A cuatro meses de las elecciones nacionales, la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la Universidad de Costa Rica (UCR) revela un escenario de incertidumbre que persiste.
Laura Fernández, la candidata oficialista, lidera la intención de voto con un 25% del respaldo entre las personas decididas a votar; mientras que en la oposición nadie supera la barrera del 10% y nadie logra convencer a un 55% de indecisos.
Los números retratan el duelo de minorías en que se mantiene la carrera presidencial.
Por debajo de la candidata por el Partido Pueblo Soberano (PPSO) aparece Álvaro Ramos, del Partido Liberación Nacional (PLN), con un 7%; y todavía más abajo lo hacen Claudia Dobles, de Coalición Agenda Ciudadana, y Ariel Robles, del Frente Amplio (FA), con un 3% cada uno.
Ellos tres, junto con Fernández, son los únicos que superan el margen de error del estudio, que es de 2,7 puntos porcentuales.
En contraposición a esas minorías, se mantiene una amplia mayoría de indecisos: un 55% de las personas que afirman tener intención de votar, pero que aún no se decantan por ninguna de las 20 opciones que aparecerán en la papeleta de 2026.
El escenario, entonces, continúa delineando el mismo panorama que ya había adelantado el CIEP UCR en septiembre pasado: uno en el que todos los partidos políticos parecen tener oportunidades si logran sumar algunos cuantos apoyos más que su competencia.
“Ganar un poco más de apoyo que los demás, por poquito que sea”, podría “volver competitiva” a cualquier candidatura, redactó entonces el propio centro de investigación en su informe.
El centro universitario entrevistó por vía telefónica a 1.333 personas mayores de 18 años de todo el país, entre los días 6 y 15 de octubre. Tiene un nivel de confianza del 95% y un error muestral máximo de ±2 puntos porcentuales.
Las personas fueron seleccionadas de forma aleatoria, por medio del Plan Nacional de Numeración de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
Los números reflejan una realidad agridulce para todas las partes.
Para el oficialismo, que Laura Fernández lleve la delantera a falta de solo cuatro meses para las elecciones representa una ventaja nada despreciable. No obstante, la intensidad de esa ventaja sigue lejos de las expectativas del chavismo, que se propone trasladar la alta popularidad del presidente Rodrigo Chaves —cuya gestión es valorada positivamente por más de la mitad del electorado— a las urnas.
Por otra parte, los números también representan claroscuros para la oposición. Desde una perspectiva más negativa, muestran que ninguna de las 19 opciones contrarias al gobierno logran movilizar todavía a grandes sectores de la población. Pero, desde un punto de vista más benevolente, también revelan la existencia de un amplio margen de indecisos por convencer.
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La encuesta del CIEP también le preguntó a la población encuestada sobre su proceso de selección de candidatura en las últimas elecciones presidenciales, y los datos arrojan una pista. Dentro de la población que dijo haber acudido a las urnas en 2022, hasta un 38% aseguró haber decidido por quién votar en la semana anterior o en el propio día de los comicios.
“Este patrón sugiere la presencia de amplios periodos en los cuales se puede manifestar indecisión y volatilidad en la intención de voto, lo que refuerza el patrón de que el desenlace de los comicios de 2026 probablemente se definirá en las etapas finales de la campaña electoral“, concluye el informe sobre ese aspecto.