos en la agenda legislativa.
Ronald Alfaro, investigador del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR), aseguró que la cuarta legislatura tendrá una relación aún más complicada con el Gobierno.
Arias no solo se enfrentará a una grieta aún más profunda que existe entre ambos poderes, sino también a liderar la discusión en temas de inseguridad en medio de un año electoral. El líder del Congreso dijo que también velará “para que se respete el Estado de Derecho en Costa Rica”.
Aun así, se vislumbra que durante el último periodo legislativo se incremente la cantidad de proyectos aprobados debido a que los diputados buscan cerrar su paso por el plenario de buena manera.
Rupturas profundas
La oposición tiene una nula comunicación oficial con el Gobierno. Esto no es sorpresa en la presente administración, ya que Chaves mencionó años atrás que prefiere dinamizar puentes con algunos partidos de la oposición.
Las grietas entre Cuesta Moras y Zapote se acentúan con mayor fuerza cada vez. Un día antes de la elección de directorio, el mandatario calificó a los legisladores como “el peor grupo de diputados que ha tenido este país en la historia de la patria en conjunto”.
Además, Chaves ya advirtió que el último año de gobierno no asignará a un nuevo funcionario como jerarca del ministerio de la Presidencia. Esto es una señal de desaprobación del puesto que mantiene por cuarto año consecutivo Rodrigo Arias como presidente de la Asamblea.
Para Carlos Murillo, director del Observatorio del Desarrollo de la UCR, la labor de Arias y los demás legisladores no se verá perjudicada ante la ausencia del canal de comunicación con el Ejecutivo, ya que el Gobierno no ha dado a conocer posibles propuestas de ley relevantes para el país.
“La Asamblea Legislativa no depende del ministro de la Presidencia. Quien depende de esa figura es Casa Presidencial para impulsar sus proyectos de ley”, comentó Murillo.
Por otra parte, la oficialista Pilar Cisneros se ha mantenido como la portavoz del Ejecutivo desde que ingresó por primera vez a la Asamblea. Esta tarea la desarrolló incluso con la existencia de distintas ministras de la Presidencia.
Pero un punto que juega en contra de las fracciones es la ventaja que tiene el Ejecutivo sobre los proyectos aprobados: no existe un plazo establecido para firmarlos, por lo tanto, tiene la posibilidad de frenar la puesta en marcha de las leyes.
Arias enfatizó en conferencia de prensa que trabajará en garantizar el respeto al Estado de Derecho. “Nuestra democracia exige que se respete la legalidad, la división de poderes, las instituciones; no se deben hacer las cosas por encima de la ley”.
A pesar de las fricciones existentes entre ambos poderes, y principalmente con quien preside el Congreso, Rodrigo Arias es quien cuenta con más experiencia política y administrativa. El liberacionista conoce cómo funcionan los dos bandos, ya que fue el ministro de la Presidencia durante las dos administraciones de su hermano Óscar Arias Sánchez (1986-1990 y 2006-2010).
Principal enfoque
El congresista es el director de orquesta de una Asamblea que ya se conoce más y que, al finalizar el cuatrienio de labores, busca aprobar más proyectos con el fin de cerrar el ciclo de manera positiva.
Además, la última legislatura del Congreso se caracteriza por coincidir con la campaña electoral. Esto hace que sea un año clave para que cada bancada priorice los proyectos que son de interés para el candidato que los representa, es decir, con mayor fuerza velarán por su propia línea partidaria.
La composición del Congreso produce una agenda variada debido a las seis distintas corrientes partidarias que convergen en el plenario. Según Alfaro, en una Asamblea fragmentada es muy difícil que alguien quede como dominante, más bien, con naturalidad se incorporan las diferentes visiones de las fracciones.
La inseguridad, la corrupción y la mala gestión del gobierno son los tres temas que generan mayor preocupación entre los costarricenses, de acuerdo con el último informe del CIEP. Esos son los puntos de dolor del país que podrían tomar fuerza en la discusión legislativa ya que van en línea con las dos áreas de trabajo en las que se enfocará el presidente de la Asamblea.
Arias aseguró que este último periodo es un reto difícil ya que la campaña electoral se inserta en las fracciones legislativas.
Kattia Benavides, politóloga especializada en temas legislativos, coincidió en que uno de los retos está en continuar con los temas de seguridad en medio de un año electoral. La armonización del sistema eléctrico nacional y las jornadas laborales excepcionales son dos proyectos que, según la especialista, deben incluirse entre las tareas prioritarias de los diputados.
Futuro de Arias - Chaves
El presidente de la República no descarta postularse como diputado para las elecciones 2026- 2030. Arias sería el encargado de recibir la dimisión del mandatario y ponerla en discusión.
Ese movimiento por parte del mandatario le extendería la inmunidad, lo cual es beneficioso para él ya que enfrenta más de 60 investigaciones por parte de la Fiscalía. No obstante, esa exención es posible hasta que inicie labores como legislador -en caso de ser elegido-, por lo tanto, es propenso a ser juzgado.
En caso de que Chaves decida presentar la renuncia a la presidencia, serán los mismos legisladores los encargados de levantar la inmunidad que lo cubre actualmente.
“Por supuesto que puede renunciar y puede ser diputado, pero no puede ser presidente del Congreso porque la Constitución se lo prohíbe”, explicó Murillo sobre los límites que tienen los mandatarios luego de concluir el periodo presidencial; además, el politólogo aseguró que Chaves no irá a la Asamblea si se le prohíbe presidirla.