Costa Rica mantiene una dependencia prácticamente extrema con Estados Unidos que convierte cualquier variación en la economía estadounidense en un shock directo para el país.
Los datos no mienten: el 47% de las exportaciones totales costarricenses tienen como destino Estados Unidos, mientras que el 50% de los servicios exportados van al mercado estadounidense y el 74% de la Inversión Extranjera Directa proviene de empresas estadounidenses.
Actualmente, la Tasa de Política Monetaria de Costa Rica se ubica en 3,75%, reducida en julio de 2025, mientras el rango de la Fed oscila entre 4,25% y 4,5%.
Ahora llega otra mala noticia para Costa Rica con epicentro del país norteamericano.

La inflación en Estados Unidos se aceleró en agosto, cuando se ubicó en 2,9%, su nivel más alto desde enero, según datos oficiales publicados el jueves, aunque los analistas creen poco probable que esto evite que la Reserva Federal recorte las tasas de interés.
El índice de precios al consumidor (IPC) repuntó al 2,9% en agosto frente al 2,7% de julio en la medición interaual, según el Departamento de Trabajo, a medida que los aranceles del presidente Donald Trump hacen mella en la mayor economía del mundo.
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La cifra estuvo en línea con las expectativas de los analistas, y los economistas intentan evaluar si los aranceles de Trump provocarán un aumento puntual de precios o conducirán a costos persistentemente más altos.
En términos mensuales, el IPC subió un 0,4% en agosto, según el informe, repuntando también desde el 0,2% de julio.
El indicador de inflación subyacente, que excluye los componentes volátiles de alimentos y energía, aumentó un 3,1% con respecto al año anterior.
Esta semana, la atención se centra en el dato de inflación, dado que este suele influir en las decisiones de la Fed, (banco central) sobre las tasas de interés.
Sin embargo, “la Fed está preparada para comenzar a recortar las tasas la próxima semana, prácticamente independientemente de lo que indique el IPC”, declaró a la AFP Kathy Bostjancic, economista jefe de Nationwide.
“El grado de aumento de los precios al consumidor influirá en el ritmo y la magnitud de los recortes de tasas este año, no si los conseguimos o no”, añadió Bostjancic.
Impacto de los aranceles
La Fed tiene previsto celebrar su próxima reunión de política monetaria el martes 16 y el miércoles 17 de setiembre, y los operadores anticipan que reducirá la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos.
Un punto básico equivale a una centésima parte de un punto porcentual (0,01 puntos porcentuales). Los bancos centrales utilizan esta medida para ajustes precisos en tasas de interés. Por ejemplo, un recorte de 25 puntos básicos significa reducir una tasa del 4,5% al 4,25%.
Este sería su primer recorte de tasas desde diciembre, tras meses de presión por parte de Trump.
Las autoridades han mantenido las tasas sin cambios este año mientras monitoreaban los efectos de los aranceles sobre la inflación.
Sin embargo, ante el debilitamiento del empleo, Bostjancic afirmó que los funcionarios se están centrando más en la preocupación por una desaceleración del mercado laboral.
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Como resultado, la Reserva Federal podría inclinarse a reducir las tasas para impulsar la economía, en lugar de mantenerlas en un nivel más alto cuando busca contener la inflación.
El aumento del IPC en agosto se produjo al tiempo que aumentaron los costos de los alimentos, la energía y la vivienda.
Desde su regreso a la presidencia en enero, Trump ha impuesto una tarifa aduanera del 10% a casi todos sus socios comerciales y gravámenes más altos que afectan a decenas de estas economías.
También ha aplicado aranceles más elevados a importaciones de sectores específicos, como el acero, el aluminio y los automóviles.
Los economistas advierten que el efecto acumulativo tardará en llegar a los consumidores, ya que muchas empresas engrosaron inventarios anticipándose a la entrada en vigor de los aranceles, lo que les permitió evitar subidas de precios inmediatas.
Transmisión directa a costos
Para entender mejor el contexto, las zonas francas costarricenses generan 265.000 empleos directos e indirectos. Estas operaciones enfrentan ahora presión competitiva y un riesgo a relocalización de plantas en territorio estadounidense debido a los nuevos aranceles.
El sector turístico muestra vulnerabilidad extrema con el 59-62% de visitantes provenientes de Estados Unidos y en los últimos meses registrando caídas en visitación extranjera.
El dólar también muestra en las últimas semanas, con un rango de fluctuación entre ₡499,83 y ₡507,03. Una inflación alta en Estados Unidos fortalece el dólar y genera presión alcista inmediata sobre el tipo de cambio costarricense.
Los combustibles representan uno de los primeros canales de transmisión inflacionaria hacia Costa Rica.
Los precios de gasolina en Estados Unidos subieron 1,9% en agosto, cuestión que puede impactar los productos refinados que Costa Rica importa.

La inflación alimentaria estadounidense impacta productos básicos importados como cereales, aceites y productos procesados, además de insumos agrícolas como fertilizantes y agroquímicos.
Además, los aranceles estadounidenses del 25% sobre acero y aluminio encarecen electrodomésticos, mientras que los vehículos importados enfrentan mayores costos.
Los materiales de construcción importados se encarecen hasta presionando sobrecostos en proyectos de vivienda y ralentizando el sector inmobiliario.
Costa Rica experimenta deflación del 0,94% anual, pero la inflación estadounidense podría revertir esta tendencia.
La Inversión Extranjera Directa ya muestra signos preocupantes con una caída del 25% en el primer trimestre 2025, reduciéndose de $1.235 millones a $921 millones. El cierre confirmado de Intel y Qorvo evidencia la migración de operaciones hacia otros territorios.
Las proyecciones actuales de crecimiento para Costa Rica están entre 3,5% y 3,6% para 2025 podrían revisarse a la baja hacia por efectos combinados de aranceles e inflación.