Quienquiera que gane las elecciones en 2026 llegará al poder con un límite inusual: durante su primer año no podrá nombrar a un nuevo presidente del Banco Central (BCCR), independientemente de si respalda o no la gestión del actual jerarca, Róger Madrigal.
¿Por qué? Madrigal es el primer presidente designado tras las reformas a la Ley Orgánica del BCCR aprobadas en 2019 para fortalecer la independencia de la autoridad monetaria, cambios que también modificaron la duración del período de su nombramiento.
La reforma estableció que el presidente del BCCR designado en 2022 —en este caso, Róger Madrigal— tendría un período de cinco años en el cargo; es decir, que terminaría hasta abril de 2027.
El caso es especialmente relevante porque el Banco Central está bajo un fuerte escrutinio actualmente. Sectores exportadores y de servicios critican al emisor por priorizar una inflación casi nula, y a veces negativa, mediante una política monetaria restrictiva y un tipo de cambio que consideran demasiado bajo.
Varios de los principales candidatos ya incorporaron esas críticas en su discurso electoral. Sin embargo, quien llegue al poder no podrá intervenir en la presidencia del BCCR, al menos durante el primer año de su administración.
Quiere seguir
Madrigal puede —y desea— seguir en el cargo por un año adicional a partir de mayo de 2026.
Consultado por EF sobre si continuará “independientemente de los resultados de las próximas elecciones“, el jerarca respondió que “se apegará a lo que indica la legislación costarricense con respecto a su nombramiento”, por medio del equipo de prensa del Banco.
La reforma a la Ley Orgánica del BCCR, aprobada en 2019, señaló que el siguiente presidente del emisor sería nombrado por cinco años. Madrigal asumió en mayo de 2022, nombrado por el presidente Rodrigo Chaves y luego de 14 años en la Dirección de la División Económica.
A partir de 2027, los nombramientos volverán a ser cada cuatro años y seguirían a cargo del Consejo de Gobierno, pero “12 meses después de iniciado el período constitucional” de cada presidente de la República.
La ley también establece que el presidente del BCCR solo puede ser removido por incumplimientos o faltas; por ejemplo, si incurriera en prohibiciones, ausencias prolongadas, infracciones legales, fraude o incapacidad.
Críticas crecientes
Tres de los cuatro candidatos presidenciales con mayor intención de voto hasta finales de noviembre, según las encuestas del CIEP-UCR y del Idespo-UNA, cuestionan la política monetaria aplicada en los últimos años.
El liberacionista Álvaro Ramos afirmó a EF que las decisiones del Banco Central “han perjudicado demasiado al productor nacional” y que no considera válido “hacerle daño a los productores en aras de una inflación baja, que realmente ha sido menor a la prometida, y que ha hecho daño”.
En tanto, la exprimera dama Claudia Dobles ha dicho públicamente que el manejo del tipo de cambio y la política monetaria le están “restando competitividad” al país; mientras que el Frente Amplio (FA), cuyo candidato es Ariel Robles, redactó en su programa de gobierno que la política cambiaria “ha afectado directamente” al sector turístico.
Solo la oficialista Laura Fernández evitó realizar críticas y más bien hace un balance positivo en cuanto a la estabilidad de los precios y la inflación. No obstante, atribuyó ese éxito al trabajo del actual gobierno y, “entre otros factores”, a “la política monetaria responsable por parte del BCCR”.
El principal reclamo de exportadores y proveedores de servicios, como el turismo, es la aplicación de tasas de referencia altas y la apreciación del colón en los últimos años, que ha encarecido sus operaciones y reducido sus ingresos.
Aunque ello responde a múltiples factores, alegan que el BCCR mantuvo tasas de referencia demasiado altas por mucho tiempo (por encima de 4% entre abril de 2022 y julio de 2025), a pesar de que la inflación se ha mantenido por debajo del rango meta desde mayo de 2023; y también reclaman que ignoró la tendencia a la baja del precio del dólar, más allá de su impacto sobre la economía.
Ante todas esas críticas, el Banco Central ha sostenido que la tasa de política monetaria se ha ido reduciendo de forma paulatina para evitar un “rebote” en los precios; y que, en cuanto al tipo de cambio, ha recordado que su mandato es evitar fluctuaciones demasiado grandes en períodos demasiado cortos, no mantener un precio específico de la divisa diferente del que defina la oferta y la demanda del mercado.
Propuestas de reformas
En sus programas de gobierno, el Partido Liberación Nacional (PLN) y el Frente Amplio (FA) hablan sobre eventuales reformas relacionadas con el Banco Central y la política monetaria.
El PLN propone reformular los objetivos del emisor “para que tenga el mandato dual de control de inflación y de maximización del uso de los recursos productivos del país”; mientras que el FA plantea algo similar, “de manera que se incluya la estabilidad monetaria y cambiaria, el crecimiento de la producción y el empleo” dentro de su rectoría.
El plan de gobierno de la Coalición Agenda Ciudadana (CAC) no propone reformas específicas; sin embargo, pide que la política monetaria “considere los impactos sobre el empleo y los sectores productivos, de modo que las decisiones en materia de tasas de interés y liquidez contribuyan no solo a la estabilidad de precios, sino también al dinamismo económico”.
A pesar de que no podrá nombrar a un nuevo presidente del BCCR desde el inicio, el próximo gobierno sí tendrá margen para llevar adelante reformas legales y escoger a cuatro de los siete miembros de la Junta Directiva del organismo antes de que termine el 2027.
Esa es la cantidad de miembros actuales cuyo nombramiento está próximo a terminar.
¿Debe continuar Madrigal?
EF también consultó a los cuatro candidatos que lideran las encuestas sobre la continuidad de Róger Madrigal en el cargo.
Ramos dijo que respetaría el nombramiento del actual jerarca y que, “una vez que se acabe ese período”, tocaría “indicar la renovación de ese puesto”.
Laura Fernández, por otra parte, dijo que el tema “se analizará y se decidirá cuando llegue el momento”, y no adelantó si buscaría continuidad o cambio.
Claudia Dobles y Ariel Robles no contestaron las consultas enviadas hasta el momento.
Los bancos centrales deben operar con máxima independencia política, basados en criterios estrictamente técnicos. Sin embargo, es común que surjan tensiones cuando las críticas económicas se trasladan al debate político.

