Cuando Donovan Quesada dejó de trabajar en un banco en Costa Rica en diciembre de 2022, después de una carrera en el sector financiero, ya sabía qué hacer.
“Decidí emprender”, dijo Donovan, quien es de San Francisco de Dos Ríos y estudió administración con énfasis en finanzas en la Universidad Fidélitas.
Un amigo, Rolando Tames, le dio una opción. Él estudió en el liceo José Figueres Ferrer en Cartago y luego ingeniería industrial en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
Trabajó en Phillips (El Coyol), Edwards (Cartago), IBM y Kyndryl (un desprendimiento de IBM), ambas en Heredia. En la actualidad está en la consultora West Monroe en gestión de proyectos.
Donovan y Rolando se conocieron porque sus abuelas eran vecinas en San Antonio de Desamparados.
Rolando iba de vacaciones a ayudarle a un tío, Zelman, en las obras de construcción. Entonces se quedaba donde su abuela, Elizabeth. Al frente vivía la abuela de Donovan, María (q.e.p.d.).
Rolando le presentó a los hermanos Mariana y Raúl Jiménez, ambos de Cartago.
Mariana estudió en el José Figueres Ferrer, donde conoció a Rolando, y también se graduó en ingeniería industrial en el TEC. “Somos colegas”, dijo Mariana, que trabajó en Scotiabank y luego en IBM y también Kyndryl, donde todavía está.
Raúl siguió también finanzas en la Universidad Latina y está empleado en Boston Scientific, en Heredia, desde hace tres años.
Mariana y Raúl recién habían cerrado un bar, Distrito 11, que tuvieron en Cartago junto con su hermano mayor, Fabio. El bar funcionó durante un año. Subarrendaban el local y operaban bajo la patente del inquilino formal. Era complicado.
Los cuatro querían iniciar un negocio para diversificar sus ingresos y que pudieran atender en sus horas libres.
Pensaron en un negocio similar al bar, pero con una propuesta más amplia. Cuando se reunieron en la casa de Rolando, en Tejar del Guarco, ya lo sabían: un restaurante.
Prácticos
Los cuatro son prácticos. Deciden y rápidamente ejecutan. No lo hacen a ciegas. Investigan y se apoyan en las recomendaciones que reciben.
A la reunión llegaron con la idea de un restaurante de comida de estilo street food, con un menú que va desde chifrijos y hamburguesas hasta un corte de carne estilo New York Steak.
En febrero de 2023 firmaron la constitución de la sociedad. Fue sencillo ponerse de acuerdo. Además, el papá de Rolando, del mismo nombre y quien es contador, les dio apoyo y consejos.
Una ventaja que detectaron es que en Cartago no hay opciones de restaurantes de alta calidad para adultos jóvenes, pese al auge comercial de la ciudad con las aperturas de diferentes marcas y cadenas.
Empezaron a buscar un local para el restaurante. “Íbamos a dar vueltas por todo lado en carro a ver si encontrábamos algo que nos pareciera”, recordó Raúl.
Estuvieron a punto de firmar contrato en dos lugares. El día que fueron a firmar el contrato en uno de ellos, el propietario no pudo llegar y un amigo llamó a Mariana, le contó de una casa grande a una cuadra del Estadio Fello Meza y se fueron a verlo.
Alrededor quedan los hospitales Max Peralta y Universal, consultorios médicos privados, el centro de Cartago, los Tribunales de Justicia y el TEC. Y no hay competencia.
La casa tenía potencial y el alquiler era similar a la otra opción, aunque había que invertir más. Es una construcción de los años 60’s o 70´s, con amplios espacios en la sala, el comedor, las habitaciones, el patio, la lavandería y una bodega. Tenía propósitos comerciales, aunque siempre se usó como residencia.
Se decidieron y empezaron la remodelación en abril con la ayuda de amistades, del maestro de obras y de los operarios contratados.
