La cantidad de estudiantes en colegios privados de Costa Rica sigue creciendo.
Según las estadísticas de matrícula inicial de este 2025 del Ministerio de Educación Pública (MEP), estas instituciones registraron 31.636 alumnos en 2025: el mayor número de la década y un 4,8% más que hace un año.
La tasa de expansión del sector privado, además, es significativamente superior a la de los centros públicos. La matrícula de los colegios públicos crece solo un 1,7%, aunque sigue siendo unas 10 veces mayor.
El crecimiento general se lo repartieron múltiples instituciones. Hasta 145 colegios ganaron estudiantes en el último año, incluidos aquellos que abrieron en los últimos 12 meses.
De esos 145 colegios, sin embargo, hubo 16 que aportaron 511 plazas nuevas ocupadas; en otras palabras, más de una tercera parte de los 1.438 nuevos estudiantes registrados en el sector este 2025.
El Financiero le muestra una radiografía sobre el estado de la matrícula colegial privada en 2025.

Crecimiento sostenido
Los colegios privados enlazan ya cuatro años consecutivos de crecimiento en sus matrículas.
Después de perder un 4,7% de su estudiantado en 2021 en el contexto de la pandemia, la población estudiantil de los centros privados creció un 4% en 2022, un 3,7% en 2023, un 3,3% en 2024 y ahora, un 4,8%.
El ritmo supera al del sector público, que este año creció menos del 2% y que el año pasado más bien se contrajo un 2,2%.
Michael Parrales, director del Colegio Monterrey en Montes de Oca y consultor en tecnología de instituciones de educación desde hace más de 20 años, considera que hay al menos dos factores principales que alientan esta tendencia. Uno es el deterioro ampliamente documentado de la calidad de la educación pública y otro, que las familias costarricenses poco a poco han ganado poder adquisitivo y usan esos recursos para mejorar la educación de sus hijos.
“Las familias hoy no confían igual que antes en la escuela pública. Hablamos de un asunto curricular y de metodología, que ya son obsoletas en el sector público”, subrayó.
16 colegios grandes
El aumento de las matrículas en el sector privado de este 2025 estuvo distribuido en 145 instituciones académicas de todo el país, pero principalmente en 16 de los 20 colegios más grandes del país, la mayoría de ellos ubicados en el centro del país.
Esos 16 colegios aumentaron sus matrículas en 511; lo cual representa un 35,5% del incremento registrado por todos los colegios privados a nivel nacional.
Dentro de ese grupo de grandes colegios, hubo cinco en los que el aumento fue de 40 o más plazas. Fueron el Lincoln School de Santo Domingo (91), el Colegio Técnico Profesional CIT de Belén (66), el Saint Clare de La Unión (59), el Marista de Alajuela (55) y el Adventista de San José (40).
Esos, además, fueron los cinco colegios privados que más crecieron a nivel general, entre todos los colegios privados de Costa Rica.
Dentro de los 20 colegios más grandes de Costa Rica también registraron crecimientos (aunque inferiores) los centros educativos Saint George, Salesiano Don Bosco y La Salle, en San José; Nueva Esperanza, en Santa Bárbara; Saint Paul y San Gerardo, en Alajuela; Calasanz, en Montes de Oca: San Miguel Arcángel, en Desamparados; Miravalle y Jorge Volio, en Cartago; y el Agropecuario, en San Carlos.
De los 20 colegios privados más grandes de Costa Rica, solo hubo cuatro registraron caídas en sus matrículas, pero ninguna de ellas de más de 25 plazas. Experimentaron reducciones los colegios Británico (24), Santa Ana de Liberia (22) Humboldt (4) y Country Day (4).
Los crecimientos del Saint George y del Salesiano Don Bosco les permitieron a esas instituciones ingresar a la lista de los 20 colegios más grandes del país este 2025. Sus puestos antes los había tenido el Bilingüe Sonny de Cartago y el Colegio Los Ángeles de San José, los cuales registraron ocho y cinco plazas ocupadas menos este año.
El colegio privado más grande del país fue el CTP CIT por segundo año consecutivo. Superó al Lincoln School desde el año pasado y es el que más ha crecido desde 2015, pues recién se creó hace 12 años.
Kimberly Monge, encargada de Comunicación y Mercadeo del CTP CIT, destacó que varios factores inciden para el crecimiento sostenido de la institución en los últimos años; entre ellos, los estándares de formación técnica y en inglés, la calidad de la infraestructura, y las alianzas con otras entidades para elevar el nivel de la oferta académica.
En cuanto al crecimiento sostenido de la matrícula de la institución en los últimos años, el colegio había explicado en 2024 que todavía tenía margen para seguir aumentando su capacidad y que estaba trabajando para llegar a un límite de capacidad que le permitiera mantener su calidad actual. En ese sentido, Monge explicó que en este 2026 se definió un máximo de seis secciones de séptimo grado, con el fin de mantener un crecimiento “dentro de los niveles de calidad” esperados.
En el caso del Lincoln School, la coordinadora de Mercadeo, María Laura Ramírez, explicó que la institución atribuye su crecimiento del último año a la aplicación de campañas recientes con ese objetivo, más allá de meros factores como los cupos o la capacidad instalada.
Asimismo, destacó que cada vez más familias “buscan una experiencia educativa más personalizada” y que procuren “el desarrollo integral” de sus hijos; lo cual se refleja en los números acumulados del sector.

Más colegios, más estudiantes
Cuando se analizan los datos a nivel general, también se aprecia que nunca hubo tantos colegios, ni tantos colegiales en el sector privado costarricense como en este momento.
Hay un total de 228 colegios privados y reciben a 31.636 adolescentes.
Esa relación implica un promedio de 139 alumnos por centro educativo, que no se veía desde 2015.
En aquel momento, sin embargo, había menos colegios activos (solo 205).
No obstante, a pesar del crecimiento de la matrícula privada, el sector privado recibe todavía a una ínfima minoría del estudiantado de secundaria en Costa Rica (el 8%).
Según Parrales, eso podría tener que ver con la cultura de inversión de los padres en materia de educación; aunque dice que va cambiando. “Hoy día, si una persona puede pagar, casi siempre va a preferir un colegio privado”, observó.
Monge, por otra parte, dice ver a la educación privada actual como “un complemento” del sistema educativo nacional. Al respecto, dijo considerar que la sociedad costarricense tiene la responsabilidad de reducir la brecha público-privada y que las instituciones privadas, en su sector de mercado, tienen que poder “demostrar que la inversión de las familias se traduce en un valor agregado real”.