Botaron paredes, quitaron escombros, cambiaron tuberías, batieron cemento, instalaron y lijaron maderas y pintaron. Descubrieron que unas columnas de la lavandería, cubiertas de cerámica, eran de ladrillo. Mucho más decorativo.
La inversión inicial fue de $20.000, que aportaron de sus ahorros. Al final los costos aumentaron $3.000 más. Urgía abrir.
Fueron semanas donde debían cumplir en sus trabajos y en sus otros proyectos personales, al tiempo que debían correr con el restaurante, sacrificando horas libres, días de descanso, salidas y vacaciones.
“Al principio uno no sabe en lo que se está metiendo. Hemos trabajado muy bien en equipo”, dijo Rolando.
Gestionaron los trámites en la Municipalidad de Cartago y en el Ministerio de Salud con la confianza de que para la apertura de negocios se deben reducir los plazos y se ganaron simpatía entre los funcionarios que los veían muy jóvenes para emprender.
Varias veces llegaron los funcionarios y les hicieron observaciones de mejoras a realizar. Ellos las resolvieron con rapidez.
La rapidez con la que resolvieron y tuvieron listo el restaurante lo atribuyen a que los cuatro son muy apasionados y prácticos. De ahí el nombre: Pragmático CR.
Pero el dinero inicial se agotó y en dos semanas tenían que pagar alquiler y los salarios. El 13 de mayo de 2023 realizaron la apertura y fue un éxito.
Mesas llenas
Antes de la apertura, generaron mucha expectativa entre familiares y amistades y en redes sociales.
El primer día, cuando llegaron los primeros clientes, todavía estaban subidos en las escaleras instalando luces. Debieron correr para ir a cambiarse de ropa y regresar.
El local se llenó. De inmediato, empezaron a ver los puntos a mejorar. Por ejemplo, acortar los tiempos de entrega de las órdenes.
Con el tiempo cambiaron el mobiliario, agregaron mesas y sillas, e introdujeron novedades, como un techo móvil en el patio y un mural de una pintora local, que fue financiado por Florida Ice & Farm (la cervecería).
Aparte de los datáfonos, el BAC les extendió una tarjeta de crédito para pequeñas y medianas empresas (pymes). Eso permitió adquirir materiales y cubrir otras necesidades de compras de insumos. La inversión total llegó a los $50.000.
A los seis meses obtuvieron la categoría de declaratoria turística y el sello de calidad Esencial Costa Rica, otorgado por la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) para atraer turistas nacionales y extranjeros.
No fue difícil cumplir los requisitos, pues desde el inicio tenían claro que debían implementar buenas prácticas en el área ambiental, en reciclaje y en tratamiento de desechos, por ejemplo.
Además, reciben pedidos mediante plataformas como Uber Eats y atienden actividades institucionales y corporativas.
“Ya superamos el punto de equilibrio y estamos en la etapa inicial de retorno de inversión”, respondió Donovan. “Mantenemos una cultura financiera muy sana, reinvirtiendo utilidades”.
Todo eso le da la posibilidad para un nuevo paso. En dos o tres años abrirían también en Heredia o Alajuela, donde encuentran oportunidades similares.
Datos vitales |
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Empresa: Pragmático CR |
Fundadores: Mariana Jiménez, Raúl Jiménez, Rolando Tames y Donovan Quesada |
Fundación: 2023 |
Ubicación: Cartago, Barrio Asís |
Colaboradores: 5 |
Oferta: gastronomía local tipo street food |
Algunos platillos: chifrijo, quesadillas, hamburguesas, tacos, corte de New York steak, salmón, bowls, sushi, entre otros |
Precios: de ¢3.000 (garlic parmesan: papas con ajo y parmesano) a ¢12.000 (corte New York steak de 200 gramos con dos acompañamientos) |
Horario: de lunes, miércoles y jueves de 4:00 p.m. a 11 p.m. y viernes, sábado y domingo de 11:30 a.m. a 12 a.m. |
Plato ejecutivo: viernes a mediodía |
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